Fuente: El Clarin, Buenos Aires

Argentina - Un temporal impidio al Irizar asistir al buque aleman

Tenia previsto proveerle combustible y alimentos

viernes 19 de julio de 2002

Maniobras, debiana iniciarse ayer, como para que el Irizar quedara junto al buque.

Un fuerte temporal de nieve y viento impidió ayer que el rompehielos argentino "Almirante Irízar" pudiera ponerse de costado y traspasar combustible y víveres al buque alemán "Magdalena Oldendorff", varado en la Antártida. La llegada del barco de la Armada se había producido el miércoles.

Es la primera vez que el "Irízar" intenta un rescate en pleno invierno. Es una época en la que la luz del día dura apenas cuatro horas y es muy tenue.
Las tormentas son frecuentes, con vientos de más de cien kilómetros por hora. La temperatura rara vez supera los 20ø bajo cero, pero la sensación térmica suele ser muy inferior.

El buque oceanográfico alemán quedó aprisionado por el hielo a principios de junio pasado, tras haber recogido a 71 científicos que habían completado la campaña antártica en la base rusa Novolazarevkaya, en el Círculo Polar Antártico.

Los helicópteros del barco sudafricano "Agulhas", que zarpó desde Ciudad del Cabo, aprovecharon las escasas pausas de bonanza para evacuar a todos los científicos y a la mitad de los tripulantes, y para reforzar el abastecimiento de víveres. A bordo del "Magdalena Oldendorff" quedaron 17 tripulantes y un mecánico.

Tras 25 días de navegación, el miércoles por la tarde el "Almirante Irízar"
pudo llegar al lugar. Tuvo que recorrer más de 7.000 kilómetros y, durante los últimos días, abrirse paso a través de campos de hielo de 5 a 6 metros de espesor. Para hallar el mejor camino, fueron fundamentales los vuelos de los dos helicópteros de a bordo y las evaluaciones de la glacióloga Beatriz Lorenzo, la única mujer a bordo.

El mal tiempo también impidió que el capitán del barco alemán almorzara a bordo del rompehielos con su par argentino, capitán de fragata Luis Tabecchia, con el comandante del Area Naval Antártica, capitán de navío Rubén Benmuyal, y con el representante de la empresa naviera Oldendorff, que es la que costea el operativo de rescate. El encuentro debía servir para planificar las acciones a seguir.

El primer objetivo es despegar el navío de las paredes de hielo que están encerrándolo por la proa y por estribor. Después, la idea es abrir una vía entre los hielos para que el "Magdalena Oldendorff" salga a mar abierto por sus propios medios, o bien remolcado por el "Irízar".

Si la evaluación de las condiciones meteorológicas y glaciológicas hiciera descartar esta alternativa, el buque argentino aprovisionaría al alemán de combustible y alimentos para que los 18 tripulantes puedan aguantar hasta la primavera, cuando el ascenso de la temperatura comience a derretir y a quebrar los campos de hielo.

De todos modos, trascendió que hacia fin de mes llegaría a la zona el rompehielos sueco "Oldem", de menor tamaño que el "Irízar" pero con mayor potencia.

Hoy a las 15, en el edificio Libertad, sede de la Armada, se informará sobre las maniobras operativas a realizar, a través de una comunicación directa con los responsables del buque argentino.