Fuente: El Comercio, Quito

Ecuador - 50 marinos no bastan para patrullar el Golfo

lunes 31 de marzo de 2003

Guayaquil.

Ellos son los vigías permanentes sobre las aguas. No solo navegan con chalecos salvavidas, sino con antibalas. Van armados con fusiles FAL, pistolas automáticas de 9 milímetros y alimentadoras con 13 proyectiles porque se mueven entre los esteros, ríos y el imponente océano Pacífico, "donde el peligro también existe".

Es un oficio al que se ha acostumbrado el sargento Marlon Cacao, al mando de una lancha modelo Piraña, que puede navegar hasta a 60 kilómetros por hora ó
5 000 revoluciones por minuto.

"Aquí hay que andar rápido, uno no sabe lo que puede pasar", justifica él al ordenar que aceleren máquinas.

El joven conductor Mario Jiménez se refiere al área que patrullan en ese
instante: el Golfo de Guayaquil.

"A veces no se detecta la diferencia entre el estero Salado, el río Guayas o el Océano. Todo es agua". Avanza por angostos caminos acuáticos, entre las matas verdes de manglar.

Lo acompañan cuatro marinos, con sus ojos puestos en el horizonte, sobre la
vegetación: buscan un posible indicio de actividad ilícita. "Aquí hay riesgo; nos toca lo más difícil".

Los que más sienten esa sensación de inseguridad son los dueños de las camaroneras. En la zona se encuentran 500 (hay menos tras la aparición de la mancha blanca), según cifras de la Cámara Nacional de Acuacultura.

Su presidente, Sandro Coglitore, cree que el patrullaje militar es insuficiente. "Por eso los empresarios pagan su propia seguridad", reconoce con voz firme.

Según el Sargento al mando de la Piraña, recorren a diario las camaroneras y tienen comunicación radial (la frecuencia 16), para hablar con sus administradores.

Incluso, el control se incrementó desde mediados del 2002 por el repunte delictivo. En el Golfo la actividad no para.

Es zona de paso de los buques, nacionales e internacionales, para llegar al Puerto de Guayaquil, que concentra el 60 por ciento de la actividad portuaria del Ecuador. Es un área de 9 000 km cuadrados.

Este es el lugar más difícil de patrullar, según el capitán de Navío, Fausto López, titular del Comando de Guardacostas (Coguar).

Su unidad tiene 250 militares y opera desde el 25 de julio de 1980. La misión es evitar delitos en mar, ríos o esteros. Solo cuenta con 50 marinos guardacostas, que patrullan en nueve embarcaciones artilladas.

El sargento Cacao sabe que a bordo puede darse un tiroteo, en especial cuando detectan a los "piratas del Golfo".

A ellos se les acusa de narcotráfico, robos a camaroneras, pesca ilícita, contrabando y hasta muertes. Son los delitos que los militares deben controlar y a los que se suma, desde 1998, una actividad que no estaba en sus planes: impedir que circulen buques con migrantes.

La piratería es una realidad. El 21 de marzo hubo más actividad: se apresó a seis supuestos piratas y se les encontró armas y pasamontañas. Habían alquilado una canoa a motor. Irán tres meses a la cárcel.

"Aquí en el agua es más peligroso: te pegan un tiro, caes al Océano y mueres". Es la voz del conductor de la lancha, que se pierde con el ruido del motor fuera de borda.

Ángel Pérez, un pescador artesanal de manos callosas, murmura que sobre las aguas el temor es constante. Cada día va a los manglares en su raída canoa, a buscar moluscos y crustáceos.

"Los ladrones no respetan el trabajo de los pobres. Me han robado tres veces y hay compañeros asesinados. Sus cuerpos no aparecieron, se los llevó la corriente", dice y tiene su mirada en blanco.


6 puestos de auxilio se cerraron

La Cámara de Acuacultura financió seis Puestos de Auxilio Marítimo (PAM), hace dos años, que se cerraron por la falta de recursos y "porque la Armada dejó de prestar ayuda", lamenta el titular de la entidad, Sandro Coglitore.

Según la Marina, los PAM son sitios de descanso: la empresa privada limitó el financiamiento tras la aparición de la mancha blanca, que afectó al sector camaronero. Los marinos solo visitan esos sitios y los dueños de camaroneras les facilitan comida.

El Comando de Guardacostas (Coguar) dice que en el 2002 hubo cuatro asaltos a buques mercantes, 13 asaltos frustrados, 37 motores robados, 23 armas decomisadas, 50 embarcaciones detenidas...

El Coguar es el brazo ejecutor de la Dirección de Marina Mercante (Digmer) y trabaja en coordinación con las 14 capitanías del país y los 50 retenes navales.


6 tipos de naves patrullan en los esteros

La Marina cuenta con veloces lanchas para vigilar. Los capitanes de Puerto tienen la potestad jurídica para ser jueces.

La logística . Este año se sumarán dos embarcaciones veloces (pirañas) para el control en el Golfo. El titular del Comando de Guardacostas, Fausto López, dice que se creará un Subcomando de Operaciones en Posorja.

La jurisdicción marina . La Armada es la autoridad sobre las aguas (Código de Policía Marítima que rige desde el 20 de agosto de 1960). En el 2002, la Marina detuvo y sancionó por ilícitos a 35 personas. Los capitanes de Puerto hacen de jueces, pero con límites para sancionar hechos no tipificados.

Las naves de la Armada . El Comando de Guardacostas patrulla el Golfo de Guayaquil con 6 tipos de embarcaciones, entre ellas la Piraña (veloz, con dos motores), la PGM (para alta mar), la UTB (para costas), la PCR
(ribereñas) y la Rinker (también veloz).