Argentina - Se incremento la pesca ilegal de calamar

Ricardo Larrondo

martes 11 de marzo de 2003

Una especie en peligro: se instruyó a la Armada para que aplique un mayor control

La presencia de buques extranjeros que se instalan cerca del límite permitido creció un 50% durante los últimos tres años

En enero, con 17 días de patrullaje, se detectaron 225 embarcaciones

La mayoría de ellas es china, taiwanesa y coreana

Los pesqueros argentinos avisaron a la Armada

En los últimos tres años se incrementó casi en un 50 por ciento la presencia de buques pesqueros extranjeros en el límite de las 200 millas náuticas que comprende la zona económica exclusiva (ZEE) de nuestro país, por lo que se instruyó a la Marina para que intensifique los controles en alta mar.
Justamente, con el comienzo del año se ha iniciado la temporada de la pesca del calamar en las aguas próximas al extenso litoral marítimo argentino.
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Si bien esta concentración de barcos pesqueros de calamares, denominados poteros, se repite todos los años entre enero y julio, actualmente es más grande que nunca. La pesca del calamar está autorizada a partir del 1° de febrero y hasta el 31 de agosto para los buques de bandera argentina y también para aquellos de bandera extranjera que sean autorizados. Esto fue dispuesto así por la Secretaría de Agricultura con la finalidad de asegurar la conservación del calamar.
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Según un informe elaborado por el Comando de Operaciones Navales de la Armada, durante 2000 fue localizado e identificado por los buques y aviones patrulleros de la Marina un total de 232 pesqueros extranjeros. En 2001 esta cantidad aumentó a 296 y el año pasado volvió a crecer a 347.
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Pero lo notable, según se agregó, durante enero último, sólo en un lapso de
17 días de patrullaje, la corbeta ARA Guerrico junto con otras dos aeronaves que operaron desde Trelew localizaron a 225 buques extranjeros, de los cuales 218 eran poteros y siete factoría, la mayoría de origen chino, taiwanés y coreano.
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Buques ilegales al acecho
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El ejemplo más fresco del acecho de los buques ilegales se produjo el martes último, cuando varios pesqueros de bandera argentina alertaron a la Marina de la presencia de numerosas embarcaciones extranjeras, muchas de ellas poteros, que operaban en el borde de la milla 200, a la altura del puerto San Julián, en Santa Cruz.
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Un avión de reconocimiento Orión P3-B despegó de inmediato de la Base Aeronaval Zar, en Trelew, y en su tarea de exploración comprobó que había un centenar de buques en el límite de la zona ZEE, aproximadamente en la latitud 49 y longitud 64.
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En horas de la madrugada del miércoles arribó a esa zona la corbeta ARA Granville, cuya tripulación tomó contacto con los pesqueros argentinos autorizados que habían lanzado el alerta, al tiempo que verificó la gran concentración de buques extranjeros ilegales que ya habían abandonado la ZEE. La corbeta Granville continuó patrullando dicha zona, pero los pesqueros extranjeros, con sigilo, escaparon de la ZEE y operaban en las 200 millas náuticas del área de las islas Malvinas.
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Fuentes gubernamentales informaron que la existencia del calamar se concentra dentro de la ZEE -más precisamente en el sector sudoccidental del Mar Argentino-, más que fuera de ella. El progresivo interés de pesqueros furtivos por incursionar en nuestras aguas tiene una clara justificación: el calamar es una especie que se renueva totalmente en forma anual y uno de los más extensos y ricos caladeros del mundo se encuentra en las aguas próximas a las costas de nuestro país.
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El calamar denominado illex, cabe recordar, es la segunda especie en importancia comercial para la Argentina, que reporta operaciones por alrededor de 200 millones de pesos.
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Durante 2002 se pescaron en forma autorizada unas 166.000 toneladas dentro de la ZEE y apenas unas 13.000 en la zona de las islas Malvinas.
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Estos valores resultaron sensiblemente inferiores a los de años anteriores, pero las proyecciones para este año son mejores, estimándose que habrá una mayor abundancia de calamar en estas aguas.
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Es de prever entonces que las bajas capturas de 2002 actúen como incentivos para los pesqueros extranjeros para tomar mayores riesgos en el afán de mejorar sus capturas y, consecuentemente, decidan incursionar en la ZEE.
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Por eso, ante el alarmante crecimiento de estas incursiones ilegales es que la Armada decidió reforzar este año su sistema de patrullaje, por lo que aumentará significativamente la presencia de buques y aviones de exploración en toda el área marítima.
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Por Ricardo Larrondo
De la Redacción de LA NACION
.<< Comienzo de la notaEn los últimos tres años se incrementó casi en un 50 por ciento la presencia de buques pesqueros extranjeros en el límite de las 200 millas náuticas que comprende la zona económica exclusiva (ZEE) de nuestro país, por lo que se instruyó a la Marina para que intensifique los controles en alta mar. Justamente, con el comienzo del año se ha iniciado la temporada de la pesca del calamar en las aguas próximas al extenso litoral marítimo argentino.
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Si bien esta concentración de barcos pesqueros de calamares, denominados poteros, se repite todos los años entre enero y julio, actualmente es más grande que nunca. La pesca del calamar está autorizada a partir del 1° de febrero y hasta el 31 de agosto para los buques de bandera argentina y también para aquellos de bandera extranjera que sean autorizados. Esto fue dispuesto así por la Secretaría de Agricultura con la finalidad de asegurar la conservación del calamar.
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Según un informe elaborado por el Comando de Operaciones Navales de la Armada, durante 2000 fue localizado e identificado por los buques y aviones patrulleros de la Marina un total de 232 pesqueros extranjeros. En 2001 esta cantidad aumentó a 296 y el año pasado volvió a crecer a 347.
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Pero lo notable, según se agregó, durante enero último, sólo en un lapso de
17 días de patrullaje, la corbeta ARA Guerrico junto con otras dos aeronaves que operaron desde Trelew localizaron a 225 buques extranjeros, de los cuales 218 eran poteros y siete factoría, la mayoría de origen chino, taiwanés y coreano.
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Buques ilegales al acecho
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El ejemplo más fresco del acecho de los buques ilegales se produjo el martes último, cuando varios pesqueros de bandera argentina alertaron a la Marina de la presencia de numerosas embarcaciones extranjeras, muchas de ellas poteros, que operaban en el borde de la milla 200, a la altura del puerto San Julián, en Santa Cruz.
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Un avión de reconocimiento Orión P3-B despegó de inmediato de la Base Aeronaval Zar, en Trelew, y en su tarea de exploración comprobó que había un centenar de buques en el límite de la zona ZEE, aproximadamente en la latitud 49 y longitud 64.
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En horas de la madrugada del miércoles arribó a esa zona la corbeta ARA Granville, cuya tripulación tomó contacto con los pesqueros argentinos autorizados que habían lanzado el alerta, al tiempo que verificó la gran concentración de buques extranjeros ilegales que ya habían abandonado la ZEE. La corbeta Granville continuó patrullando dicha zona, pero los pesqueros extranjeros, con sigilo, escaparon de la ZEE y operaban en las 200 millas náuticas del área de las islas Malvinas.
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Fuentes gubernamentales informaron que la existencia del calamar se concentra dentro de la ZEE -más precisamente en el sector sudoccidental del Mar Argentino-, más que fuera de ella. El progresivo interés de pesqueros furtivos por incursionar en nuestras aguas tiene una clara justificación: el calamar es una especie que se renueva totalmente en forma anual y uno de los más extensos y ricos caladeros del mundo se encuentra en las aguas próximas a las costas de nuestro país.
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El calamar denominado illex, cabe recordar, es la segunda especie en importancia comercial para la Argentina, que reporta operaciones por alrededor de 200 millones de pesos.
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Durante 2002 se pescaron en forma autorizada unas 166.000 toneladas dentro de la ZEE y apenas unas 13.000 en la zona de las islas Malvinas.
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Estos valores resultaron sensiblemente inferiores a los de años anteriores, pero las proyecciones para este año son mejores, estimándose que habrá una mayor abundancia de calamar en estas aguas.
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Es de prever entonces que las bajas capturas de 2002 actúen como incentivos para los pesqueros extranjeros para tomar mayores riesgos en el afán de mejorar sus capturas y, consecuentemente, decidan incursionar en la ZEE.
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Por eso, ante el alarmante crecimiento de estas incursiones ilegales es que la Armada decidió reforzar este año su sistema de patrullaje, por lo que aumentará significativamente la presencia de buques y aviones de exploración en toda el área marítima.
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Por Ricardo Larrondo
De la Redacción de LA NACION