Fuente: Expreso, Lima

Perú - Un mar de torpezas e indecencias

lunes 2 de enero de 2023

Perú - Un mar de torpezas e indecencias

Por Alfonso Miranda Eyzaguirre

31 Dic 2022
Expreso, Lima
https://www.expreso.com.pe/opinion/un-mar-de-torpezas-e-indecencias/

Puerto Morín es una localidad de la provincia de Virú, en el departamento de La Libertad. Queda a 35 kilómetros de Salaverry y es punto de partida para visitar las Islas Guañape. Cuenta con una singular fauna marina y numerosas leyendas populares. En ese apacible lugar, cuya flota pesquera está compuesta por unas decenas de pequeños botes, en su mayoría con capacidad menor a 3 toneladas de pesca en sus bodegas, el Estado decidió construir un desembarcadero pesquero artesanal (DPA) con un muelle de 300 metros de largo, construcción que se ejecutó entre 2014 y 2016.

En marzo de 2016, el entonces ministro de la Producción, hablaba de una infraestructura de primer nivel para el siglo XXI para los pescadores artesanales y la población de la Libertad, que podría recibir 30 mil toneladas de recursos marinos al año. Sus asesores le ocultaron que esa cifra era un disparate y que todo el departamento apenas llega a recibir 8 mil toneladas anuales de pesca para consumo humano en promedio. Ciertamente, los desembarques en Puerto Morín han sido tan pobres que se pierden en el rubro de “otros” en las estadísticas que publica el Ministerio de la Producción. Henchido de emoción, anunciaba que se beneficiaría a 2800 pescadores artesanales de Puerto Morín, Virú, Salaverry y Chao (evidentemente ignoraba que entre las 4 localidades no llegaban a tener más de 630 pescadores, y que los hombres de mar de Salaverry no tenían interés de movilizarse hacia ese lugar). Solo había que conocer esta información para saber que nunca podrían haber generado los recursos para sostener un activo de las dimensiones del elefante blanco que hoy comentamos.

Al mes de inaugurado, comenzaron las denuncias de graves fallas en la obra entregada con bombos y platillos. Ocho metros del desembarcadero fueron destruidos a causa de la fuerza de las olas, en la zona donde atracan los botes. Los pescadores denunciaron que las estructuras de metal se desoldaron y desembarcar el pescado resultaba peligroso. También se constataba que faltaba electricidad y agua para lavar el pescado. Por fuera flores y por dentro, temblores.

En menos de un año el muelle sufrió un asentamiento en unos de sus pilotes, lo que originó que dicho DPA no pueda operar plenamente hasta la fecha. La zona de proceso se encuentra deteriorada, la plataforma del muelle presenta rajaduras y lo poco que queda de las barandas está seriamente oxidado. Obviamente, esta infraestructura no puede cumplir con las normas sanitarias y se constituye en un mal ejemplo por el gasto irresponsable de un Estado que no sanciona a sus autores. Según el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES), hasta la fecha se han invertido 42.5 millones de soles, está enfrascado en reclamos a los constructores y piensa ejecutar millonarios contratos para obras complementarias, adecuación a la norma sanitaria y equipamiento del DPA. Ha trascendido que habrán jugosos pagos adicionales y ampliaciones de plazo por deficiencias en el expediente técnico.

El gobierno de transición tiene que hacer cirugía mayor en las infraestructuras pesqueras artesanales, así como un cambio en el sistema de construcción y mantenimiento de las mismas. Debe convocarse a los colegios profesionales, universidades, gremios artesanales y sector privado antes de aprobar los expedientes y para vigilar su ejecución. Me temo que si hoy se hiciera una auditoría, serían muy pocos los DPA que cumplirían con los requerimientos elementales para operar en nuestro litoral. Es hora de actuar para evitar que la plata de los peruanos se esfume en un mar de torpezas e indecencias.