Fuente: La Voz de Galicia, Vigo

España - Malvinas recorta dias de pesca de calamar a la flota gallega

viernes 31 de enero de 2003

-Las embarcaciones empezarán la campaña el 15 de marzo, en lugar del próximo sábado -El mercado afronta una espiral de precios tras caer en picado las reservas de cefalópodo

El tercer caladero más importante del mundo para las empresas pesqueras gallegas que trabajan bajo la fórmula de las sociedades mixtas, islas Malvinas, presenta para el año 2003 una de las cifras de reservas de cefalópodos más bajas de su historia, según datos del instituto local de investigación marina. Este acusado descenso puede generar en los próximos meses un relevante aumento de los precios de los suministros capturados en el Atlántico sur, frente a las costas de Argentina, en su mayoría a cargo de buques congeladores gallegos.

Las autoridades del archipiélago han notificado a firmas como Armadora Pereira o Pescapuerta, con sede en Vigo, que la campaña de este año será de
45 días, en lugar de los 120 habituales, y que dará comienzo el 15 de marzo, cuando debía arrancar el próximo sábado.

Incremento del coste

Los armadores gallegos no dudan de que el drástico recorte de los días de mar previstos para este año en aguas de las islas Malvinas supondrá, debido a las reglas de juego propias del mercado, que el precio del cefalópodo experimente un notable incremento.

Un portavoz de Acemix, que engloba a las sociedades que operan bajo esta fórmula mercantil, afirmó que «el mercado se autorregula según la oferta y la demanda y parece lógico pensar que el precio del calamar se incrementará».

La proporción entre días de mar y precio no es exacta, pero sirve como estimación que si las jornadas de trabajo se reducen a la tercera parte de lo habitual, los precios pueden elevarse, precisamente, un 30%. Aunque no de forma directa, la flota congeladora gallega que opera en aquellas aguas del Atlántico, suministra productos a grandes consumidores españoles, tales como el Ministerio de Defensa (acuartelamiento y buques), comedores escolares y servicios de hostelería. Hasta el mes de noviembre del 2002, las importaciones de calamar malvino ascendían a unas 13.300 toneladas, muy por debajo de lo habitual.

Difícil sustitución

Para añadir como elemento negativo a la posible espiral de precios que se avecina, no resultaría fácil que los productores gallegos quisiesen reequilibrar la oferta y la demanda en el mercado español con capturas de caladeros suplentes, como el cercano de Argentina, porque, en primer lugar, ni los propios investigadores del país austral saben a ciencia cierta qué va a ocurrir con sus reservas de cefalópodos y porque la especie fuerte en Argentina, que es la pota, no tiene la aceptación comercial del calamar pescado en las islas. Además, el calentamiento de las aguas que provocó la peor zafra de la historia de Malvinas puede también afectar al país vecino.

El tercer caladero en importancia para las sociedades mixtas

Después de Argentina y Namibia, el de las islas Malvinas es el tercer caladero más importante para las embarcaciones pertenecientes a sociedades mixtas con capital gallego. No obstante, en contraposición a los países suramericano y africano, las empresas pesqueras no disponen de inversiones en tierra, ni en plantas de procesado de pescado ni en almacenes.

Por su lado, para la débil economía de Malvinas -con una extensión de algo más de 12.000 kilómetros cuadrados (algo menos de la mitad de la superficie total de Galicia), poblada por 3.000 personas y que contabiliza unos 40 millones de dólares anuales por los derechos de pesca-, este descenso de reservas puede significar un duro revés, ya que sólo dispone del mercado de ovejas como la otra gran fuente de ingresos nacionales.

La temporada de calamar del pasado ejercicio fue un rotundo fracaso. Según fuentes de la agrupación de empresas congeladoras (Conxemar), explicaron que, en el 2001, la entrada de cefalópodo capturado en las Malvinas ascendió a 150.000 toneladas, mientras que hasta noviembre del pasado año sólo se habían importado 13.334 toneladas, poco más del 10% de las campañas anteriores. Además de recortar los días de faena, las autoridades de Puerto Stanley han reducido los permisos de pesca.

L. C. Saavedra / E. Abuín (redacción)