Fuente: El Universal, Cartagena

Colombia - Puerto de Cartagena: Comprometido con el desarrollo del Rio

viernes 21 de marzo de 2003

PEDRO TORRES VERGEL
El Universal

CON EL MULTIMODALISMO, la Sociedad Porturaria Regional de Cartagena contribuye a la competitividad empresarial en el país.

El proyecto de Nación en que hoy se constituye la recuperación de la navegabilidad del Río Magdalena y el desarrollo de sus poblaciones ribereñas, está siendo asumido por el puerto de Cartagena como un asunto socioeconómico de valores agregados cautivantes para el auge empresarial de la región y del país en general.

La cultura del transporte multimodal por bongo o barcaza jalonada por un remolcador desde Puerto Berrío (Antioquia) y Barranquilla, a través del Río Magdalena y luego por el Canal del Dique hasta los terminales de la Bahía de Cartagena y viceversa, se dilucida como una gran alternativa para las empresas colombianas, especialmente las vinculadas al comercio exterior (exportadores e importadores).

Representa por lo tanto un aporte del puerto de Cartagena a los esfuerzos del Gobierno Nacional por rescatar la navegabilidad y seguridad del río más importante de Colombia, brindándole de paso a la economía del país, nuevas probabilidades de competitividad.

Desde agosto del año pasado, la capital de Bolívar tiene en Muelles El Bosque (MEB) y en la Sociedad Portuaria Regional de Cartagena (SPRC) sus dos únicos operadores portuarios a gran escala, de carga transportada vía fluvial.

Consultado por El Universal, el asistente de Gerencia Comercial de Muelles El Bosque, Ambrosio Fernández Martínez, explica que las tarifas del transporte fluvial de carga son notablemente más baratas que los fletes por vía terrestre.

En la práctica, esto significa que un convoy de tres bongos, cada uno con capacidad para 450 toneladas de carga (en total, 1.350 toneladas depositadas en 54 contenedores de 25 toneladas cada uno), puede desplazarse normalmente por el Río Magdalena jalonado por un remolcador, mientras que para movilizar ese mismo volumen de mercancía por carretera, se requeriría de 54 tractomulas.

Al establecer las respectivas comparaciones, es fácil precisar que los costos asociados a los tractocamiones resultan mucho más elevados que los del convoy, empezando por los 54 conductores que se requieren para la operación terrestre frente a los 4 o máximo 5 tripulantes que necesita el convoy de tres bongos.

En términos monetarios, esta misma operación, de realizarse entre Barranquilla y Cartagena, le costaría al empresario la suma global de $15 millones, si es por el Río; mientras que por tierra el traslado de cada contenedor vale $1,4 millones, lo que asciende a $75,6 millones los 54 contenedores; esto implica una diferencia de $60,6 millones, es decir, un ahorro considerable cercano al 80% por vía fluvial.

Otras ventajas

También son ventajas adicionales el hecho que la carga transportada por río no paga peajes, el procedimiento es más seguro y la mercancía no se sacude debido al desplazamiento reposado que hacen estas barcazas, lo que no sucede con los camiones.
EL TRANSPORTE FLUVIAL de carga esta siendo gradualmente acogido por los exportadores colombianos.



De acuerdo con Ambrosio Fernández, esta modalidad de transporte fluvial va camino a generar una economía de escala, pues es obvio que los grandes volúmenes de mercancía que se manejan por río son mucho mayores, como también son superiores sus ventajas comparativas.

Desde luego, la modalidad fluvial igual tiene desventajas frente a la opción terrestre; una de ellas es el tiempo de desplazamiento, ya que mientras una tractomula completamente cargada se tarda 4 horas desde Barranquilla y día y medio a dos días desde Puerto Berrío (Antioquia) hasta Cartagena, en bongo ese lapso es de 21 a 24 horas y de 6 días, respectivamente.

El tiempo en bongo entonces resulta un factor adverso si lo que se transporta son productos perecederos, lo mismo que puede repercutir de manera contraproducente para aquel empresario en que los buenos resultados de su actividad económica están bastante ligados a la rapidez con la que se ejerza.

Hay condiciones

En la actualidad, Muelles El Bosque (MEB) es una empresa abanderada del multimodalismo, especialmente en lo relacionado con el manejo de carga por río en grandes cantidades y durante largos trayectos,

Por esa razón "hemos venido acondicionado un equipo humano y técnico especializado para el manejo no sólo de contenedores, sino también de carga suelta y graneles con el fin de abrir el abanico de beneficiados con esta modalidad de transporte multimodal", señala Ambrosio Fernández.

En tal sentido, es de anotar que, en para este tipo de operaciones, MEB dispone de muelles especiales provistos de grúas con aparejos y elevadores especializados para carga suelta y contenedores, además de tolvas y cucharas para el manejo de graneles.

De acuerdo con Fernández Martínez, éste último mercado, el de transporte fluvial de productos sueltos y sin empacar como son granos, cal, etc., no tiene todavía mucho auge, pese a que los dos terminales (MEB y SPRC) que realizan este tipo de operaciones en Cartagena, cuentan con la logística adecuada.

Básicamente son entonces los repuestos de vehículos, tejas, aceros, tubería, algodón, entre otros que tienen como destino u origen a Barranquilla, Medellín y Bogotá, las principales cargas que se están manejando por río en importantes volúmenes.

Así mismo, los exportadores colombianos son los que más utilizan el transporte fluvial, con un 70% de la carga total que se moviliza por río, caso de las empresas Prominerales, Sofasa (ambas desde Medellín), Acesco
(Barranquilla) y Ladrillera Santafé (Bogotá). El restante 30% corresponde a los importadores.

Manejo integral

Por otro lado, una estrategia que se está manejando, en el caso de MEB, es la de facturarle directamente al cliente dueño de la carga (exportador,
importador) un servicio integral que incluye desde que la mercancía es embarcada en el sitio de origen hasta su destino, pasando por todos los medios de transporte (terrestre, fluvial y marítimo), lo que le ayuda al empresario a mermar costos y hace la cadena aún más eficiente.

A su vez, es común que los terminales de Cartagena trabajen en alianza con las líneas navieras (servicio de transporte marítimo internacional), las transportadoras fluviales -como Transporte Elman, Fluvicar, Naviera Fluvial Colombiana (de Medellín), Compañía Transnaval Costeña (de Barranquilla)- y las transportadoras terrestres.

De tal forma, los exportadores colombianos del interior del país (generalmente los Bogotá y Medellín) despachan su mercancía en tractomulas hasta Puerto Berrío, donde estos vehículos son descargados para entonces proceder a estibar la mercancía en el bongo y traerla, por río y luego a través del Canal del Dique, hasta los distintos terminales del puerto de Cartagena. Desde aquí entonces es enviada en buque con destino al exterior.