Fuente: Deia, Bilbao

España - El Gobierno espanhol no tiene en cuenta a nuestro sector pesquero

lunes 24 de marzo de 2003

Ramón Basaldua Bilbao

EL VICECONSEJERO de Pesca del Gobierno vasco, Luis Miguel Macías, expone el profundo malestar y desagrado que se ha generado en el Ejecutivo vasco tras conocer que el Gobierno de España y el de Francia han decidido prorrogar indefinidamente el acuerdo pesquero del Cantábrico alcanzado hace más de una década en Arcachon pese a la opinión contraria de la flota pesquera de bajura de toda la cornisa Cantábrica.

¿Qué valoración realiza de la firma del acuerdo entre los Gobiernos de Francia y España para regular la pesca de anchoa en aguas del Golfo de Bizkaia?

El Gobierno español ha expropiado las cuotas de pesca de anchoa de nuestros arrantzales para regalárselas a su principal competidor. Es un golpe muy bajo para un sector que cada vez necesita más, para sí mismo, esa cuota de anchoa.

Resulta difícil entender los términos del acuerdo teniendo en cuenta que el 90% de la cuota de anchoa pertenece a España. Parece que España no ha sabido o no ha querido jugar sus cartas.

No. Y lo tenía muy fácil. La cesión española de cuota de anchoa es imprescindible para la flota francesa. Tres cuartas partes de sus capturas proceden de las cuotas de nuestro sector. Gracias a ellas, en los últimos años la flota francesa ha pasado de 10 a 90 barcos y es una de las más rentables de Francia. Por si fuera poco, la reciente sentencia del Tribunal de Justicia de Luxemburgo, anulando el trasvase de cuota de Portugal a Francia, les hacía todavía más dependientes de la renovación del Acuerdo de Arcachon.

Todo estaba a favor de nuestra flota. Aún así, la intención del Gobierno vasco nunca ha sido la de poner dificultades a ese desarrollo de la flota francesa, sino establecer contrapartidas justas al cada vez mayor sacrificio que para nuestros arrantzales supone seguir cediendo anchoa.

¿Por qué cree usted que el Gobierno español ha hecho oídos sordos a las reivindicaciones del sector?

Supongo que hay otros intereses en juego. Se ha demostrado que el Gobierno español no tiene en cuenta a nuestro sector, lo cual es especialmente grave ya que se ha autoproclamado, vulnerando además las competencias del Gobierno vasco, como su “único defensor” en las negociaciones europeas.

Nuestros arrantzales merecen mucho más respeto por parte de todos. Como acaban de demostrar estos últimos meses, no sólo son los mejores pescadores de Europa sino también los más solidarios. Han salvado las costas, desde Asturias hasta Francia, de una gran tragedia ecológica, recogiendo el 80% del fuel extraído del Golfo de Bizkaia, mientras otros continuaban pescando y lucrándose. Ahora alzan su voz con toda la razón y la legitimidad del mundo.

¿Se ha perdido una oportunidad histórica para sentar las bases de la convivencia en el Golfo de Bizkaia?

Esta imposición no va a mejorar la cohabitación entre las flotas porque constituye un verdadero atropello para la nuestra y porque la flota francesa va a crecerse todavía más. Al pasar de 10 a 90 embarcaciones, gracias a esos acuerdos, ya elevaron sus exigencias y no han dudado en saltarse la legalidad europea para impedir la descarga de nuestros arrantzales en puertos galos. Lo que te digo, todo un despropósito. Aún así, el Gobierno español dice que con ese acuerdo busca mejorar la convivencia; ¿será debilitando todavía más a nuestra flota?

Además, parece que el acuerdo alcanzado tiene carácter indefinido.

Desde luego que vamos a continuar intentándolo. El Gobierno vasco no se va a quedar de brazos cruzados. Habíamos logrado alcanzar un gran consenso entre los pescadores, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos de toda la cornisa Cantábrica en torno a nuestra propuesta, que el Gobierno español se ha encargado de dinamitar. No cejaremos en nuestro empeño de conseguir un acuerdo de cohabitación definitivo, justo y equilibrado, y aquel consenso que teníamos será fundamental.

De todas formas, este tipo de cosas seguirán ocurriendo mientras el Gobierno español continúe monopolizando la defensa de los intereses vascos en Europa.
Nuestro país, no sólo los pescadores, lo está pagando muy caro.

El sector ha pedido la dimisión del ministro .

Se sienten engañados, como nos sentimos todos. El propio ministro se había comprometido a asumir las bases de negociación que el Gobierno vasco había logrado consensuar a nivel de todo el Cantábrico. Esto es algo público desde noviembre del año pasado.

Es comprensible la reacción del sector, teniendo en cuenta que han participado en una verdadera farsa de negociaciones. La suerte estaba echada desde el principio. Los pescadores franceses sabían de las intenciones del Gobierno español y se mostraron intransigentes hasta el final. Su postura ha sido muy cómoda.

Decía el consejero de Pesca, Gonzalo Sáenz de Samaniego, que el Gobierno vasco se replanteará sus relaciones con el Ministerio de Agricultura y Pesca.

Faltar de esta manera a la palabra dada es algo muy grave que quiebra la confianza y mina la credibilidad. ¿Cómo se puede colaborar sobre estas bases?