Fuente: El Comercio, Lima
Peru - Urge modernizar los puertos
jueves 27 de junio de 2002
Es muy positivo el anuncio, luego de innumerables prórrogas, de que la
comisión multisectorial ha elaborado el anteproyecto de la nueva ley de
puertos. Al margen de algunas preocupaciones como la multiplicidad de
entidades públicas involucradas y la injerencia en las funciones del
regulador, esperamos de cualquier manera que sea debatido y aprobado por el
Congreso a la brevedad posible.
Pese a que la falta de inversión en puertos es una de las principales
desventajas externas que tiene nuestro país, el proceso de concesión fue
suspendido por el Parlamento a fines del 2000, a escasas 24 horas de la
entrega de la buena pro a los postores de cinco puertos regionales. En el
último año y medio desde esa intervención, la brecha de la competitividad
portuaria ha seguido ampliándose y -como resalta un reciente informe sobre
las necesidades de inversión en infraestructura pública- el sector necesita
de inmediato US$271 millones en equipamiento solo para estar en condiciones
de ofrecer un servicio óptimo, aunque mínimo, acorde con los requerimientos
modernos del comercio.
Pero la intervención del Congreso no solo se ha limitado a postergar las
inversiones privadas en los puertos, sino que también intenta reintroducir a
nuestra legislación laboral la rigidez y las distorsiones en favor de unos
pocos estibadores sindicalizados que hicieron en los ochenta del puerto del
Callao el más caro e ineficiente de Latinoamérica. La ley del trabajo
portuario correctamente observada por el Ejecutivo ha sido aprobada de nuevo
por la Comisión de Trabajo, luego de sesionar extrañamente un viernes por la
noche. Además lo hizo con una celeridad que confirmaría la falta de voluntad
por reflexionar sobre ella.
Esperamos que el pleno del Congreso no apruebe nuevamente esa disposición
que, intentando beneficiar a unos pocos privilegiados, nos perjudicaría al
resto de peruanos, porque dañaría seriamente nuestra competitividad como
país.