Fuente: CNN en Español, Atlanta

Nueva Zelandia - Encuentran un calamar colosal cerca de la Antartida

jueves 3 de abril de 2003

WELLINGTON, Nueva Zelanda (Reuters) -- Pescadores de la Antártida capturaron un calamar poco común y peligroso con ojos del tamaño de platos y decenas de afilados garfios para atrapar a sus presas, anunciaron el jueves científicos de Nueva Zelanda.

El enorme calamar capturado, de sexo femenino, es el segundo ejemplar intacto de este tipo de "monstruos" cefalópodos que se encuentra, dijo el biólogo marino Steve O'Shea, del Museo Nacional de Nueva Zelanda.

"He visto 105 calamares gigantes, pero ver uno como éste es algo impresionante", afirmó O'Shea.

Un barco pesquero capturó el calamar de 150 kilogramos en el subantártico Mar de Ross, a unos 3.600 kilómetros al sur de Wellington.

En el momento de su captura, el espécimen estaba alimentándose de un tipo de pez que puede llegar a medir hasta dos metros de largo. El calamar estaba muerto cuando fue remolcado hasta el barco, y sus restos permanecen ahora en el Museo Nacional de Nueva Zelanda.

El cuerpo del calamar colosal es más grande que el del calamar gigante, que puede pesar hasta 900 kilos en la plenitud de su crecimiento.

Más peligrosos

La bióloga estadounidense Kat Bolstad dijo que el calamar colosal es más peligroso que el calamar gigante, el mítico monstruo de las profundidades que atacó al submarino "Nautilus" del Capitán Nemo en la novela de Julio Verne "Veinte mil leguas de viaje submarino".

"Este es un animal muy agresivo y se mueve rápidamente. Si uno cae al agua en sus cercanías, tendría un grave problema", comentó Bolstad.

El calamar colosal encuentra la comida brillando en las oscuras y profundas aguas del mar, alumbrando a sus presas con sus enormes ojos, los más grandes del reino animal. Sin embargo, es su "armamento" lo que más distingue al calamar colosal de su primo gigante.

Sus ocho brazos y dos tentáculos cuentan con hasta 25 dientes como garfios, profundamente enraizados en su musculatura y capaces de rotar 360 grados, al igual que las ventosas, para evitar que sus presas escapen.

Los garfios no sólo sostienen a los peces, disponiéndolos para sus dos picos (similares a los de un loro), sino que también puede usarlos incluso para defenderse de ballenas hambrientas, informó O'Shea.

Se pensaba que esta especie, cuyo nombre científico es "mesonychoteuthis hamiltoni", vivía a por lo menos un kilómetro de profundidad en las aguas heladas de la Antártida. Sin embargo, este espécimen, hallado hace 15 días, se encontraba cerca de la superficie.

O'Shea afirmó que este descubrimiento plantea nuevas interrogantes sobre qué otros tipos de vida marina puede haber en las profundidades del océano.

"Sabemos tan poco del ecosistema marino en general. Si se descubren animales como éste, ¿qué tendremos a 3.000 metros de profundidad?, ciertamente no lo sabemos", expresó O'Shea.