Fuente: La Voz de Galicia, Vigo
España - Productores gallegos se asentaran en Argentina y Chile para cultivar mejillon
miércoles 26 de junio de 2002
La principal organización del sector pretende controlar en parte la invasión
de bivalvos procedentes de países sudamericanos
A Opmega, la principal organización de bateeiros de Galicia, no le ha pasado
desapercibido el acuerdo de libre comercio firmado entre la UE y Chile. Dado
el potencial que los países del cono sur tienen en la producción del
mejillón, el sector gallego se prepara para cultivar mejillón en esas
latitudes, a fin de «controlar esos mercado para evitar que se dañe éste».
El presidente de Opmega, Javier Figueira, considera que la mejor forma de
plantar cara a un problema es «conseguir prevelo e poñerlle solución antes
de que se plantexe». El acuerdo de libre comercio firmado por la UE con
Chile -que pronto se podría extender a otros países- ha puesto sobre aviso a
los mejilloneros gallegos. Por eso, «un dos intereses da nosa organización
de productores é instalarnos en Arxentina e Chile». Un objetivo con el que
pretenden «fomentar alí a producción e o consumo, pero orientándoo ó mercado
de Sudamérica». De esa forma, se lograría «controlar aquela producción e
evitar que o libre mercado nos acabe afectando a nós aquí», explica Javier
Figueira,
De no lograr esa meta, los mejilloneros de Opmega auguran una gran
competencia en el ámbito de la producción de mejillón para industria. Y es
que en esas zonas se produce un tipo de vianda muy demandado por las
conserveras, que también están preparando el desembarco en Latinoamérica.
Los acuerdos de libre comercio que preocupan a Opmega se trasladan también a
otro punto del globo: China. Allí, varias empresas holandesas se están
posicionando para cuando la UE y el Gobierno del país asiático lleguen a un
entendimiento.
Más competitivos
Ante todo esto, los responsables de Opmega consideran imprescindible
«cambiar a tendencia do consumo da nosa producción, porque en Europa somos
tremendamente competitivos en fresco», pero no ocurre lo mismo con la
industria, ya que las empresas reclaman un mejillón de menor tamaño que
resulta más barato en otras latitudes.
La intención de «saltar el charco» va a generar «escepticismo entre outras
partes do sector», reconoce Figueira. Sin embargo, los socios de Opmega
están dispuestos a dar los pasos necesarios para coger impulso: «Sería a
primeira vez que unha organización de productores consigue solucionar un
problema que o sentido común di que se vai plantexar».
R.E. (VILAGARCÍA)