Fuente: Fish Information Services, FIS

Brasil - Nueva reglamentacion prohíbe cultivo de camaron en zonas de manglares

Patricia Lorú

viernes 25 de octubre de 2002

El Consejo Nacional del Medioambiente (CONAMA) resolvió adoptar una serie de medidas para que los productores de camarón obtengan sus correspondientes licencias ambientales a través de los órganos dependientes de las secretarías estatales de medioambiente.

Entre las nuevas disposiciones se encuentra la prohibición del cultivo en zonas de manglares y la obligatoriedad de una evaluación de impacto ambiental, que sólo podrán realizar las secretarías estatales encargadas de la protección del medioambiente.

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Abastecimiento (MAPA) espera que las nuevas reglamentaciones, además de considerar la fragilidad de los ambientes costeros -en especial los manglares- y la necesidad de contar con un sistema ordenado de planeamiento y control para preservarlos, terminen por dar impulso al desarrollo de la actividad y su producción, atrayendo nuevas inversiones.

Con la aprobación del MAPA y la articulación de la Coordinación de Acuicultura, dependiente de ese organismo, los productores costeros ahora contarán con la base de una legislación específica, que los resguardará de la ilegalidad y les ofrecerá normas de sustentabilidad ambiental que deberán respetar para su beneficio y el de los consumidores.

"Muchas veces, el desconocimiento lleva al productor a cometer errores en el cultivo del camarón, pudiendo causar daños ambientales. Con la reglamentación, el emprendedor tendrá mayor seguridad para ejercer su actividad", dijo Rui Teixeira, coordinador de proyectos acuícolas del Ministerio.

En la actualidad, Brasil produce 40.000 toneladas de camarón al año, que cultiva en una superficie de 11.000 hectáreas, pero se estima que el país cuenta con cerca de 300.000 hectáreas disponibles para la producción costera. En cuanto a las exportaciones, el año pasado se obtuvo una recaudación de USD 130 millones por la venta de 22.000 toneladas de producto al exterior.

Por Patricia Lorú