Fuente: Fish Information Services, FIS

Mexico - Se complica la apertura de la pesca comercial de pez dorado

martes 25 de junio de 2002

El fracaso de un plan experimental elaborado el año pasado para la captura
de dorado complica ahora la apertura de la pesca comercial de esta especie.
No obstante, el sector espera que prosperen algunas propuestas presentadas
en el Congreso y que las mismas permitan el comienzo de la pesquería a
partir del año próximo.

A mediados de junio del año pasado, la Subsecretaría de Pesca de Guaymas
entregó un limitado número de permisos de pesca para la pesca del dorado,
especie reservada a la pesca deportiva dentro de las 50 millas.

Estos permisos fueron otorgados bajo el esquema de pesca de fomento a dos
cooperativas que contaban con unas 30 lanchas. En un principio se pensó que
éste era el comienzo de la apertura de la pesca comercial del dorado,
teniendo en cuenta que la especie no está amenazada y que la biomasa del
recurso no está en peligro.

El dorado alcanza un buen valor tanto en el mercado internacional, como en
el doméstico, y su pesca representaría una importante fuente de trabajo para
paliar la prolongada veda del camarón.

Raúl Molina Ocampo, presidente del Centro Regional Pesquero (CRIP) de
Guaymas, comentó a FIS.com que a los pescadores artesanales se les había
permitido capturar la especie dentro de las 50 millas bajo ciertas
cláusulas. En primer lugar, debían desembarcar el producto en dos lugares de
acopio dentro de la Bahía de Guaymas, para que los permisionarios de la
pesca deportiva y las autoridades de pesca pudiesen inspeccionar las
capturas. Además, los pescadores se habían comprometido a colaborar con el
CRIP con recursos económicos para los viajes exploratorios que realizaría
esta institución para estudiar la producción de este recurso en las costas
de Sonora de junio a agosto, y que servirían de base para modificar la
normatividad que sólo permite su pesca deportiva. Las lanchas que
participarían en esta investigación debían estar plenamente identificadas y
con todos sus papeles en orden, y debían liberar todas las tortugas marinas
capturadas con el palangre.

Pero según Molina Ocampo, el proyecto diseñado por el CRIP fracasó al
segundo día porque los pescadores no cumplieron ninguno de los puntos:
desembarcaron en el lugar que mejor les pareció, no colaboraron con recursos
y un sin número de lanchas se lanzó a la captura del producto. Además, se
obtuvieron filmaciones que mostraban que varias tortugas eran arrojadas al
mar cuando los pescadores vieron venir una patrulla de la Procuraduría
Federal de Protección al Ambiente (Profepa), que el año pasado cumplía con
funciones de inspección y vigilancia pesquera. Por estos motivos, el
proyecto se suspendió dos días después de haber comenzado.

Molina explicó que el año pasado la Subsecretaría de Pesca, en base a
recomendaciones del CRIP, podía otorgar permisos según lo establecía el
Reglamento de la Ley de Pesca, dado que esta ley no designaba determinadas
especies reservadas a la pesca deportiva. Pero a raíz de este incidente, la
Ley de Pesca se modificó y ahora otorgar permisos de este tipo es facultad
del Congreso de la Unión, lo cual complica la posibilidad de que se
establezca la apertura comercial de la pesca.

Sin embargo, Molina dijo que hay algunos senadores que están planteando en
el Congreso la posibilidad de permitir la explotación comercial del dorado a
partir del año próximo bajo un sistema de cuotas, dentro de las 50 millas,
fijando determinados puntos de acopio y temporadas fuera de los torneos
deportivos.

Por FIS Latino.