Fuente: La Republica, Lima

Peru - Misiones del BID y de EEUU discrepan por planta en Paracas

MARIENELLA ORTIZ

jueves 14 de agosto de 2003

Por MARIENELLA ORTIZ.-

La delegación

Maquinaria pesada transporta la tubería para el tendido del gasoducto en la selva.
del gobierno norteamericano, que incluye a un miembro del Eximbank, se mostró receptiva al pedido de los ambientalistas y organizaciones civiles de trasladar la planta de fraccionamiento del proyecto Camisea, ubicado a 7 kilómetros de la bahía de la Reserva de Paracas, por motivos ambientales.

En ese sentido, solicitaron para los próximos días los posibles términos de referencia de un ìestudio de ubicación de la plantaî a ser desarrollado por alguna institución independiente, tal como lo recomendó la sociedad civil.

Sin embargo, los representantes del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) informaron a los ambientalistas que no exigirán el traslado de la planta de fraccionamiento. Recomendaron que tal pedido lo hagan al gobierno u otras instituciones estatales, por considerar que tal exigencia atentaría contra la autonomía del Estado Peruano.

En ese contexto cabe resaltar la gran influencia que tendría la posición del gobierno de EEUU en la decisión final del directorio del BID en la entrega de crédito de US$ 75 millones. Además, ellos independientemente tomarán una decisión respecto al crédito en suspenso del Eximbank por US$ 145 millones.
En total, está en juego el desembolso de US$ 220 millones.

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Parte de las conclusiones fueron comentadas ayer por los ambientalistas de organizaciones civiles presentes en reuniones diversas con ambas delegaciones extranjeras, preocupadas por los cuestionamientos ambientales al millonario proyecto Camisea.

La delegación del BID liderada por Robert Montgomery hizo notar la necesidad de continuar con las obras en Pisco, relató Liliana Miranda, directora del Foro Ciudades para la Vida.
El gas llegará a Lima en agosto del 2004, aunque no exista una planta de fraccionamiento, puesto que ésta se dedicará a la actividad exportadora y está fijada para la segunda etapa del proyecto, argumentó.

María Elena Foronda, presidente de la Sociedad Nacional de Ambiente, comentó que la delegación de EEUU se mostró más sensible al posible daño al ecosistema de la Reserva de Paracas.

La delegación del BID volverá a reunirse hoy con los grupos ambientalistas.
La otra delegación partirá muy temprano a la Reserva de Paracas para constatar la gran biodiversidad de la zona y el desarrollo de las obras en la planta de fraccionamiento.
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Situación en la Selva

Sobre los efectos negativos en la Selva, Vladimir Pinto, representante de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) dijo que pidieron a ambas delegaciones extranjeras la presencia de un relator de las Naciones Unidas relacionado al tema de poblaciones indígenas, para que evalúe las condiciones en que debe desarrollarse el proyecto en la reserva Nahua Kugapakori. Al respecto, Lelis Rivera, del Centro para el desarrollo del indígena amazónico (Cedia), refirió que existe la preocupación sobre el contagio de enfermedades y sobre la alteración de los hábitat, que puede restringir el acceso a alimentación.

Préstamo es sólo 5% del proyecto Camisea

El viceministro de Energía, Carlos Garaycochea Mejía, responde en esta entrevista a La República las objeciones de corte ambiental a la construcción de la planta de fraccionamiento del proyecto de Gas de Camisea en la zona de amortiguamiento de la Reserva Natural de Paracas.

- Existe el pedido de trasladar la planta de fraccionamiento de Pisco.
¿Ustedes insisten en que ello es imposible?
- En primer lugar este es un proyecto privado, por lo tanto las decisiones que tomen sobre el particular dependen de ellos. Este es un contrato de un proyecto complejo, grande y costoso, ya discutido y en ejecución. Parar una cosa tendrá un costo inmenso. La gente que opina debe hacerlo sobre la base de cómo costear, siquiera, el comenzar a pensar en mover esta planta.

- ¿Pero no se debe tomar en cuenta las opiniones de la sociedad civil?
- Debemos ver qué dice la Constitución sobre la sociedad civil. Cuando se toma una decisión sobre dónde hacer algo ¿preguntamos a la sociedad civil o a las autoridades competentes elegidas? Lo que contempla la ley es que se debe recurrir a las autoridades que dan las licencias, los permisos, entre otros.

- ¿El Perú no firmó acuerdos sobre la intangibilidad de la Reserva de Paracas?
- Y se han cumplido. Nada dice que no se pueda tener una actividad extractiva en una zona de amortiguamiento de una reserva. Lo que se tenía que hacer era un estudio de impacto ambiental correspondiente, que lo hizo Inrena en un periodo de meses y meses.

- Si las delegaciones del BID y del gobierno de EEUU llevan un informe negativo ¿qué ocurriría?
- El BID ya elaboró un documento y se encuentra en la página web del ministerio. Lo que conocemos es que el delegado del gobierno de Estados Unidos tiene algunas inquietudes sobre la planta de fraccionamiento.

- ¿Pero si no se aprobaran los créditos del BID y del Eximbak?
- Los contratistas ya han dicho que lo aprueben o no, el proyecto se cumplirá y el gobierno peruano dice: nos gustaría que el BID sea socio en esto, porque eso ayudará a que todo el mundo vea que las condiciones ambientales se cumplen. Sin embargo, no olvidemos que el préstamo es sólo un 5% de todo lo que cuesta el proyecto.

- ¿Da la impresión que el gobierno se sintiera presionado, por lo millonario del proyecto?
- La forma correcta de decirlo es que el gobierno tiene un compromiso con el país de ejecutar el proyecto y no dilatarlo y no seguir con estas dudas sin conocer todos los elementos de control ambiental.

El impacto ambiental

Camisea está ubicada en la margen izquierda del río del mismo nombre, en el valle del Bajo Urubamba, Cusco, a 431 Km al oeste de Lima. Es un yacimiento con cuatro pozos de gas. Sus reservas estimadas superan los 11 (8.7 según la empresa Pluspetrol, encargada de la extracción del recurso) trillones de pies cúbicos de gas natural.

Según estudios de un grupo de ONGs, el proyecto tendrá impacto en unos 14 mil indígenas de 30 comunidades, especialmente del pueblo Machiguenga, cuyos centros poblados comenzaron a sentir los primeros estragos de la presencia de la maquinaria llevada por las empresas encargadas de la explotación y traslado del gas.

También afectará la Reserva Comunal de Vilcabamba, Pavlik Nikitine, así como la gran cantidad de restos arqueológicos que forman parte del patrimonio nacional del Perú y que están en la ruta del gasoducto.

A ello hay que agregar que las comunidades nativas que por siglos habitaron la zona, viviendo especialmente de la pesca y la caza, se vieron perjudicadas con el permanente enturbiamiento de las aguas del río Urubamba, Apurímac, Ene y Tambo, y la desaparición paulatina de peces, aves y mamíferos, a causa de la contaminación y el ruido de máquinarias.