Fuente: El Universo, Guayaquil

Ecuador - Delfines, alegres habitantes del golfo

martes 21 de enero de 2003

El delfín que reside en el golfo de Guayaquil es una especie costera. Hay una variedad que se la encuentra en el océano y tiene ligeras diferencias.
Los costeros son más grandes y sus aletas pectorales también.

PUERTO DEL MORRO GUAYAS | Aracely Arias, Redactora

Estos cetáceos nadan con rapidez, duermen de tres a cuatro horas diarias, son animales sumamente solidarios y unidos a sus grupos familiares.

A las 12h25, la pequeña embarcación a motor se alejó de Puerto del Morro hacia el Este en busca del legendario mamífero marino. El cálido recorrido por las verdosas aguas flanqueadas por manglares se refrescaba de tiempo en tiempo por una brisa acariciadora que atenuaba los rayos solares de una tarde de invierno.

La nave se adentró en el estuario del golfo de Guayaquil. Rodeaba los islotes que encontraba a su paso y por momentos parecía que ingresaba al corazón del manglar por una ruta de agua.

Pasaron 20 minutos de recorrer un escenario refrescante. El bullicio urbano quedó atrás y dio paso a un espectáculo natural. Se escuchó una frase en voz
baja: "Allí están".

Era el hombre que dirigía la pequeña nave, quien señalaba con la mano hacia la proa.

Del agua emergían los cuerpos grises y regordetes de los cetáceos, que entre juegos y acrobacias movían con rapidez sus aletas, colas o cabezas. Era la bienvenida para quienes llegaron a visitar su hogar.

Estos delfines residen en el sector, a diferencia de las ballenas jorobadas que solo vienen a las costas ecuatorianas en busca de aguas cálidas para su apareamiento y reproducción, dice el biólogo Fernando Félix, presidente de la Fundación Ecuatoriana para el Estudio de Mamíferos Marinos.

Según Félix, los cetáceos de esta zona se reproducen durante todo el año, como la mayoría de especies que viven en zonas tropicales.

Después de la bienvenida, los delfines -como si hubieran programado un acto de circo- nadaban en parejas y tríos y saltaban formando arcos, de manera sincronizada.

Las parejas, los tríos, los grupos, por lo general son parientes. Félix expresa que estos mamíferos viven en grupos familiares. "Parece que hay una existencia de animales relacionados: abuelos, padres, hijos en el mismo grupo".

Sixto Reyes, morador de Puerto del Morro, encuentra en el delfín mucha afinidad con el hombre y tiene una explicación: la leyenda que le contaron.
Hace muchos años este mamífero marino se convertía en humano y salía del agua a recorrer la tierra. Desconoce por qué, pero asegura que un día el delfín entró al agua y no volvió.

La mitología también se refiere a este tipo de delfines con una historia relacionada con el dios del vino Baco, a quien unos pescadores intentaron secuestrar y pedir rescate, pero en castigo la deidad los convirtió en delfines. "(Esta especie) fue representada en la antigüedad en figuras griegas, en monedas, en murales romanos", dice Cristina Castro, bióloga marina.

En el agua, el espectáculo sigue. Los cetáceos, de dos y tres metros, aproximadamente, demuestran sus aptitudes de excelentes nadadores en la superficie o debajo de ella. Parece que no descansaran.

Un estudio realizado por el español Gaudencio García sobre esta especie de delfín (Tursiops truncatus), que también habita en las islas Canarias, señala datos interesantes: duermen de tres a cuatro horas en un ciclo diario, de noche, mostrando una continua actividad en el resto del período, ya sea jugando, cazando o simplemente desplazándose. Pueden alcanzar velocidades de hasta 50 km por hora.

El trabajo, que está en la Internet
(http://users.facilnet.es/gaudiunderw/tursiops.htm), menciona también que los delfines son tremendamente solidarios, y que no suelen abandonar a un compañero herido o enfermo.

En el recorrido, los cetáceos se acercaban al bote con interés especial.
Parecía que iban a chocar de frente con la pequeña nave, pero unos metros antes de llegar cambiaban su posición y se ponían de lado.

El reporte de García indica que estos mamíferos tienen los ojos a uno y otro lado de la cara, lo que les impide ver de frente. Utilizan una técnica de sonar para poder "ver" a través de sus oídos. Continuamente emiten sonidos de alta frecuencia, que al chocar contra un objeto, rebota y es captado por el sistema auditivo de este mamífero.

En el golfo de Guayaquil, después de dos viajes seguidos, los delfines decidieron finalizar la exhibición. Un gran ejemplar saltó muy cerca del bote lanzando agua, con lo cual la cámara fotográfica no funcionó más. ¿Y los cetáceos? El agua les sirvió de telón para desaparecer.


Aletas

Existen 70 especies de delfines en el mundo. Varían mucho en tamaño, forma y hábitat. El nombre científico del que vive en el golfo de Guayaquil es Tursiops truncatus.

Denominación común
Bufeo costero, trompa de botella, mular, entre otros.

Tamaño
Cuando nacen miden desde 90 cm a 1 metro. Pueden crecer hasta llegar a 4 m.
Con un peso de entre 130 y 250 kg.

Juguetón
Son de la misma especie que el conocido Flipper. El Truncatus es el más juguetón y dispuesto a aprender, por eso lo utilizan en circos acuáticos y otros espectáculos.

Similares
No existen diferencias reseñables entre hembras y machos, aunque el macho alcanza mayores proporciones.

Organización
Viven en grupos familiares toda la vida. Están organizados en comunidad de 100 a 120 animales a lo largo del golfo de Guayaquil, pero lo más común es encontrar hasta una docena. Se desenvuelven en un espacio de entre 20 y 30 km de costa.

Reproducción
Estos delfines se reproducen durante todo el año. La gestación dura de diez a once meses. La lactancia de las crías puede prolongarse hasta después del año. Viven de 40 a 60 años, aproximadamente.