Fuente: Diario Expreso, Guayaquil

Ecuador - Instituto denuncia masiva mortalidad de peces en el Golfo de Guayaquil

miércoles 10 de julio de 2002

Explotación del gas sería la causa de un grave impacto ambiental que sufre la zona

Guillermo Lizarzaburo

La explotación del gas del Golfo le quita el sueño al director del Instituto Nacional de Pesca (INP), Franklin Ormasa, que denunció una masiva mortalidad de peces en la zona del tendido del gasoducto.

Aunque Hugo Reinoso, funcionario de la firma Energy Development Corporation (EDC), niega que haya un impacto ambiental, la autoridad pesquera se ratifica en las denuncias.

"Hemos tenido reportes de mortalidad masiva de ciertas especies a lo largo del trayecto de la tubería que lleva el gas desde la plataforma hasta Puerto Bolívar", resalta Ormasa.

Las advertencias de un posible efecto negativo se dieron hace mucho tiempo, pero -según el director del INP- las autoridades hicieron caso omiso a esa preocupación.

El control ambiental, que realiza la propia compañía, también es blanco de críticas, porque considera que tiene falencias.

Y el INP no puede actuar, pues movilizar al barco de investigaciones Tohallí para realizar los muestreos le cuesta 3.000 dólares por día, presupuesto que no tiene la entidad. Reinoso insiste en que no es verdad que haya una mortalidad de las especies y que la ausencia de cardúmenes se debe a las condiciones oceanográficas.

Añade que esos "rumores" se vienen dando desde hace mucho tiempo, "pero que la firma que explota el gas, ha demostrado que no hay un efecto".

El director del Instituto Nacional de Pesca se ratifica y advierte un grave riesgo para la zona productiva de peces más importante del país.

"El impacto puede ser muy grave, lamentablemente, no se hace un estudio sobre la contaminación ni los ambientalistas hablan de eso", subraya.
Piden investigar

La Cámara Nacional de Pesquería se muestra preocupada por lo que dice el ente de control del sector y considera pertinente una investigación urgente en el área afectada.

Su presidente, César Rohón Herbas, manifiesta que allí se encuentra la mayor cantidad de biomasa de peces y que una fuga de gas sería fatal para la industria pesquera.

Señala que, actualmente, por los cambios bruscos de temperatura, los peces pelágicos pequeños se van al fondo, por lo tanto, el impacto real de la extracción del gas puede que aún no tenga un efecto mayor.

"Cuando se estabilicen las condiciones oceanográficas, el impacto podría ser mayor, por eso exigimos un control ambiental rígido", asegura.

EDC acota que una firma consultora autorizada por el Ministerio de Energía realiza un control y auditoría ambiental de los trabajos de extracción.

Taura, un problema latente

El exceso de fumigación contra la sigatoka negra del banano también preocupa al Director del Instituto Nacional de Pesca, Franklin Ormasa.
El funcionario cree que existe el grave riesgo de que el mayor uso de fungicidas provoque un brote del síndrome de Taura, que causó la muerte masiva de camarones en el año 1992.

Un año después, los camaroneros demandaron ante las cortes de Estados Unidos a las fabricantes de estos productos, que el año anterior obligaron a indemnizar a los acuicultores ecuatorianos.

El síndrome causó la paralización de 10 mil hectáreas en la provincia del Guayas.

El director del INP dijo que le preocupa, como científico, que nuevamente aparezca el mal, pues las fumigaciones se han incrementado sustancialmente en las bananeras.

"El problema no solo sería para el camarón, sino también para otras especies", manifiesta Ormasa.

En la zona

La mayoría de los peces pelágicos pequeños, que sirven para la fabricación de harina de pescado y de conservas, se encuentra en la zona del Golfo de Guayaquil.

Los principales puertos de desembarque son: Anconcito, Posorja, Santa Rosa de Salinas y Puerto Bolívar.

El dorado, que se exporta fresco hacia Estados Unidos, sería otra de las especies afectadas y para esta época justamente hay abundancia.