Fuente: Levante El Mercantil Valenciano, Valencia

España - Tahiche Lacomba: "La acuicultura es uno de los negocios más sostenibles del sector alimentario"

lunes 22 de enero de 2024

España - Tahiche Lacomba: "La acuicultura es uno de los negocios más sostenibles del sector alimentario"

El director general de Avramar destaca el potencial de España en el desarrollo de la actividad de las granjas marinas y sus planes de expansión

José Luis Zaragozá

20·01·24
Levante El Mercantil Valenciano, Valencia
https://www.levante-emv.com/economia/2024/01/20/tahiche-lacomba-acuicultura-negocios-sostenibles-97121256.html

Hijo y nieto de marineros
Tahiche Lacomba (València, 1973), licenciado en Ciencias Biológicas en la Universitat de València, es hijo y nieto de marineros del barrio del Cabanyal. El máximo ejecutivo del imperio de granjas marinas en España en manos de un grupo griego cuenta con un máster en Gestión de Empresas por la Escuela de Negocios Lluís Vives. Tras algunas colaboraciones con la propia Universidad y en la conselleria de Medio Ambiente, en 1999 inició su propio proyecto empresarial y lo hizo en el ámbito de la acuicultura, junto a otros empresarios del sector de la alimentación. Esa iniciativa vio la luz en 2001 y representó el germen de lo que hoy es Avramar, de la que es socio y fundador. Dentro de la compañía, Tahiche Lacomba se ocupó inicialmente de aspectos más vinculados a la producción para, más tarde, dedicarse a labores comerciales y también a las relativas a adquisiciones y expansión del negocio. Finalmente, se centró en el área comercial y en la dirección general y, en la actualidad ocupa el cargo de ‘country manager’ para la división española del grupo: Avramar España. Ha participado en todas las compras y fusiones de más de diez empresas durante este periodo.

El sector agroalimentario concluye un año marcado por la inflación, el alza de los costes de explotación y la subida disparatada de los precios que soportan los consumidores. ¿Cómo ha impactado ese escenario a las empresas de la acuicultura?

Ha sido un año difícil. Además, llevamos tres ejercicios de problemas constantes por razones diferentes. En 2020, sufrimos como pocos las consecuencias del temporal ‘Gloria’, pues destrozó varias granjas en todo el litoral mediterráneo, entre ellas las nuestras. Arrasó toda la instalación de Burriana, la de Murcia y otras granjas de la competencia. Se perdió casi un 30% de la producción de todo el sector en España. En marzo de aquel año llegó la pandemia de coronavirus. España fue uno de los países que funcionó mejor porque las grandes superficies de distribución trabajaron bien pero en la restauración, no. Después de un período crítico llegó la guerra en Ucrania. Las materias primas para elaborar piensos representan algo más del 50% de nuestros costes de explotación, con lo que estos se han disparado. Y por si faltaba algo, en 2023 ha habido más adversidades climáticas.

¿Cúales?
La corriente del Atlántico que normalmente se para en Cabo de Gata subió hasta Tarragona en 2023. Por eso las temperaturas de la costa en verano han sido muy altas. Alcanzaron casi 29 grados. Y de repente, a mitad de octubre, bajaron ocho grados en un día. El pescado no se desarrolla bien en esas condiciones.

¿Qué comerán más los españoles en el futuro? ¿Carne o pescado?
Seguro que el pescado va a seguir creciendo, si bien nunca va a ganar a la carne. El pescado es mucho más saludable. Y más sostenible. Evitamos que se esquilmen algunos territorios marinos. Según los informes que manejamos el pescado cada día se produce más en acuicultura. Mientras los pollos requieren ciclos de 25 días los del pescado son de un año y medio. Aunque España tenga una costa muy grande está limitada porque no se puede producir en todo el territorio.

Hablando de costas. El Atlántico, la costa mediterránea catalana, valenciana, murciana o andaluza. Los ríos de Castilla, de Andalucía o Aragón. ¿Cuáles son las aguas más productivas para este negocio?
Va por especies. La costa mediterráneas es muy productiva para la dorada, lubina y corvina, que también se producen en Grecia en grandes cantidades. En España, las zonas más adecuadas y con mejores costes teóricos se sitúan desde el cabo de el cabo de la Nao hasta Murcia. ¿Por qué? A veces se producen corrientes atlánticas y desde Gandia o Dénia hacia el norte llegan temporales y hay más riesgo que en la zona marítima de Alicante, protegida por las islas Baleares.

Solo la mitad del pescado de cultivo que se consume en España se produce aquí.

Se va a mantener esa tendencia. España, Grecia y Turquía son líderes en producción y venta de pescado fresco. De Asia importamos otras especies. El langostino también se trae mucho, de Ecuador o Perú. Y el salmón, de Noruega y Escocia. Comprando alimentos de acuicultura de España contribuyes a conservar mares y ríos.

¿Cómo impacta la crisis en el Mar Rojo en el negocio de la acuicultura del Mediterráneo?
No afecta excesivamente. La guerra de Rusia en Ucrania, sí. Las materias primas siguen con precios disparados. En cualquier caso, la decisión de las navieras de desviar grandes buques del Canal de Suez por Sudáfrica nos puede afectar en el medio plazo. Los piensos son elaborados a partir de granos de soja o harinas de girasol, entre otras materias primas, que se importan en grandes cantidades de Ucrania.

¿Qué previsiones de ventas maneja Avramar para 2024?
Prevemos unas cifras similares a las del año que acaba de concluir. En España y Portugal hemos logrado una cifra de facturación de 76 millones de euros, que se suman a los 90 millones de las ventas en la península ibérica que proceden del grupo en Grecia. Respecto al año anterior han sido una cifras un 8% inferiores. En volumen, hemos alcanzado las 30.000 toneladas. El 2023 ha sido un ejercicio de consolidación por la estructura de costes y de concentración de instalaciones. Hemos cerrado instalaciones que teníamos alquiladas y maximizado las de Calp, Villajoyosa y Campello. Mantenemos la de Burriana y tres, en Murcia. Hemos abandonado la de Lanzarote.

¿Es la acuicultura una actividad sostenible?
Sí, por muchas razones. Somos uno de los sectores más sostenible de la economía primaria. La huella de carbono que deja no es comparable, por ejemplo, con la que dejan las granjas avícolas, vacunas o porcinas. El pescado no consume agua. Ni energía. Los peces viven acoplados a la temperatura del agua del mar y en su estado inicial, en unas instalaciones que hay que mantener a unos 36 grados centígrados. Además, para producir un kilo de pescado necesitamos mucho menos pienso que otros animales. Así, cada 1,7 o 1,8 kilogramos de pienso se transforma en uno de pescado. Los citados animales necesitan 7 u 8 kilogramos, que en el caso de las vacas se eleva a 25 kilogramos.

¿Qué planes de innovación propone el sector?
Avramar tiene licencias de actividad para seguir creciendo en 2024 con nuevas instalaciones. El tema son los precios. Tienes que competir con Grecia y Turquía. En el terreno de la innovación se puede mejorar la actividad con la oferta de pescados en bandejas en las tiendas que ya ofrecen algunas cadenas. En los de quinta gama, es decir, preparados y listos para comer, todavía tienen unas ventas muy reducidas. En España estamos muy acostumbrados a querer ver la cabeza y el ojo del pescado. Eso genera más confianza a los consumidores. En cambio, en el norte de Europa no se ven cabezas ni ojos. Todos están ya preparados para su venta.

¿Abrirán nuevas granjas marinas Avramar?
Hemos conseguido una licencia en El Campello que en principio es para este año. Este ejercicio será de consolidación. En 2024 esperamos crecer en cifra de ventas por una razón: porque esperamos que los precios serán superiores en comparación con 2023. Y en volumen, lograremos una producción parecida.

Los fondos de inversión desembarcan en España en el ámbito agroalimentario. El negocio de la acuicultura, ¿también es atractivo para esas grandes sociedades de capital?

Sin duda. Avramar está en manos a dos fondos: Amerra Capital que es de Estados Unidos, y de Mubadala, fondo soberano del gobierno de Abu Dabi. Con todo, yo sigo como socio minoritario. Los fondos de inversión se interesan por el sector porque la alimentación siempre va a ser una necesidad para la humanidad. Y España es una gran consumidor de pescado aunque sea deficitario en producción. La costa española es muy buena en comparación con la de nuestros países competidores. Y por supuesto, mucho más que la costa africana. Somos deficitarios porque importamos más de la mitad de lo que consume.

Los paladares más sibaritas, ¿distinguen los pescados de piscifactorías de los salvajes?
Sí. Ahora bien, al realizar un análisis en laboratorio se observan pocas diferencias organolépticas en su composición. ¿Qué pasa con el sabor? Pues que una lubina, corvina o trucha de granja marina tiene más grasa. Esa grasa es sana: tiene Omega 3. Y en segundo lugar, son pescados más jugosos que los salvajes. Un pescado salvaje, o lo cocinas bien o se te queda seco.

¿Cómo afecta el cambio climático a las granjas marinas?
Los temporales marítimos sufridos estos últimos años han sido devastadores para el sector. Si son debidos o no al cambio climático no lo puedo afirmar. Tenemos los dos extremos más grandes de temperatura de aguas tanto de calor en verano como en invierno. Sin duda, la acuicultura es una actividad muy expuesta a la climatología, como todo el sector primario de la economía.

El cultivo de algas, ¿tiene futuro en España?
Nosotros trabajamos con algas porque las larvas son parte del alimento de los peces en sus ciclos iniciales. Otra cosas es el cultivo de algas para consumo humano, para usos en la alimentación. Las algas consumen CO2, no consumen alimento, limpian y depuran. La lógica dice que pueden tener mucho futuro como actividad agroalimentaria en los próximos tiempos. En España su cultivo es residual. Hay producción de algas para generar sedimentos y condimentos. En Japón sí hay mucho consumo de algas.