Fuente: Fish Information Services, FIS
Noruega - Las langosta invertebradas no sienten dolor cuando se las cocina
Daniella Sforza
miércoles 16 de febrero de 2005
Wednesday, February 16, 2005, 21:00 (GMT + 9)
Un estudio reciente de la Universidad de Oslo, financiado por el Gobierno noruego, intenta poner fin al largo debate sobre si las langostas experimentan dolor severo cuando se las arroja en ollas con agua hirviendo.
El informe de 39 páginas sugiere que es probable que las langostas y otras especies invertebradas como los cangrejos, caracoles y gusanos no sufran dolor, a pesar de que se retuercen cuando se las sumerge vivas en agua hirviendo.
El estudio pretende determinar si las criaturas que carecen de columna espinal deberían ser protegidas por la legislación noruega. De esta forma, intenta dar una respuesta a las largas discusiones originadas por las denuncias de activistas de los derechos de los animales, que argumentan que las langostas son sometidas a una agonía tortuosa cuando se cocinan vivas.
Los biólogos que se especializan en estas especies sostienen que su sistema nervioso primitivo y su cerebro subdesarrollado se asemejan a los de los insectos.
Si bien las langostas reaccionan a cambios en los estímulos, como el agua hirviendo, estas reacciones son mecanismos de escape, no una respuesta consciente o una indicación de dolor, insisten los biólogos.
"Las langostas y los cangrejos tienen poca capacidad de aprendizaje, pero no es probable que puedan sentir dolor", señala el informe.
"Es una cuestión semántica: sin cerebro, no hay dolor", dijo Mike Loughlin, un biólogo de la Comisión de Salmón Atlántico de Maine.
Sin embargo, la organización defensora de los derechos de los animales Personas por la Ética en el Trato de los Animales (PETA), tiene otra opinión, y continúa la causa como parte del Proyecto de Empatía Pesquera.
Rechazando los descubrimientos científicos, la organización con sede en Estados Unidos realizó campañas con calcomanías para los automóviles y panfletos que señalan: "Ser hervido duele. Dejen vivir a las langostas", informó Associated Press.
Karin Robertson, de PETA, afirma que el estudio noruego es tendencioso, y que los intereses del Gobierno están en sintonía con la protección de la industria nacional de la langosta.
Con todo, es probable que este debate no se acabe nunca. El estudio noruego admite que se necesita más investigación al respecto porque no se tiene suficiente conocimiento científico sobre el tema.
Por Daniella Sforza
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