Fuente: La Voz de Galicia, Vigo

España - El sector responde a Greenpeace con un asalto a su buque en Vigo

jueves 18 de noviembre de 2004

Decenas de personas abordan el «MV Esperanza», que protagonizó la campaña antiarrastre La organización ecologista niega que sus acciones sean un ataque directo a la flota gallega Los sindicatos le dan la espalda y Aetinape exige que se retracte

M. Moralejo
(la voz | vigo)

Más de 200 representantes de la flota de arrastre y de otras pesquerías gallegas se concentraron ayer en el muelle de trasatlánticos de Vigo para reclamar la marcha del barco MV Esperanza de Greenpeace, por considerar que su presencia es «un insulto». La protesta se registró a raíz de la campaña que esta asociación ecologista desarrolló contra la flota de arrastre y los daños que sus aparejos producen en los fondos marinos, y que tuvo como objetivos a tres arrastreros gallegos en el Hatton Bank.

Los concentrados lanzaron huevos y objetos diversos al barco y bloquearon el espigón con gritos de «fuera de Vigo», «basura» y «quién os paga, mercenarios», entre otros. Al final, lograron atravesar la pasarela que conduce al barco y cortaron los cabos que unían al buque con el muelle, momentos en los que tuvieron que intervenir las fuerzas de seguridad para contenerlos y tratar de enfriar los ánimos de los concentrados.

Tres horas antes de la protesta, el director de Greenpeace-España, Juan López de Uralde -que confirmó por la tarde la estancia del buque hasta el domingo-, había asegurado que la campaña que reclama una prohibición temporal de la pesca de arrastre en aguas internacionales, no es un ataque directo a la flota gallega, si bien ésta es la mayoritaria del sector español.

López Uralde señaló que las críticas y las medidas demandadas por Greenpeace -que supondrían la paralización de la actividad de, al menos, 40 barcos gallegos- no son un acoso frontal a esta flota, sino que en los caladeros que consideran en peligro faenan «otras muchas de distintos países».

Asimismo, el responsable de la campaña antiarrastre, Sebastián Losada, dijo que los buques hostigados pertenecían a armadores gallegos, con banderas extranjeras, aunque nunca se plantean la nacionalidad de las naves pesqueras cuando éstas están, a su juicio, actuando de forma incorrecta.