Fuente: Interferencia, Santiago de Chile

Chile - Salmoneras registran 824 mil peces fugados desde 2020 hasta junio de 2023

miércoles 19 de julio de 2023

Chile - Salmoneras registran 824 mil peces fugados desde 2020 hasta junio de 2023

18/07/2023
Interferencia, Santiago de Chile
https://interferencia.cl/articulos/salmoneras-registran-824-mil-peces-fugados-desde-2020-hasta-junio-de-2023

De acuerdo con Sernapesca, solo 101 mil de estos peces pudieron ser recapturados. La empresa Nova Austral lidera la lista con 328 mil fugas, las que según explica Greenpeace, provocan “depredación, desplazamiento y nuevas enfermedades en la fauna nativa”, además de la “modificación de condiciones naturales” del medio marino.

El 1 de octubre de 2021, 328.331 salmones escaparon de las jaulas de la empresa Nova Austral S.A. en Magallanes. Ninguno de ellos fue recapturado. Aquel incidente representa un 40% de todas las fugas de salmones de centros acuicultores desde 2020, periodo en que 824 mil ejemplares han sido liberados por accidente en aguas chilenas, de acuerdo con datos obtenidos vía Ley de Transparencia desde Sernapesca.

De ese total, apenas 101 mil peces alcanzaron a ser recapturados. Esto implica que 720 mil ejemplares de esta especie exótica y depredadora, en distintas etapas de crecimiento y con distintos niveles de antibióticos en su sistema, fueron liberados en lagos y mares del país durante los últimos dos años y medio.

"Debido a la cantidad de fecas que producen estas altas cantidades de salmones, generan una descarga importante de desechos orgánicos al agua, [...] lo cual desencadena una pérdida en la calidad del agua, favorecimiento del crecimiento de algas tóxicas (FAN)”.

“Pueden impactar en las especies nativas debido a sus características depredatorias”, además de "generar transmisión de enfermedades a otras especies” y la “propagación de antibióticos en el medio marino”, explica un informe elaborado por las organizaciones ambientalistas Greenpeace, FIMA y AIDA sobre el impacto de la industria salmonera en la Reserva Nacional Kawésqar, en Magallanes. (Lea acá el informe).

Si bien la liberación de cientos de miles de salmones al ecosistema chileno representa un desastre ambiental, las cifras actuales indican una disminución en comparación con años anteriores. Entre 2010 y 2020, 4.5 millones de salmones se fugaron de centros chilenos, de acuerdo con datos de Sernapesca revelados en octubre de 2020 por Interferencia.

Esto significa que de mantenerse el volumen de escapes registrado entre 2020 y junio de 2023, para 2030 Chile registraría 3.2 millones de fugas en el lapso de diez años.

Para poner estos datos en perspectiva, Noruega registró menos de la mitad de fugas que Chile entre 2010 y 2020, con 2.1 millones de escapes en esos diez años.

Consultados por Interferencia, desde Greenpeace profundizaron en las consecuencias de liberar en el ecosistema nacional cientos de miles de estos peces carnívoros. Silvana Espinosa, vocera de la organización, explicó que estos modifican “las condiciones naturales de la columna de agua y en general del medio marino (ph, turbidez, nutrientes, etc.)”.

Al respecto, da un ejemplo: “debido a la cantidad de fecas que producen estas altas cantidades de salmones, generan una descarga importante de desechos orgánicos al agua, lo cual produce la eutrofización del medio marino. Es decir, se provoca un exceso de nutrientes, lo cual desencadena una pérdida en la calidad del agua, favorecimiento del crecimiento de algas tóxicas (FAN) e incluso la generación de zonas muertas ‘sin oxígeno’ y la pérdida de biodiversidad”.

Espinosa también desarrolla los tres principales impactos de las fugas de salmones en cuanto a la fauna nativa. Primero, el consumo de los peces nativos, ya que estos peces son “una especie exótica invasora carnívora que depreda todo a su paso”. Segundo, les transmiten nuevas enfermedades, ya que el salmón, al ser una especie exótica, “trae consigo enfermedades de su lugar de origen, introduciendo patógenos nuevos a las especies nativas”. Además de esto, la fauna nativa resulta desplazada a otros lugares, “debido a que los salmones se asilvestran, se adaptan y se apoderan de una zona, generando poblaciones estables que ocupan zonas propias de las especies nativas, quitándoles sus lugares de refugio, sus nichos y su alimentación”; indica Silvana.