Fuente: Gestion, Lima

Peru - Bolivia espera recibir enclave sin soberania si gas sale por Chile.

martes 23 de julio de 2002

Versiones de un diario boliviano aseguran que Bolivia ha pedido al Gobierno de Ricardo Lagos un comodato disfrazado de enclave sin soberanía que Bolivia administraría por 99 años. El sistema propuesto implicaría que el país altiplánico imponga un régimen impositivo propio, aplique sus leyes laborales y otorgue en concesión el puerto que estaría bajo su administración. A cambio Chile exigió que el proyecto que transportará el gas boliviano respete las normas ambientales vigentes en ese país y que sean efectivos policiales chilenos los que resguarden la seguridad de la franja.

La Paz.- Un comodato disfrazado de enclave sin soberanía es la fórmula que el gobierno del presidente Jorge Quiroga le ha presentado a su par de Chile, Ricardo Lagos, para resolver la exportación de gas a través de un puerto en el océano Pacífico.

La figura se denomina "enclave económico", una porción de territorio bajo soberanía chilena que Bolivia administraría por el lapso de 99 años en comodato. Con este requisito, Quiroga busca satisfacer la promesa de recuperar la "cualidad marítima" de Bolivia.

Sin embargo, a diferencia de los enclaves tradicionales que se han instaurado en diversos puntos del planeta, Bolivia no ejercerá soberanía plena sobre dicha porción territorial.

Aún así, en esa franja, el Estado boliviano podrá imponer su propio régimen impositivo, aplicar sus leyes laborales y otorgar en concesión el puerto que estaría bajo su administración. Es decir, elementos de un control relativo del Estado boliviano sobre la terminal portuaria. Chile ha puesto como condición que el proyecto deberá acogerse a la legislación ambiental chilena.

En el plano de la seguridad, Chile exige que ésta esté a cargo de efectivos policiales chilenos, ya que no permitiría que uniformados bolivianos realicen esa tarea.

La segunda parte del acuerdo, según las fuentes consultadas por La Prensa, consiste en manener el conflicto de fondo que ambos países sostienen en torno a la soberanía y el enclaustramiento marítimo boliviano bajo un "paraguas" irresuelto, es decir que será materia de negociación diplomática en el futuro.

El acuerdo sería refrendado mediante un tratado internacional, lo que exigiría el restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Este documento deberá ser aprobado por los Congresos de ambos países en el corto plazo con el fin de garantizar la operación de venta del gas a los mercados estadounidenses.

Las fuentes consultadas señalaron que Chile ha puesto varias condiciones ineludibles que Bolivia deberá cumplir si quiere llegar a un acuerdo definitivo sobre esta materia: Ambos países deberían llegar a avanzar hacia un acuerdo binacional para la explotación de recursos hídricos y minerales, dos elementos fundamentales para la economía del norte chileno.

El canciller Gustavo Fernández, autor de la novedosa fórmula, no quiso dar mayores explicaciones al respecto y prefirió mantener las negociaciones que se llevan a cabo con Chile en la más absoluta reserva. El gobierno de Quiroga consultará formalmente al presidente electo del país, que se descuenta sería Gonzalo Sánchez de Lozada, sobre la conveniencia o no de llevar adelante un acuerdo de este tipo con Chile.

Dirigentes del MNR señalaron que ese partido aún no había sido consultado en relación al acuerdo que se firmaría con el país transandino. Sin embargo fuentes contactadas por este medio aseguraron que Goni tendría una opinión favorable para que el gas natural se exporte a través de un puerto chileno.

En los últimos dos años, Bolivia se transformó en una "potencia gasífera continental", luego de certificar la existencia de 52 trillones de pies cúbicos en sus campos del sur del departamento de Tarija. Para exportar el gas a los mercados de Estados Unidos y México es necesario tender un ducto que una los pozos con un puerto sobre el Océano Pacífico.

Pero la elección del puerto se ha convertido en una decisión estratégica de la máxima importancia para la resolución del proyecto Pacific LNG, que conllevaría una inversión de más de 6,000 millones de dólares en los próximos cuatros años en toda la cadena.

Las negociaciones se llevan a cabo contra reloj a raíz de la presión ejercida por las transnacionales interesadas en el negocio de exportación del gas boliviano agrupadas a través del consorcio Pacific LNG (Repsol YPF, British Gas y Pan American Energy) para resolver la futura traza del gasoducto. Dichas empresas adelantaron hace más de cuatro meses que la alternativa más factible es el puerto de Mejillones, ubicado en la Segunda Región de Chile. Descartaron así la posibilidad de exportar el gas por el puerto de Ilo, Perú, ya que -según explicaron- la construcción del ducto tendría un costo adicional de 600 millones de dólares.

Máxima reserva

El periódico chileno La Tercera reveló el sábado que Bolivia y Chile ya llegaron a un "acuerdo secreto" que regulará el transporte de gas natural desde Bolivia hacia Chile para su reexportación hacia los mercados de Estados Unidos y México.

La noticia desató un verdadero revuelo en el gobierno del presidente Quiroga. El ministro de Información Gubernamental, Hernán Terrazas, desmintió categóricamente que el gobierno de Quiroga tenga un pacto secreto con Chile para que la exportación de gas boliviano a los mercados de Estados Unidos se realice por un puerto de ese país. (La Prensa - Bolivia)