La ética en la ciencia, la pesca y los negocios

Autor: Francisco J. Miranda Avalos - Presidente de la Junta Directiva de la ONG Oannes

domingo 18 de junio de 2017

La ética es la ciencia de la elección humana. Somos libres de elegir como nos conduciremos en nuestras vidas, podemos ser honestos o deshonestos, actuar con valentía o cobardía, con prudencia o sin ella. Y para entender la ética de forma simple y sencilla siempre debemos recordar dos frases milenarias de gran sabiduría, que significan en el fondo lo mismo: “No hagas a otro lo que no quieras que te hagan a ti” o “tus derechos terminan donde comenzaron los del otro”.


En la pesca, las cuestiones éticas están siempre relacionadas con el bienestar de las personas y el ecosistema. Siendo muy importantes los temas relacionados con la pobreza, el derecho a los alimentos; la sobre pesca y degradación del ecosistema. Sin embargo aun siendo estos los temas mas importantes, existen otros planteamientos éticos derivados, como los riesgos inherentes a la perdida de biodiversidad y los recursos pesqueros, lo difícil que es satisfacer a diversos actores que representan partes interesadas, todos los aspectos negativos que resultan como consecuencia de los diversos intentos para reducir la pobreza, aumentar la seguridad alimentaria y garantizar la justicia y la paz social. Por que existe siempre una concentración de poder económico por parte de grandes empresas involucradas en la pesquería y un sinnúmero de obstáculos al comercio tanto local como internacional.

La FAO considera que existen 35 millones de personas trabajando en la pesca y la piscicultura. Los pescadores artesanales que viven en alto nivel de pobreza están donde la mayoría de las personas dependen de esta actividad y existen menos fuentes alternativas de subsistencia. La FAO considera que en Asia se concentra el 85% de esta población.

Una comunidad pesquera sometida a la pobreza tiene tantas privaciones que apenas pueden satisfacer sus necesidades básicas para la supervivencia. Ahí la desnutrición, mortalidad infantil, enfermedades y dolencias crónicas le dan una baja esperanza de vida. En nuestras costas, las cosas se presentan de forma diferente, principalmente por que nuestro mar es rico, lo que no quita la posibilidad de que podamos enfrentar en el futuro un escenario similar, mas aun con la amenaza del cambio climático.

En Perú existen básicamente dos tipos de pescadores, aquellos que practican la pesca por que adquirieron esos conocimientos de generación en generación y aman su profesión. Y los que piensan que el mar es solo el lugar donde es posible hacer riquezas rápidamente para salir de la pobreza de la que provienen, que son generalmente comunidades alejadas de la costa donde los aspectos mínimos para la supervivencia no se dan y eso explica su migración a la costa.

La pesquería artesanal en el Perú, no tiene por que competir con la pesca de mediana o mayor escala, sus recursos objetivos han sido siempre diferentes. Y esto tiene una explicación en la división ecológica de nuestra costa.

Para ilustrar de mejor manera lo que decimos, incluyo dos artículos publicados en nuestro sitio web que ustedes pueden revisar:

1. Características ecológicas del mar peruano (Por: Albertina Kameya Kameya y Fotos: Yuri Hooker)
http://www.oannes.org.pe/seminario/02oceanografKameyaMarPeruano.htm

2. Biocenosis de la costa peruana (Por: Antonio Rodríguez Verdugo y Francisco J. Miranda)
http://www.oannes.org.pe/Oannes_new_ver_2011/oannes_biocenosisdelacosta.php

Obviamente me referiré mas al segundo por ser co-autor, y además por que se trata de un análisis y revisión parcial del libro: "División ecológica de la costa peruana" de la Dra. Maria Koepcke, científica alemana que en su fructífera labor en el Perú nos dio las bases para el conocimiento de nuestra ecología costera.

La palabra “Biocenosis”, que proviene del griego: Bio = vida y kotnos = común. Se refiere al conjunto o asociación de individuos de una o mas especies que viven en un ambiente común, restringido y determinado. De las 35 asociaciones de vida que la Dra. Koepcke describió. Fueron siete las biocenosis que mas nos interesan para esta editorial.

1. Biocenosis de agua libre.
2. Biocenosis marinas de fondos rocosos.
3. Biocenosis marinas de fondos arenosos.
4. Biocenosis de fondo de conchuela.
5. Biocenosis de fondo fangoso.
6. Biocenosis de transición.
7. Biocenosis de orilla de roca inmóvil.

Desde la Nro. 2 hasta la Nro. 7, están las biocenosis mas importantes para el pescador artesanal ya que se encuentran además dentro de las primeras 5 millas de la costa. Y por que entre los pescadores artesanales existe otra importante división: los embarcados y los no embarcados. Estos últimos explotan la zona costera sin una embarcación; a pie.

Los fondos marinos que permiten la existencia de las biocenosis desde la Nro. 2 a la Nro. 5, dependen directamente de la geo-formación del litoral. Y no hay que olvidar que nuestras las islas forman parte de lo que fuera la antigua cordillera de la costa y que debido a esta razón, nuestro litoral esta impregnado de bajeríos y extensas líneas de acantilados con prolongaciones rocosas submarinas que forman variados ecosistemas.

La comprensión de estas biocenosis costeras, es sumamente importante por que precisamente desde el Nro. 2 al Nro. 7 existe la mayor biodiversidad del mar peruano y son las biocenosis menos estudiadas por las universidades, el Instituto del Mar del Perú y la mayoría de los científicos a lo largo de nuestra historia.

Sin embargo, por ser precisamente las mas accesibles, han sido las mas explotadas. En ellas se da todo tipo de depredación, pesca no regulada o reglamentada y pesca ilegal. Dentro de estas biocenosis se practica, la tala de algas desde su raíz, el chinchorro mecanizado, la pesca con explosivos, redes de monofilamento sin medidas legales, el uso de redes con apoyo de buzos, la pesca nocturna del lenguado, y la pesca con arpón y uso de aire comprimido para largas permanencias bajo el agua.

En cambio la Nro. 1. La biocenosis de agua libre, requiere para su explotación de una embarcación con motor y algunas otras características de navegación, seguridad y sanidad, que representan el limite entre la pesquería artesanal y una de pequeña, mediana o gran escala. Y es precisamente en esta biocenosis donde se da la interacción entre todas estas pesquerías.

Pero esta interacción nace precisamente producto de la sobre explotación a la que han sido sometidas las biocenosis desde la Nro. 2 hasta la Nro. 5. La escasez de recursos en ellas, obliga a los pescadores artesanales embarcados a asumir riesgos en la biocenosis Nro. 1. Y ahí podemos encontrarnos con los pescadores de pota, perico y otros recursos pelágicos, que temerariamente llegan hasta las 400 millas de la costa, o mas. Y por supuesto a los que usan boliches para captura de anchoveta, jurel, bonito, caballa o cualquier otro pez que habita en este medio ambiente pelágico.

Asegurar que la sobre explotación de la biocenosis Nro. 1, ha traído como consecuencia la pobreza del pescador artesanal en el Perú, cuya actividad mayormente se desarrolla en las biocenosis del Nro. 2 al Nro. 7 es un craso error. Por lo expuesto, la situación resulta ser al contrario. Por que en el Perú, la biocenosis Nro. 1, la mas estudiada, controlada, regulada y no sobre explotada, tiene en por lo menos algunos de sus recursos como la anchoveta, una pesquería sostenible.

La ética por supuesto también atañe a la ciencia, por que de su trabajo depende el asegurar la alimentación de las personas. Y el pescado es una fuente importante de sustento y nutrición para millones de personas, esencialmente las más pobres del mundo. Según los estudios de la FAO, más del 48 por ciento de la población mundial obtiene del pescado entre el 15-25% de sus proteínas y más de 400 millones de personas obtuvieron de el más del 50% (FAO, 2004). No cabe duda que la disminución de las poblaciones ictícolas a nivel mundial plantea una inquietante y potencial amenaza.

No es posible descartar que la biodiversidad marina se ve amenazada por una pesca insostenible y la contaminación. Los humanos somos capaces de degradar, e incluso destruir, ecosistemas enteros. Y sin duda el agotar los recursos nos generara una disminución del suministro de alimentos provenientes del mar, pérdidas económicas, condiciones difíciles para los pescadores y la alteración de estilos de vida ancestrales.

Si agotamos los recursos pesqueros, no solo mostramos una incapacidad moral de nuestra sociedad para mantener el entorno natural y su productividad. Comprometemos la seguridad alimentaria, amenazamos la vida de diversas comunidades costeras, y reducimos las oportunidades de las próximas generaciones para acceder a los recursos para su subsistencia. Sino que en realidad mostramos la incapacidad de nuestros científicos para interpretar correctamente el funcionamiento de los sistemas ecológicos que soportan toda esta estructura vital que incluye a los humanos. Y vale la pena señalar que existen cuestiones éticas relativas a la acertada o equivocada percepción de los ecosistemas que maneja la ciencia.

Lograr la sostenibilidad en la pesca requiere, entre muchas diversas acciones, limitar el derecho de acceso a los recursos después de una cuantificación científica acertada. Pero siempre existirá la pugna por el derecho de acceso a las cuotas asignadas, por parte de intereses particulares que pueden ser muy diversos, no solo existen en los grandes grupos empresariales. Los resultados de la distribución, siempre podrían alimentar la injusticia social y comprometer los medios de subsistencia de pescadores y comunidades pesqueras tradicionales que resulten no ser beneficiarias de la distribución.


Los empresarios en el mundo jamás serán reconocidos precisamente su sentido ético. Desde el mas pequeño pescador que se convirtió en armador o comercializador de pescado, hasta el gran empresario industrial, siempre criticado, encontraran que entre producir dinero y el respeto por el concepto ético, existe una línea muy delgada y frágil.


Para autores como August Bebel: “la naturaleza de los negocios no es mas que una verdadera estafa”. La doctrina empresarial casi siempre se define como una estrategia para ganar dinero, mas que ver las cosas desde la óptica de si lo que hace es correcto o incorrecto. Hacer negocios en la pesca, debería ser una actividad vinculada al bienestar de las personas por que abastecer de estos productos al mercado nos permite sobrevivir y ofrecer una vida saludable, por ende es algo bueno en si mismo, digno de orgullo y aplauso.


Por eso en las discusiones en torno a la ética de los negocios, inclusive en la pesca y acuicultura, se habla frecuentemente respecto a la responsabilidad de la empresa en conexión con el medio ambiente, las responsabilidades sociales, etc. El prestar dedicada atención al crecimiento de una empresa no debe hacernos perder de vista el medio donde opera y las personas con quien trata. En el mundo de los negocios, son mas importantes las personas y no solo las ganancias. Nos hace bien y nos conviene ayudar al prójimo, esto no solo es ético, también es un buen negocio.