El desarrollo acuícola peruano depende de sinergías multisectoriales

Autor: Francisco J. Miranda Avalos, Presidente de la J. Directiva de la ONG Oannes

miércoles 16 de agosto de 2017

Acuicultura simple o de reserva, acuicultura de repoblamiento, acuicultura de engorde basada en juveniles, acuicultura de engorde basada en ovas, acuicultura de ciclo cerrado incluyendo eclosión de ovas y la acuicultura de bivalvos o algas marinas basada en semillas. Para la FAO, “la acuicultura es la técnica que permite aumentar la producción de animales y plantas acuáticas para consumo humano, por medio de cierto control de los organismos y de su medio ambiente” y existen, según la FAO, estas 6 variantes.

Lo cierto es que la variedad de tecnologías, así como sus sistemas de cultivo y crianza, es tan diversa que cuando hablamos de acuicultura siempre puede existir un malentendido, sobre todo con la prensa, que mantiene el criterio de “saber un poco de muchos temas”. Un criterio que no comparto para temas tan sofisticados como la pesca y la acuicultura, donde creemos que se requiere una prensa especializada.

De hecho existe la acuicultura marina y continental, así como la extensiva, semi intensiva, intensiva y super intensiva. Y puedo seguir con múltiples variables y perspectivas para analizar los diferentes tipos de acuicultura que existen.

Ahora que el Ministerio de la Producción anuncia una fuerte apuesta por la acuicultura, desde créditos hasta leyes de promoción, el entender la acuicultura se hace fundamental. Sobre todo en nuestro país, donde tenemos claro que la potencialidad acuícola es gigantesca.

Para la preparación del libro: “Dialogo Organizado para el Desarrollo, La experiencia peruana en Pesca y Acuicultura” (https://www.amazon.com/Dialogo-Organizado-para-Desarrollo-experiencia-ebook/dp/B01DSL1J0C), la ONG Oannes tuvo que hacer un largo trabajo de casi 3 años, y en los diferentes talleres que tuvimos, con la participación de mas de 2,000 actores, una división muy importante de la acuicultura salió a la luz y creemos que hay que tomarla en cuenta para el desarrollo de cualquier política de desarrollo acuícola nacional.

La acuicultura en el Perú puede tener dos grandes áreas de trabajo, la empresarial y la artesanal o de pequeña escala. Ambas tienen diferentes clientes, ambas tienen diferentes tecnologías, ambas usan diferentes especies animales o vegetales y ambas pueden ser marinas o continentales, ambas requieren de diferentes esquemas de financiamiento, apoyo técnico y sinergías multisectoriales.

La empresarial es una acuicultura orientada a las compañías, cooperativas o esfuerzos comunitarios de pequeño, mediano o gran esfuerzo financiero. Generalmente están dirigidas a los mercados masivos locales o de exportación. Se trata de acuicultivos de peces, crustáceos, moluscos o algas con una alta producción, donde podemos incluso incorporar el cultivo de microalgas para producción de biodiésel y una enorme diversidad de producción acuícola que requiere además de congelación, por los grandes volúmenes de cosecha.

Pero existe otra de pequeña escala o artesanal, que es prácticamente desconocida en el país, por que es una acuicultura orientada a una industria turística, una suerte de simbiosis acuicultivos-turismo, cuyo producto final es normalmente usado en fresco en los mercados locales, que generalmente son lugares con un alto trafico de pasajeros o turistas.

Estos pequeños emprendimientos son comunes en España, Italia, Francia, Japón, EE.UU. Australia. Filipinas, Corea, Taiwan y Grecia. Pero en el Perú su potencial esta ahí listo para ser descubierto y fomentado. Uno de los mejores ejemplos es quizá, la localidad de Pomata en Puno, y me referiré a una experiencia personal. No me agradaba mucho la trucha, la encontraba desabrida y seca. Hasta que probé una trucha fresca en Pomata.

El sabor del pescado fresco y crudo es algo que he experimentado muchas veces y quizá por ello comprendo mejor que muchos la exquisitez japonesa. Mi condición de pescador submarino me ha permitido probar pescado recién capturado y crudo, en una gran variedad de especies. Y he encontrado una significativa diferencia de sabores entre los filetes crudos del lenguado, chita, pintadilla, babunco, ojo de uva, cherlo o tramboyo, y por supuesto ni que decir de nuestros místicos “ceviches de aleta”, un ceviche típico entre los pescadores submarinos y que seguramente tiene otras variantes entre otro tipo de pescadores. La sutil diferencia de sabores, es muy difícil de notar con el pescado cocido o frito.

Pero como ya hemos dicho la acuicultura no necesariamente tiene que ser de peces, puede ser de crustáceos, bivalvos o algas también, con lo que la frescura de su condición y sabor se convierten en un atractivo singular para el turismo. Y ahí es donde radica la “simbiosis” de ambos sectores, su necesidad de sinergías, y donde el alto valor del producto fresco justifica el pequeño emprendimiento acuícola.

La Región Piura ha dado a luz a diversos proyectos piloto de acuicultura de pequeña escala en Talara, Los Organos, Mancora y Tumbes. Hay en ejecución proyectos de acuicultura de langostinos en jaulas flotantes en el mar, cultivos de ostras perleras y concha de abanico con el sistema “loop cord”, una tecnología asiática muy antigua y trabajosa, que consiste en hacer un agujero pequeño en los bivalvos para colgarlos de una boya unidos por una línea que atraviesa el hoyo.

Estos proyectos podrían funcionar muy bien en zonas con alto desarrollo turístico, como ese sector del norte de la costa del Perú, o en la Región Moquegua, donde Ilo se viene convirtiendo en un eje de desarrollo turístico de gran potencial. Pero no funcionaran adecuadamente en zonas como Sechura, donde el turismo no esta desarrollado y donde además, las tecnologías de acuicultivos empresarial, cooperativo o asociativo de mediana y gran escala ya han probado el sabor de las ganancias de la exportación.

La orientación de una política acuícola a desarrollarse y promoverse, depende mucho de la visión y de los mercados, Y como hemos visto de singulares sinergías multisectoriales. El sector pesca y acuicultura no es una isla, su desarrollo requiere de una comprensión holística y gestión multisectorial, por que aquí en Perú, en pesca y acuicultura, el potencial es gigante.