Fuente: Fish Information Services, FIS
Ecuador - Temen mortandad de peces por dragado en rio Guayas
Edgar Alberto Ríos
jueves 24 de octubre de 2002
El Instituto Nacional de Pesca del Ecuador (INP) expresó esta semana su preocupación por el dragado del canal de acceso al puerto de Guayaquil, debido a que el movimiento de desechos de esa obra -que costará alrededor de USD 18 millones -, ocasionará una mortalidad de especies en un área considerada como única para la reproducción y alimento de peces y crustáceos en el oeste del Océano Pacífico.
El llamado de alerta en esta caso no proviene, como se esperaba, de los sectores ecologistas ecuatorianos, sino del director del INP, Franklin Ormaza, quien de paso criticó a este sector por no reaccionar a tiempo ante tan importante problema ambiental que se avecina, según anunció la versión digital de Diario Expreso.
Guayaquil es la ciudad más grande del país y su puerto, que está ubicado en el interior de un gran golfo, presenta desde hace varios años serios problemas para la navegación de buques debido a su sedimentación. Según el Instituto Oceanográfico de la Armada (INOCAR), los sedimentos acumulados representan más de cuatro millones de metros cúbicos de desechos.
La preocupación de Ormaza no es solo por la presencia de compuestos orgánicos e inorgánicos, sino sobre todo por los residuos de pesticidas asentados en el lecho del río que salen desde el área de camaroneras del Golfo de Guayaquil. Cree que esto provocará una mortalidad de peces cuyos efectos duraderos se prolongarán durante tres años.
El director del INP dice que si un pez desova en el área que va a ser dragada posiblemente a partir de enero próximo, "el sedimento se amontona alrededor del huevo y matará a la larva. El impacto es impredecible y también duradero. Puede ser dos o tres años hasta que se disipe, pero serán millones de nuevos individuos los que dejarán de integrarse a los stocks".
Mientras tanto, la Cámara Nacional de Pesquería también ha anunciado que se opone a que los desechos del dragado se arrojen al mar. César Rohón reconoce que depositarlos en tierra cuesta más dinero, pero "más caro sería aún dejar sin fuentes de trabajo a miles de pescadores artesanales que no tendrán que capturar". Por su parte, la Cámara de Acuacultura señala que prefieren que se arrojen en el mar porque si se los deposita cerca del río provocaría una mortalidad de camarones, como sucedió luego del dragado anterior, en 1990, cuando ocurrió el denominado "síndrome de las gaviotas".
Por Edgar Alberto Ríos