Fuente: Cambio 16, Madrid
España - El milagro de multiplicar los peces requiere, más que fe, consumo responsable
El consumo de productos marinos no es exclusivo de la Semana Santa, por ello la
viernes 18 de abril de 2025

España - El milagro de multiplicar los peces requiere, más que fe, consumo responsable
Por Nelson Hernández
17/04/2025
Cambio 16, Madrid
https://www.cambio16.com/milagro-de-la-pesca-sostenible-mas-que-fe-consumo-responsable/
Semana Santa invita a reflexionar sobre el consumo de pescado. Elegir especies de temporada, apoyar la pesca artesanal y optar por productos certificados son clave para un banquete marino sostenible
Con la llegada de la Semana Santa resurge la costumbre de sustituir en las mesas la carne por pescado, en especial durante el Viernes Santo. El acto, cargado de simbolismo religioso y familiar, invita a reflexionar en la mejor manera de honrar la tradición sin agotar los mares y océanos, fuente de vida y sustento. La vía más expedita es el consumo consciente y responsable que garantice la pesca sostenible de los recursos marinos.
La Semana Santa no es solo una fecha en el calendario; es un espejo que refleja nuestros hábitos y su impacto en el planeta. El incremento en la demanda de pescado, impulsado por la tradición, ejerce una presión considerable sobre las poblaciones marinas, muchas de las cuales ya se encuentran al borde del colapso. Ignorar esta realidad sería cerrar los ojos ante una crisis ambiental que amenaza la biodiversidad y el equilibrio de los ecosistemas marinos.
El período de recogimiento y reflexión brinda la oportunidad de cuestionar nuestras elecciones alimentarias y de adoptar prácticas más respetuosas con el medio ambiente. No se trata de renunciar al placer de disfrutar de los sabores del mar, sino de hacerlo de forma inteligente. Priorizar el consumo de especies de temporada, apoyar la pesca artesanal y optar por productos certificados que garanticen su origen sostenible.
El dilema de la demanda
El aumento en la demanda de pescado durante la Semana Santa plantea un desafío significativo. Si bien esta costumbre puede parecer inofensiva, su impacto acumulativo puede tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas marinos. Sin embargo, el problema va más allá del consumo durante los días de fervor religioso y está vinculado con la sostenibilidad de océanos y mares.
Datos de la FAO revelan una realidad preocupante: más de un tercio de las poblaciones de peces a nivel mundial están sobreexplotadas. La pesca indiscriminada, la destrucción de hábitats marinos y la contaminación contribuyen a la disminución de las poblaciones de peces y a la alteración de los ecosistemas marinos. Ante este panorama, el incremento en la demanda durante la Semana Santa lo que hace es agravar aún más la situación y acelerar el agotamiento de los recursos marinos.
La sobreexplotación pesquera no solo afecta a las poblaciones de peces, sino que también tiene un impacto negativo en otras especies como mamíferos marinos, aves marinas y tortugas. Las redes de pesca pueden capturarlas de forma accidental y provocar su muerte o lesiones graves. Además, la pesca de arrastre puede destruir los fondos marinos y los hábitats de muchas especies.
La elección de especies de temporada, la verificación responsable de etiquetas y certificaciones, la disminución del consumo de especies en peligro y el apoyo a la pesca artesanal son acciones sostenible que pueden marcar la diferencia.
Entre las especies que debemos evitar se encuentran el atún rojo, el bacalao, el pez espada y el tiburón. Han sido objeto de sobrepesca durante décadas y sus poblaciones se han reducido drásticamente. Al evitar su consumo, podemos contribuir a que sus poblaciones se recuperen y garantizar que las generaciones futuras puedan disfrutar de sus beneficios.
Consumo sostenible de pescado
Consumir pescado de forma sostenible implica adoptar un enfoque que tenga en cuenta los aspectos ambientales, sociales y económicos de la pesca. No se trata simplemente de elegir una especie sobre otra, sino de comprender el impacto de nuestras decisiones y de impulsar prácticas que promuevan la salud de los océanos y mares y el bienestar de las comunidades pesqueras.
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La pesca sostenible y el consumo responsable son imprescindibles parala protección de la vida marina / mutantmommy / Pixabay
Es esencial informarnos sobre el origen del pescado que consumimos, los métodos de pesca utilizados y el impacto ambiental de la actividad pesquera. Organizaciones como Greenpeace y WWF ofrecen guías de consumo responsable que ayudan a tomar decisiones informadas y a evitar el consumo de especies sobreexplotadas o capturadas mediante prácticas destructivas. Al convertirnos en consumidores informados, podemos ejercer presión sobre la industria pesquera para que adopte prácticas más sostenibles.
La sostenibilidad no es solo una cuestión de elección individual, sino también de políticas públicas y regulaciones que promuevan la pesca responsable y la protección de los ecosistemas marinos. Es esencial apoyar iniciativas que fomenten la investigación científica, la gestión pesquera basada en la ciencia y la creación de áreas marinas protegidas. Al trabajar juntos, se puede crear un marco legal y regulatorio que garantice la sostenibilidad de los recursos marinos y el bienestar de las comunidades pesqueras.
Brújula para un festín marino responsable
Optar por especies de temporada y de proximidad es una estrategia fundamental para reducir el impacto ambiental de nuestro consumo de pescado. Al elegir especies que se encuentran en su mejor momento biológico y que se capturan cerca de nuestro lugar de residencia, contribuimos a disminuir la presión sobre las poblaciones de peces y a reducir la huella ecológica del transporte.
Los pescados de temporada, como la sardina, el boquerón o el jurel, son una opción más sostenible que especies más demandadas como el atún rojo o el bacalao, que a menudo se encuentran sobreexplotadas. Las especies, además de ser deliciosas y nutritivas, tienen un menor impacto ambiental. Esto debido a su abundancia y a los métodos de pesca utilizados para su captura.
La elección de pescado de proximidad también contribuye a reducir la huella ecológica del transporte. Evita la necesidad de transportar el pescado desde largas distancias. Al apoyar a los pescadores locales y a los mercados de proximidad, fomentamos la economía local y contribuimos a la sostenibilidad de las comunidades costeras.
Además, consumir pescado de temporada y de proximidad permite disfrutar de productos más frescos y de mayor calidad. El tiempo transcurrido entre la captura y el consumo es mucho menor. Con ello se fomenta la diversidad de productos y se contribuye a la preservación de las tradiciones culinarias de nuestra región.
Sellos de garantía para un consumo ético
Al comprar pescado se debe prestar atención a las etiquetas y certificaciones que garantizan su origen sostenible. Sellos como el MSC (Marine Stewardship Council) o el Dolphin Safe son una herramienta valiosa para identificar productos que provienen de pesquerías gestionadas de forma responsable y que respetan el medio ambiente marino.
El sello MSC, por ejemplo, certifica que el producto proviene de una pesquería que cumple con los estándares de sostenibilidad. Como la gestión de las poblaciones de peces, la minimización del impacto ambiental y la eficacia de la gestión pesquera. Al elegirse los que traen el referido sello, se apoyan prácticas pesqueras responsables que contribuyen a la conservación de los océanos.
El Dolphin Safe, por su parte, garantiza que el atún ha sido capturado sin dañar a los delfines, que a menudo son víctimas de la pesca con redes de cerco. Al elegir su consumo contribuimos a proteger a estos mamíferos marinos y a promover prácticas pesqueras más selectivas.
Es importante recordar que las certificaciones y etiquetas son útiles, pero no infalibles. Es fundamental informarnos sobre los diferentes sellos y certificaciones disponibles y verificar su credibilidad antes de tomar una decisión de compra. Al convertirnos en consumidores informados, podemos contribuir a promover prácticas pesqueras responsables y a proteger los océanos.
Acuicultura sostenible
La acuicultura, o cría de peces en cautividad para consumo, puede ser una alternativa sostenible a la pesca extractiva. La acuicultura sostenible puede contribuir a reducir la presión sobre las poblaciones de peces silvestres y a garantizar el suministro de alimentos marinos para las generaciones futuras.
Para que la acuicultura sea sostenible debe respetar los estándares ambientales y sociales. Es importante que se evite la contaminación de las aguas, que se utilicen piensos sostenibles y que se protejan los ecosistemas marinos. Además, debe velar por el respeto de los derechos de los trabajadores y que se promueva el desarrollo de las comunidades locales.
Al elegir productos de acuicultura, es importante buscar certificaciones que garanticen su sostenibilidad, como el sello ASC (Aquaculture Stewardship Council). Certifica que el producto proviene de una granja acuícola que cumple con estándares de sostenibilidad, que incluyen la protección del medio ambiente, el bienestar animal y la responsabilidad social.
La acuicultura sostenible tiene el potencial de convertirse en una fuente importante de alimentos marinos en el futuro. Pero para que lo llegue a ser debe gestionarse de forma responsable que minimice su impacto ambiental.
Un milagro al alcance de todos
La idea de la multiplicación de los peces, presente en diversas tradiciones religiosas, puede servir como metáfora de la posibilidad de lograr un equilibrio entre el consumo de pescado y la sostenibilidad de los océanos. Si bien no podemos multiplicar literalmente los peces, sí podemos adoptar prácticas que permitan aumentar su abundancia y garantizar su disponibilidad para las generaciones futuras.
Las políticas públicas y regulaciones deben garantizar que el consumo se satisfaga con pesca responsable y sostenible que proteja los ecosistemas marinos. Es esencial apoyar iniciativas que fomenten la investigación científica, la gestión pesquera basada en la ciencia y la creación de áreas marinas protegidas. Al trabajar juntos, podemos crear un marco legal y regulatorio que garantice la sostenibilidad de los recursos marinos y el bienestar de las comunidades pesqueras.
De igual manera se debe educar y concienciar a la población sobre la importancia de la sostenibilidad marina. Al informar a los consumidores sobre el impacto de sus decisiones y al promover prácticas de consumo responsable, podemos crear una cultura de respeto hacia los océanos y garantizar su salud para las generaciones futuras.