Fuente: La Voz de Galicia, Vigo
España - Un barco gallego halla una volanta con una ballena y delfines putrefactos
Mar García
jueves 1 de agosto de 2002
-Los pescadores dicen que es una prueba evidente del daño que ese aparejo ocasiona al medio marino -Los boniteros sospechan que pudo ser abandonada por el «Albatros»
Los boniteros gallegos consiguieron ayer la prueba física de que las volantas, a pesar de la prohibición en vigor, se están utilizando en la zona en la que se desarrolla en este momento la costera del bonito: al nordeste de las Azores, paralelo 47 Norte, 17 Oeste. Y no sólo eso. La red de enmalle a la deriva capturada traía consigo una prueba más de los estragos que esta arte realiza en el mar.
A media mañana de ayer, el boniteiro Croque comunicaba al puerto de Burela que el Farelo, con base en Muxía, había encontrado «un aparejo de volanta en la mar, lo fue cortando y subiendo a bordo hasta que se encontró con la sorpresa». Y esa sorpresa no era otra, según el mismo comunicante, que la red llevaba en su interior una ballena, varias touliñas, bonitos y meros:
«Todo en avanzado estado de putrefacción excepto los meros», explicaron desde el Croque a Armadores de Burela.
El siguiente paso del patrón del Farelo fue comunicar el incidente a la patrullera Arnonendi, que realiza labores de apoyo a la costera. Según la Xunta, la Secretaría General de Pesca ordenó al bonitero que trajese la volanta a tierra, aunque fuentes del ministerio no pudieron confirmar ese extremo.
Sospechas
Los boniteros bureleses se preguntaban ayer dónde está el Albatros . La sombra del pesquero con bandera de Belice identificado por los boniteros gallegos hace diez días planeó de nuevo en las conversaciones de armadores, tripulantes y gestores del sector pesquero de Burela.
«Sospechamos, aunque no tenemos pruebas, que la volanta localizada por el Farelo pudiera haber sido abandonada por el Albatros cuando se sintió acosado por la flota», explicó José Manuel López, gerente de Armadores de Burela (Absa).
Según la comunicación del Croque, en la zona en la que el Farelo localizó la volanta «no se avistó ninguna embarcación sospechosa». De todos modos, nadie va a reclamar un aparejo cuestionado hasta la saciedad en cuanto a sus efectos sobre el medio marino y que ahora está prohibido por las autoridades europeas.
Poca selectividad
«Esa cortina de la muerte que localizó el Farelo pone de manifiesto que se utilizan las redes de enmalle a la deriva bajo banderas de terceros países en aguas internacionales», sentenció José Manuel López, para quien el hallazgo supone una prueba más que evidente de los daños que ese aparejo produce «frente a la captura selectiva de los boniteiros». No dejó de lado el aspecto comercial y aludió a los perjuicios que esa competencia ocasiona al mercado.
Mar García (Viveiro)