Fuente: IPaAcuicultura.com

Canadá - Política versus realidad, los productores de salmón de Columbia Británica insisten en la inviabilidad de trasladar las granjas a tierra o producir en sistemas cerrados en el mar

miércoles 11 de septiembre de 2024

Canadá - Política versus realidad, los productores de salmón de Columbia Británica insisten en la inviabilidad de trasladar las granjas a tierra o producir en sistemas cerrados en el mar

11/09/2024
IPaAcuicultura.com
https://www.ipacuicultura.com/noticia-70713-seccion-Internacional

La Asociación de Productores de Salmón de Columbia Británica han vuelto a hacer un llamamiento al Gobierno canadiense para que reconsidere su decisión de prohibir la acuicultura de salmón en jaulas abiertas en las aguas costeras de la provincia para el 30 de junio de 2029 y valore seriamente los nefastos y graves impactos de dicha decisión; entre ellos la destrucción de los más de 4600 empleos directos en los que se apoya la industria. Lo ha hecho en una misiva y con motivo del retiro de tres días en la isla de Vancouver (Columbia Británica) del caucus del partido Liberal, con el primer ministro Justin Trudeau a la cabeza, para trazar su estrategia de cara al próximo año electoral.

Lo hacen también en un momento en el que se sigue a la espera de que se haga público el borrador del plan anunciado por el Gobierno federal que detallaría la transición de las jaulas abiertas en el mar a la producción en tierra o en sistemas cerrados en el mar, cuya fecha límite se había fijado para el 31 de julio de este año. En cualquier caso, los salmoneros de Columbia Británica insisten en que el cronograma para la transición al confinamiento cerrado para 2029 es, a todas luces, “inalcanzable” y que su ejecución conllevaría enormes impactos tanto para el sector como para las comunidades que dependen de él.

Estas dos cuestiones son sobre las que los productores de salmón de Columbia Británica quieren advertir a los miembros del grupo parlamentario liberal reunido en Nanaimo (CB) para definir la próxima estrategia electoral.

Así, califican el cronograma de transición como de “poco realista e inalcanzable”: y es que un período de cinco años para abandonar la infraestructura de cultivo tradicional “es inviable”. Este cronograma, recuerdan, “no tiene en cuenta las limitaciones de las infraestructuras en áreas remotas ni la más novedosa tecnología en el cultivo de salmón, “que hasta ahora no se ha podido llegar a escalar con éxito”. La expectativa de producir 70 000 toneladas de salmón de la provincia en sistemas de contención cerrados terrestres o marinos en un período de tiempo tan corto -insisten- “no es solo nada realista, sino además irresponsable”.

Hablan también en su misiva del impacto económico y de accesibilidad a los alimentos: “este plan aumentará los precios de los alimentos y amenazará la seguridad alimentaria en el país y en toda América del Norte, al tiempo que exacerbará la tensión económica en las comunidades costeras rurales, que ya están sufriendo los efectos del cierre de un 40% de las granjas, la pérdida de 1500 puestos de trabajo relacionados con el cultivo de salmón y otros desafíos sin precedentes como el accesibilidad a la vivienda”. En términos financieros y de empleo señalan que un plan de transición mal concebido, podría acabar con la cría de salmón en Columbia Británica, ocasionando con ello una pérdida económica anual en la provincia de 1200 millones de dólares, una reducción de 447 millones de dólares del PIB y la pérdida de más de 4600 puestos de trabajo.

Lamentan también el entorno de incertidumbre creado por las decisiones del Gobierno”que ha reducido la confianza en Canadá como lugar de inversión”. De hecho, multinacionales del sector como Mowi, Grieg Seafood o Cermaq ya han hecho público que están reconsiderando sus estrategias en materia de inversiones así como paralizando proyectos de inversión debido a la inestabilidad de las políticas, reasignando fondos de capital e innovación a otras localizaciones.

UN PLAN QUE NO PROTEGE AL SALMÓN SILVESTRE
Hacen especial hincapié en las “afirmaciones falsas” utilizadas de manera constante y machacona por los activistas ambientales en cuanto a que las granjas de salmón amenazan gravemente al salmón salvaje del Pacífico debido a los piojos de mar y las enfermedades. Afirmaciones contrarias a la dice la evidencia científica: “Los propios científicos federales han demostrado repetidamente que las granjas de salmón representan ‘un riesgo mínimo’ para el salmón salvaje del Pacífico. De hecho, la evidencia muestra que la transmisión de enfermedades desde las granjas requeriría 1600 años para tener un impacto del 1% en las poblaciones de salmón rojo del río Fraser”. Datos recientes, añaden, “muestran que la eliminación de las granjas no ha reducido los niveles de piojos de mar en ninguna zona, echando por tierra las afirmaciones infundadas de que las granjas afectan negativamente a las poblaciones de salmón salvaje”.

LOS BENEFICIOS DE UNA SENDA DE FUTURO RESPONSABLE
Para los productores de salmón de Columbia Británica no todo está perdido, y aseguran que un “plan de transición colaborativo y bien pensado podría transformar el sector de la cría de salmón de Columbia Británica convirtiéndolo en un importante contribuyente a la actividad económica de Canadá”. Con un plan responsable, y según sus estimaciones, “para 2030 esta actividad económica podría generar 2370 millones de dólares anuales y 880 millones de dólares en términos PIB, así como 9210 puestos de trabajo con 520 millones dólares en salarios. Para 2040, esta cifras podrían crecer hasta los 3.900 M$ en actividad económica y 1450 M$ en PIB, con más de 15 200 puestos de trabajo y 860 M$ en salarios.

En este sentido apuestan por la innovación y las inversiones en nuevas tecnologías así como por reducir los potenciales riesgos en la cría. Consideran que las nuevas tecnologías y ampliar las instalaciones podría impulsar la innovación, ayudar y dar soporte a las comunidades rurales a través de mejores infraestructuras y respaldar una economía azul próspera en Columbia Británica.

En el plan que proponen también se aboga por restaurar las poblaciones de salmón salvaje, alcanzar un alto nivel de reconciliación con las Primeras Naciones y crear oportunidades económicas relevantes para las comunidades rurales, costeras e indígenas.

Consideran también que un plan estable y realista restablecería la confianza de los inversores y enviaría una señal a los socios internacionales de que Canadá es un lugar seguro y atractivo para la inversión.

Concluyen su carta instando al caucus Liberal Federal a “colaborar con el sector en el desarrollo de una estrategia viable basada en la ciencia que respalde tanto al sector de la cría de salmón como a las comunidades que sustenta”.

LA INVIABILIDAD ACTUAL DE TRASLADAR LA PRODUCCIÓN A TIERRA
Reemplazar cerca de las 70 000 toneladas de salmón que se producen anualmente en los centros de cultivo en Columbia Británica a través e instalaciones en tierra y/o el uso de sistemas cerrados en el mar en un periodo de cinco años es un imposible. En el caso de los sistemas cerrados en el mar, a día de hoy a nivel mundial sólo se están realizando pruebas y proyectos piloto. La tecnología prácticamente acaba de nacer. ¿Qué sucede con las granjas en tierra? Los productores de salmón ofrecen algunos datos generales de lo que supondría y de los requerimientos para llevarlo a cabo.

Además de la necesidad de que la tecnología se desarrolle mucho más, destacan que se necesitaría una extensión de 28 000 campos de fútbol canadienses para trasladar las instalaciones existentes en el mar a tierra -y esto en una zona donde el acceso a tierras es muy limitado-; que para cultivar 75 000 toneladas de salmón en tierra se necesitarían 4160 millones de litros de agua solo para llenar los tanques; o que la inversión de capital requerida par trasladar toda la producción de Columbia Británica a tierra sería de 1800 millones de dólares. A lo que se sumaría que, dado que el coste de criar salmón en tierra se estima que sería de aproximadamente 20 dólares por kilo, comprarlo estaría fuera del alcance de gran parte de los canadienses.