Union Europea - La UE ordena limitar uso de colorante vinculado con problemas en la vista

miércoles 29 de enero de 2003

BRUSELAS, Bélgica -- El colorante que hace que el salmón de granja parezca más anaranjado y que la yema de los huevos tenga una apariencia más amarilla ha sido proscrito por la Unión Europea ante el temor de que pueda afectar a la vista.

La Union Europea dijo que el pigmento "canthaxanthin", utilizado para hacer que que los productos cultivados sean más atractivos, está vinculado con problemas en la retina a largo plazo.

El ente europeo ha reducido la máxima cantidad permitida en los piensos para salmón y gallina en al menos dos tercios, en un fallo que entrará en vigor a partir del 1 de diciembre de este año.

El comisario europeo de salud alimentaria, David Byrne, declaró que "las estimaciones científicas han demostrado que un alto consumo del aditivo produce una acumulación de pigmentos en la retina, lo cual afecta a la vista".

"El uso de este pienso es puramente cosmético, para dar color a la comida, y los niveles reducidos de éste no afectarán negativamente al sabor y calidad de nuestra comida", dijo.

El pigmento se utiliza en los salmones de granja para que su tono rosado sea más anaranjado -- que es el propio del salmón natural --, y para hacer más amarillos los huevos de gallina.

El color anaranjado del salmón natural proviene de su dieta a base de camarones.

Los criadores usan el pigmento porque los consumidores así lo esperan, dicen.

Pero la Comisión Científica sobre Alimentos decidió en 1997 que existía una relación entre el colorante canthaxanthin y los problemas de retina, y fijó un nivel de "consumo aceptable diario" de 0,03 miligramos por kilogramo de peso corporal humano.

Para ayudar a mantener ese límite, la comisión pidió a los expertos en nutrición animal que revisaran las cantidades del aditivo utilizado en los piensos para las gallinas y los salmones cultivados.

Los científicos sostienen que el límite actual de 80 miligramos por kilogramo es demasiado alto, y que debería ser reducido a 25 miligramos en el caso del salmón y a ocho miligramos en el de las gallinas.