Fuente: Diario Expreso, Guayaquil

Ecuador - Guayaquil: Puerto y hogar para el marino

sábado 26 de enero de 2002

La urbe tiene hace 6 semanas el primer Seaman's Center del Pacífico sur para
el navegante.

Los marinos que llegan al Puerto de Guayaquil demandan un sitio donde
distraerse de su largo viaje
Después de navegar por más de diez años alrededor del mundo, el capitán de
navío Jhony Beltrán, convenció a varios amigos para asociarse y abrir en
Guayaquil, el primer club Seaman's Center del Pacífico sur para la
tripulación de los buques que llegan a puerto.

Al sitio acuden los marinos -que vienen a Guayaquil- en busca de un descanso
que incluye deleitarse con la comida nacional, escuchar música, disfrutar
del sauna, nevegar en Internet, comunicarse con la familia o sumergirse en
la piscina, mientras dura su paso por la ciudad.

El tripulante solo paga lo que come, lo demás es gratuito, inclusive puede
pasar ahí todo el día y no consumir.

El club permanece abierto las 24 horas del día y cuenta con treinta
empleados, entre ellos, tres chef de alta cocina que no solo preparan platos
nacionales e internacionales, sino lo que el cliente pida.

Un hogar en tierra
Los marinos son recogidos en el muelle por Mariuxi Coronel, esposa del
capitán Beltrán, quien sin costo los traslada al club en una furgoneta con
aire acondicionado.

Ya allí los marinos eligen la actividad a la que quieren dedicarse. "Ellos
están en su casa, aquí pasan muy bien", dice Mariuxi.
Ella y su esposo también las ofician de guías de turismo para aquellos
tripulantes que desean conocer la ciudad, hacer compras o asistir a alguna
discoteca. Muchos prefieren quedarse en el Seaman's y disfrutar del ambiente
hogareño.

Hasta hace seis semanas este tipo de sitio eran solo privilegio de Europa,
Asia y Norteamérica.

Pertenecen a la cadena Internacional Seaman's Center (centro para hombres de
mar), una entidad que contribuye con los niños pobres del mundo y, además,
está interesada en ofrecer al navegante de cualquier parte del planeta un
lugar de descanso, tras su largo viaje.

"Decidí abrir en Guayaquil un sitio para los tripulantes porque he viajado
por Europa y Asia y varios puertos del mundo, y estuve en estos clubes donde
la atención es de primera. El marino tiene un lugar seguro donde distraerse
después de navegar durante varios meses", señala Jhony Beltrán. (CR)

Gratis no solo para navegantes

Llevar adelante este proyecto en Guayaquil, le demandó a Beltrán y a sus
socios más de medio millón de dólares, y un año en las obras y decoración
del Seaman's. Este club está ubicado en un edificio de tres plantas en la
avenida 25 de Julio, frente al Registro Civil.

El lugar cuenta con un amplio restaurante en la planta baja, a su costado se
encuentra la cocina en forma de la proa de un barco de madera. En ella
algunas veces los navegantes que gustan del arte culinario también se
preparan sus alimentos. La planta baja es un gran ambiente donde además del
restaurante y la cocina está la piscina, el bar, sauna, el gimnasio.

En el primer piso se han instalado dos mesas de billar, una mesa de pin pon,
una pequeña sala de estar, dos cuartos de baño, dos cabinas para navegar en
Internet y hacer llamadas al exterior, la pequeña tienda de venta de
artesanías y el caraoke(un cuarto donde se puede escuchar música y cantar
con pista). Todos los ambientes están decorados con curiosos detalles que
identifican al fascinante mundo del mar como cuadros con insignias, nudos,
fotos de naves.

El interior del Seaman's se asemeja a las casa de Guayaquil antiguo, con sus
ventanas y balcones. "Los visitantes pasan mucho rato mirando el lugar y
llama mucho su atención el colage de paisajes y rostros de indígenas que se
exhibe en la pared superior de la piscina", dice Beltrán.

Según él, los clientes se comen dos y tres ceviches o arroz marinero, beben
más de seis cervezas. "Apesar de haber estado varios meses en alta mar los
navegantes no están deseosos de comer carne o pollo. Piden calamar, pescado,
pangora, y se quedan encantados con los deliciosos platos con mariscos que
preparamos aquí en Guayaquil", anota el capitán.

El Seaman's también se encuentra abierto para el público guayaquileño e
igual que los navegantes, solo se le cobra por la comida y bebida que
consumen, los otros servicios son absolutamente gratuitos. Allí se peden
pasar el día en compañía de la familia.

Generadores de divisas

Al Seaman's Center llegan por día más de 15 navegantes, pero podrían ser más
si no hubiesen personas que se introducen en el puerto y los conquistan para
llevarlos a sitios que, en ocasiones, no son recomendables para los marinos.

Según Mariuxi Coronel en el puerto opera diariamente un grupo de taxistas
que está a la espera del arribo de los tripulantes para cobrarles cantidades
astronómicas por llevarlos a divertirse.
Su esposo dice que del puerto a las salas de baile cercanas les cobran 10 y
12 dólares la carrera, algunos hasta les roban o estafan. Un grupo se dedica
a cambiarles dólares de alta denominación con billetes falsos.

"Los taxistas que laboran en el puerto querían cobrarme 5 dólares la carrera
por traerlos al local, y me pedían 1 dólar por cerveza que se tomaba el
tripulante y 3, por cada plato que consumía. Era un robo", señala Beltrán.

En el club un cebiche cuesta 10 dólares; un arroz con menestra y carne a la
plancha 6; un almuerzo 3, una cerveza 2, un plato a la carta 15.

"Los marinos son buenos consumidores; se come 3 cebiches y se bebe más de 6
cervezas. Cuando los llevamos a los comisariatos no dejan de gastar más
menos de 100.00 dólares. Las autoridades de turismo deberían darles mayor
importancia", dice Beltrán.