Falacia Ad Hominem y Celebridades: Manipulación en el Debate de la Conservación Marina

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

lunes 21 de abril de 2025

Falacia Ad Hominem y Celebridades: Manipulación en el Debate de la Conservación Marina

En el debate sobre la conservación marina y la pesca sostenible, es crucial que las discusiones se basen en evidencia científica sólida y en el análisis objetivo de los datos disponibles. 


Sin embargo, como ya he mencionado en un artículo anterior: La agenda 2030 de las Naciones Unidas (NU), establece diversos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), uno de ellos el ODS-14 (Vida Submarina) que busca conservar y utilizar sosteniblemente los océanos, los mares y los recursos marinos. Un ODS, que muchas organizaciones proteccionistas tienen como prioridad, olvidando que también existe la ODS-2  (Hambre Cero), ya que la productividad marina con todos sus recursos son fuente de alimento y seguridad alimentaria. Por lo que debemos lograr un balance entre ambas ODS con políticas eficientes de protección de recursos, que ofrezcan sostenibilidad en el abastecimiento de alimentos marinos. 


En el Perú hay cientos de profesionales peruanos trabajando en pro de la sostenibilidad de todas sus pesquerías, biólogos, ingenieros pesqueros, pescadores, armadores, divulgadores científicos, empresarios, académicos o deportistas. Desde hace 29 años, la institución que dirijo, con mucha convicción y muy poco presupuesto, intenta unificarlos en pro de un desarrollo costero, sostenible y eco amigable, facilitando y registrando sus diálogos, resumiendo sus posiciones consensuales y desarrollando diversas herramientas comunicacionales para mantenerlos informados y enlazados con la comunidad. Llevamos a su pensamiento las experiencias de pesquerías y emprendimientos acuícolas en otros lugares del mundo, y promovemos la ciencia ciudadana como un mecanismo de colaboración en la adquisición del conocimiento y sensibilización de nuestra conciencia conservacionista. 


Sin embargo, a diferencia de nosotros, ciertas organizaciones que parecen tener gran disponibilidad de fondos para ello; recurren a estrategias retóricas que desvían la atención del fondo del asunto, utilizando falacias, manipulando titulares, o desacreditando a quienes sostienen posturas diferentes. Una estrategia, a la que se suma la utilización de figuras públicas, artistas e "influencers" para difundir mensajes sesgados y ganar apoyo en la opinión pública, que conoce de pesca, acuicultura o temas marinos, tanto como los artistas o influencers que difunden estos mensajes.


La Reserva Nacional Dorsal de Nasca, creada mediante el DS N° 008-2021-MINAM, es un área protegida que alberga una cadena de montañas submarinas a más de 4,000 metros de profundidad. Esta reserva cuenta con una zonificación vertical que distingue una Zona de Aprovechamiento Directo (de 0 a 1,000 metros) y una Zona de Protección Estricta (de 1,000 a 4,000 metros). En la Zona de Aprovechamiento Directo se permite el desarrollo de actividades extractivas de recursos hidrobiológicos, siempre y cuando se cumpla con la normativa pesquera establecida por el Ministerio de la Producción y se respeten las competencias del SERNANP.


En este contexto, la ONG Oceana ha demandado al Ministerio del Ambiente solicitando la prohibición total de la pesca industrial en la Reserva, argumentando que esta actividad amenaza la conservación del área. Sin embargo, esta postura proteccionista ha sido cuestionada por un amplio espectro de profesionales y expertos del sector pesquero que creen en la pesca sostenible, y han emitido un pronunciamiento respaldado por evidencia científica y datos que técnicos que demuestran la compatibilidad de la pesca en la zona.


La opinión pública debe ser capaz de reconocer: el uso de figuras públicas para manipular su forma de pensar como una falacia "ad hominem". Que en lugar de refutar argumentos técnicos y científicos expresados por expertos del sector pesquero, descalifica a estos profesionales, sugiriendo que sus opiniones no son válidas debido a su supuesta cercanía o relación con la industria pesquera, evadiendo el debate real y manipulando a la opinión pública. 


Vemos que se recurre en campañas al uso de artistas, "influencers" y personas destacadas de la sociedad en videos cortos distribuidos a través de redes sociales. Estas figuras, que no necesariamente tienen un conocimiento profundo de la industria pesquera o la ciencia marina, transmiten mensajes simplificados y sesgados, acomodando los argumentos a su posición proteccionista. Buscando generar empatía y apoyo en la opinión pública, apelando a las emociones y a la popularidad de estas figuras, en lugar de presentar información objetiva y verificable.


Un pronunciamiento de los pesqueros y expertos del sector, respaldado por exministros, exviceministros, científicos, académicos, ingenieros, representantes de ONGs, pescadores artesanales y capitanes de pesca, intenta contrarrestar la manipulación de la opinión pública con argumentos sólidos y evidencia objetiva. No solo porque son actores reales involucrados en el sector, sino porque su pronunciamiento destaca los siguientes puntos clave:


Carácter técnico-científico de la zonificación de la Reserva: Se enfatiza que la delimitación de áreas de aprovechamiento y protección se realizó con participación multisectorial, incluyendo a la propia Oceana, y bajo la rectoría de entidades como el SERNANP e IMARPE. Desmintiendo que la zonificación fuese impuesta o carente de sustento técnico.


Evidencia de sostenibilidad de la pesca industrial: Se aportan datos sobre la profundidad de operación de las artes de pesca (máximo 70 metros, muy por encima de la zona de protección estricta), la estabilidad de la biomasa de anchoveta y el reconocimiento internacional de la sostenibilidad de la pesquería peruana. Se enfatiza que las tasas de extracción son reguladas científicamente y que la coexistencia entre pesca y conservación es posible y comprobada.


Impacto positivo de la pesca en la biodiversidad: Se destaca que, según información del IMARPE, las poblaciones de diferentes especies como lobos marinos y aves guaneras han crecido, lo que demuestra que la coexistencia entre la pesca industrial de anchoveta y la biodiversidad marina es perfectamente posible, sin generar ninguna afectación al ecosistema, a la red alimenticia, ni a la biodiversidad local.


Reconocimiento internacional de la sostenibilidad de la pesquería peruana: Se resalta que la pesquería industrial de anchoveta peruana ha sido reconocida por diversas instituciones, resaltando la FAO y las Universidades de Yale y Columbia, como una de las más sostenibles del mundo. Esto contradice las afirmaciones de sobreexplotación y colapso.


El estado peruano ha venido formando desde los inicios de la pesquería, profesionales en ciencias del mar, de la pesca, acuicultura y medio ambiente, en por lo menos 16 universidades nacionales, mostrando que es consciente de la existencia de una cuarta región geográfica (el mar) con innumerables recursos naturales que la nación debe ser capaz de aprovechar y administrar para las generaciones futuras. Con sus errores y aciertos, la industria pesquera peruana se ha desarrollado y existe hasta hoy sostenible y responsable, ¿Dónde si no, estos profesionales adquirirían la experiencia y conocimiento que requerimos de ellos?


No negaré la importancia de la conservación marina. Pero como pescador, soy seguidor de una filosofía conservacionista opuesta al proteccionismo extremo. Las campañas de conservación deben basarse en argumentos sólidos y datos objetivos, y no en ataques personales, falacias retóricas o la influencia de "celebrities" desinformadas. Estas estrategias de desinformación me parecen deshonestas y maliciosas porque socavan la posibilidad de un debate de expertos constructivo basado en la evidencia, algo que nosotros alentamos desde nuestro nacimiento como institución. La sostenibilidad de la pesca y la conservación de los ecosistemas marinos no son objetivos mutuamente excluyentes, sino que pueden y deben coexistir en armonía. 


Para logralo, es fundamental que todas las partes involucradas en el debate (ONGs, sector público, científicos independientes, pescadores y sociedad civil) se comprometan a: basar sus argumentos en evidencia científica y datos objetivos, evitar el uso de falacias y ataques personales, promover el diálogo abierto y transparente, analizar críticamente la información difundida por figuras públicas y medios de comunicación y finalmente; buscar soluciones que equilibren la conservación y el desarrollo sostenible.


Solo de esta manera se podrá garantizar la salud de nuestros recursos y el bienestar de las comunidades que dependen de ellos.