Fuente: El Comercio, Lima

Peru - Murio Thor Heyerdahl a los 87 años

viernes 19 de abril de 2002

Considerado el último romántico del siglo XX, el geólogo, etnólogo,
antropólogo y navegante Thor Heyerdahl murió ayer víctima de un cáncer al
cerebro, a la edad de 87 años. Apasionado, dedicó su existencia a demostrar
lo imposible: que la Polinesia fue poblada desde Sudamérica.

Hace una semana Heyerdahl había dejado de tomar medicinas

Oslo [AFP]. El aventurero noruego Thor Heyerdahl, el incansable explorador
cuyo máximo logro fue cruzar el océano Pacífico en la balsa Kon-Tiki en
1947, concluyó su último viaje anoche en Italia, donde falleció a los 87
años.

Afectado por un cáncer del cerebro incurable, pero fiel a su costumbre de no
dejar a nadie el timón, Heyerdahl tomó deliberadamente la decisión de
"alcanzar el crepúsculo", según su propia expresión, al renunciar la semana
pasada al tratamiento médico.

Nacido el 6 de octubre de 1914 en Larvik (sur) en una familia de cerveceros,
feroz adversario del conformismo, siempre vivió como le dio la gana,
planteándose los desafíos más locos y provocando numerosas críticas de los
que no apreciaban sus métodos poco convencionales.

De niño, cuando todavía iba a la escuela primaria, Heyerdahl abrió su propio
pequeño museo de zoología, con el apoyo de su madre, a la que le encantaban
las ciencias naturales, y el dinero de su padre.

Tras estudiar biología y geografía en Oslo, a los 22 años viajó al
archipiélago de las islas Marquesas, en el Pacífico, para estudiar la fauna
y la flora.

Fue entonces cuando empezó a desarrollar su idea de que las poblaciones
locales podían ser originarias de América Latina y no solo del sureste
asiático, como afirmaba la tesis dominante.

Para dejarlo patente, se embarcó en 1947 en la balsa de juncos Kon-Tiki,
acompañado por cinco hombres, y atravesó en 101 días los 8.000 kilómetros
que separan Perú de Polinesia.

Por la película sobre la travesía recibió un Óscar, mientras que el libro
que escribió fue traducido a 67 lenguas. Heyerdahl se convirtió entonces en
especialista de las migraciones de los pueblos que no dejaron rastros
escritos.

En 1969, a bordo del Ra, con otra balsa esta vez de papiro y con bandera de
la ONU, inició la travesía del Atlántico para demostrar que los egipcios
podían haber mantenido contactos con América antes del descubrimiento del
continente por los vikingos y Cristobal Colón.

La embarcación se hundió, pero Heyerdahl construyó el Ra-2 con la ayuda de
indios bolivianos del lago Titicaca y logró hacer la travesía al año
siguiente.

En 1977, en un gran barco de caña, el Tigris, intentó demostrar que los
habitantes de Sumeria, con la única fuerza del viento y las corrientes,
podían haber ido de la ciudad iraquí de Basora y hasta la India y África
3.000 años antes del nacimiento de Cristo.

Acumuló las expediciones que lo llevaron a las Maldivas, a la isla de Pascua
y Perú. Finalmente se estableció en Tenerife, en las islas Canarias, donde
se ocupo de viejas pirámides misteriosas. Fue uno de los noruegos más
famosos y uno de los más polémicos.

El año pasado, con 86 años, tomó la iniciativa de encontrar la cuna de la
civilización de los vikingos en el mar de Azov, al suroeste de Rusia. "No
tengo otra cosa qué hacer y las pensiones en Noruega son demasiado pequeñas
para que uno se dé por satisfecho", explicó.

Según él, Odín, dios de la mitología nórdica, habría existido realmente y
habría sido un jefe guerrero de Asia Central hace 2.000 años.

Sus teorías y su vida

Con una ciencia creada por él, la arqueología experimental, el noruego Thor
Heyerdahl navegó toda su vida contra la corriente, desafiando la ciencia
establecida, para demostrar tenazmente y a veces con riesgo de su vida
aquello que le dictaba su instinto.

Su teoría era que la navegación permitió viajes ilimitados en los tiempos
preeuropeos, y que existe una compleja relación entre la dispersión de las
civilizaciones y la aparición de una avanzada construcción naval hace 5.000
años.

Tras estudiar zoología y geografía en la Universidad de Oslo, y haberse
iniciado en etnografía de los pueblos del Pacífico, huyó en 1937 con su
esposa Liv de la civilización para hacer investigación zoológica práctica en
las islas Marquesas.

En la isla de Fatu Hiva halló esculturas que le recordaron las culturas
precolombinas. Picado por la antropología, viajó en 1939 a estudiar los
territorios indígenas canadienses.

Hijo de un agricultor y madre directora de un museo local noruego, nació el
6 de octubre de 1914, marcado por la fascinación de lo desconocido.

Tras servir como paracaidista en la fuerza aérea libre de la Noruega ocupada
por los nazis, decidió demostrar que las islas de la Polinesia no habían
sido pobladas desde Asia, sino por los ancestros de la América precolombina.

Se hizo construir una balsa de totora similar a las del lago Titicaca en la
frontera peruano-boliviana y con ella salió con otros cinco acompañantes del
puerto peruano del Callao el 28 de abril de 1947.

Cruzó el Pacífico y llegó el 7 de agosto al arrecife de Raroia, en las islas
Tuamotu. Recorrió 8.000 kilómetros solo impulsado por el viento y las
corrientes marinas.

Con su aventura en la Kon Tiki dio por demostrado que las culturas de las
islas polinésicas procedían de la cultura incaica.