Sector pesquero y acuícola Peruano ¿Los cambios generan oportunidades?
Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes
miércoles 31 de julio de 2024
Cuando el estado Peruano decidió transformar el Instituto Tecnológico Pesquero en el Instituto Tecnológico de la Producción y su red de Centros de Innovación Tecnológica (CITEs), entidades dependientes del Vice Ministerio de Pesca y Acuicultura, del Ministerio de la Producción; hubo muchos que no estuvimos de acuerdo. Y seguramente también el gobierno de Japón, ya que gracias a su donación se fundó el instituto.
He sido testigo del gran trabajo científico y de innovación tecnológica en el desarrollo de productos basados en recursos hidrobiológicos que hizo el Instituto Tecnológico Pesquero durante sus años de existencia. Ciertamente, lamente mucho, que después de tener una institución de investigación tan avanzada, en el desarrollo de productos alimenticios provenientes de recursos hidrobiológicos, famosa a nivel mundial por sus éxitos, sus publicaciones y sus cientos de productos desarrollados, desapareciera.
Como consultor y representante de empresas privadas, a todo extranjero que visitaba el país y me solicitaba introducirlo al sector pesquero o acuícola peruano, le incluía en su agenda en Perú, visitar el Instituto Tecnológico Pesquero (Algunos antiguos funcionarios probablemente recuerden las muchas veces que los visitamos). Sin excepción, todos los extranjeros que lleve, salieron gratamente sorprendidos, de los productos, de las instalaciones y por supuesto, de la calidad de sus profesionales. La visita al Instituto Tecnológico Pesquero, mostraba la enorme capacidad innovadora de los peruanos, y sus potencialidades para transformar sus recursos hidrobiológicos en productos alimentarios de altísima calidad, algo muy importante para quien pretende comprar productos peruanos.
Sin embargo, el más grande logro, fue desarrollar más de cien productos para alimentación humana basados en nuestra anchoveta. El Instituto Tecnológico Pesquero reafirmó que era solo un mito que la anchoveta era “alergénica”, y que su único uso posible era la producción de harina y aceite de pescado.
En realidad, el mito ya se había roto en 1975, cuando el primer Ministro de Pesquería de nuestra historia, General EP Javier Tantalean Vanini, tomo la decisión de crear una planta de conservas de anchoveta en el puerto de Ilo, comprando toda su maquinaria y asignando dos embarcaciones pesqueras para su abastecimiento… Qué pena que el ministro fue cambiado ese mismo año, y todo quedo congelado en el tiempo, literalmente olvidado por más de 30 años. Hasta que en la década de los 90s, alguien se acordó que existían estos activos y fueron privatizados, los nuevos dueños encontraron máquinas nuevas sin siquiera desempaquetar. Es historia, pero no es malo recordarla siempre. La historia enseña.
Me mortifica escuchar a algunos dueños, gerentes o CEOs de grandes empresas pesqueras, decir que la anchoveta tiene un “sabor fuerte” y que por ello su mercado de consumo alimentario no se desarrolla. Para mí, esto es falso; es un “mito” que creíamos levantado, pero que está volviendo a circular. Si la anchoveta tiene un “sabor fuerte” es porque tiene un pésimo tratamiento para el enfriamiento de la materia prima desde su captura. La anchoveta es delicada y requiere de refrigeración ad hoc.
El sector pesquero y acuícola tiene muchos mitos, y llevamos años luchando por derrumbarlos, es una tarea constante romper los muy diversos mitos recurrentes.
Rescatemos lo positivo: sabemos a ciencia cierta, gracias al Instituto Tecnológico Pesquero, que la anchoveta puede ser procesada para la alimentación humana de muchas maneras y es un recurso que hoy representa una reserva alimentaria para los peruanos y el mundo, en algún momento lo necesitaremos para la seguridad alimentaria de las próximas generaciones; y ahí estará, si logramos, el gran objetivo de que su pesquería sea sostenible en el tiempo, cosa que es tarea de todos, privados y estado.
El ex Instituto Tecnológico Pesquero, es ahora un Centro de Innovación Tecnológica (CITE); se llama CITE Pesquero y Acuícola Callao, y es uno de los 46 CITEs a nivel nacional (24 CITEs Públicos, 17 CITEs privados y 5 Unidades Técnicas).
El nuevo Instituto Tecnológico de la Producción, que lleva las mismas siglas: ITP, es una institución adscrita al Vice Ministerio de Pesca y Acuicultura, del Ministerio de la Producción (DECRETO SUPREMO Nº 004-2016-PRODUCE) donde trabajan muchos profesionales para mejorar la productividad y competitividad de las empresas, y los sectores productivos apoyando con capacitación y asistencia técnica; asesoría especializada para la adopción de nuevas tecnologías; transferencia tecnológica; investigación, desarrollo e innovación productiva y servicios tecnológicos, difusión de información; interrelación de actores estratégicos y generación de sinergias, bajo un enfoque de demanda, generando mayor valor en la transformación de los recursos, mejorando la oferta, productividad y calidad de los productos tanto para el mercado nacional como para el mercado externo, propiciando la diversificación productiva.
Por experiencia, diremos que los cambios en la administración estatal, no siempre son desastrosos, algunos representan interesantes oportunidades, que muchas veces no vemos desde nuestra perspectiva de empresarios privados, enemigos de los emprendimientos estatales. Pero no todo el trabajo del estado es malo, lamentablemente muchas veces es un proceso muy lento, frente a las necesidades de la población que requiere servicios.
Con el dinero de todos los contribuyentes, el estado peruano monta estructuras organizacionales e infraestructuras diversas, que tienen como objetivo apoyar a cualquier ciudadano, o persona jurídica nacional, para desarrollar su sector. Se trata de instalaciones construidas para la capacitación, investigación y apoyo al desarrollo de emprendimientos. Cualquier peruano puede solicitar asesoría del Instituto Tecnológico de la Producción, ya no solo es desarrollo e innovación en pesca o acuicultura; también es madera, vinos, agroindustria, etc.
Después del discurso de la Presidenta en el Congreso por Fiestas Patrias, enfrentaremos otro cambio más en el sector pesca y acuicultura, ya que la creación del nuevo Ministerio de la Infraestructura, integrara diversas entidades del estado, programas, proyectos y fondos que serán fusionados, entre ellos otro del sector pesquero y acuícola nacional; el Fondo Nacional de Desarrollo Pesquero (FONDEPES).
El FONDEPES es una institución que ha tenido varios cambios desde su concepción y creación, se creó para financiar al pescador peruano, principalmente dedicado al abastecimiento alimentario. Se le asignó la tarea de construir infraestructura para el desarrollo de la pesca y acuicultura. A lo largo de su historia, FONDEPES construyo desembarcaderos pesqueros, así como diferentes infraestructuras para la investigación y desarrollo de la acuicultura. Finalmente, se le fusionó con el Centro de Entrenamiento Pesquero de Paita, con lo que se le asignó tareas de capacitación y educación, que originalmente no tenía.
Su integración con el nuevo Ministerio de Infraestructura, significa su desaparición, ya que de las cuatro funciones bajo su responsabilidad, tres no son compatibles con el nuevo ministerio: el financiamiento a la pesca artesanal, los centros de investigación y desarrollo acuícola, y la educación del pescador. Pero todo lo relacionado con el desarrollo de la acuicultura y la educación del pescador artesanal son para el Instituto Tecnológico de la Producción y su Red de CITEs una herencia natural.
Heredar los centros acuícolas y de capacitación de pescadores artesanales que dejaría FONDEPES, no será un problema para el Instituto Tecnológico de la Producción y su Red de CITEs. Los CITEs han estado realizando muchas de estas actividades sin la infraestructura que si tiene el FONDEPES, por lo que se obligaba a convenios de cooperación inter instituciones del estado. Ejemplo: Convenios de cooperación entre ITP y FONDEPES.
Lo cierto es que los CITEs pueden:
Desarrollar investigación aplicada orientada a productos y procesos en su especialidad;
Promover la mejora del diseño, la calidad, la tecnología y la incorporación del valor agregado a los servicios, productos y procesos en las empresas y en los sectores productivos;
Promover y colaborar en la elaboración, difusión y aplicación de normas técnicas; Promover la incorporación de tecnologías sostenibles en su sector;
Contribuir a la formación y actualización de empresarios, trabajadores y formadores en temas vinculados a su cadena productiva o especialidad;
Ejecutar servicios de información tecnológica y de información de mercados;
Diseñar, gestionar, promover y ejecutar proyectos de investigación e innovación contratados directamente por o en colaboración con empresas u otras entidades de naturaleza jurídica, pública y privada, que permitan maximizar la aplicación del conocimiento generado por el CITE;
Brindar asistencia técnica y articular con Centros Educativos Ocupacionales, instituciones de educación técnica y superior, entre otros;
Participar, cuando se le requiera, en mesas de concertación subsectoriales, multisectoriales o regionales para facilitar la relación entre profesionales, empresarios y técnicos de cada cadena productiva;
Prestar asesoramiento en el diseño, instalación y manejo de plantas de procesamiento;
Difundir y realizar estudios, análisis, interpretaciones y desarrollo de las principales tendencias mundiales que afectan a la cadena productiva;
Brindar servicios de ensayos, certificación, investigación, transferencia de conocimientos y conformidad con normas técnicas, estándares y especificaciones de insumos, productos, procesos de fabricación, presentación y otros; y,
Promocionar, asistir y comercializar, en caso de existencia de excedentes de los productos obtenidos como resultados de las investigaciones, previa autorización del ITP.
Así que, no es inviable la transferencia de funciones, personal o infraestructuras, de algunas de las divisiones del FONDEPES al ITP, tal vez esta reorganización administrativa tenga más aspectos positivos que negativos para el sector pesquero y acuícola nacional.