Tecnica

Carlos Gallego, gerente general de Pesquera Terranova: El complejo escenario de la pesca de merluza en Perú

Entrevistador: Pesca al Dia

lunes 26 de marzo de 2012

26/03/2012 Entrevista a Carlos Gallego, gerente general de Pesquera Terranova: El complejo escenario de la pesca de merluza en Perú Desde Perú, este empresario chileno relata los difíciles momentos que han tenido que vivir los armadores dedicados a la captura de merluza en el país vecino, debido a las restricciones que han puesto las nuevas autoridades, buscando, por lo que perciben los pescadores, eliminar el arte de arrastre. Desde el año 2007, Carlos Gallego –cuya familia tiene una vasta experiencia en la pesca nacional– dirige en Perú la Pesquera Terranova S.A.C., empresa de origen chileno y peruano por partes iguales y que se concentra fundamentalmente en la captura de merluza común (Merluccius gayi gayi) a través de la operación de cuatro embarcaciones que utilizan al arte de pesca de arrastre. Hasta hace unos meses, la historia había sido feliz, puesto que la firma había terminado de pagar sus primeras inversiones y estaba trabajando en el desarrollo de nuevos artes de pesca y, en general, evolucionando como empresa. Sin embargo, con la llegada de nuevas autoridades hubo cambios en la plana ejecutiva de importantes instituciones relacionadas con el sector pesquero del país vecino, como el Instituto del Mar de Perú (Imarpe), luego de lo cual vinieron serias restricciones para el rubro, ya que al parecer esta nueva generación estaría decidida a terminar con el arrastre. Lo anterior, a pesar de que Gallego destaca el enorme trabajo que han hecho los pescadores de merluza en Perú por mantener la sustentabilidad de la especie, preocupándose por "operar con un arte de pesca correcto y concentrando nuestros esfuerzos en cuánto y cuándo pescamos", según sus palabras. A continuación, el empresario cuenta detalles de la situación que se está viviendo en la pesca peruana: ¿Cómo ha sido su experiencia en la pesca de merluza en Perú los últimos años? ¿Podría describir el trabajo y el esfuerzo que han hecho los empresarios peruanos –y de capitales extranjeros que operan en el país– para mantener la pesquería en niveles sustentables? La experiencia en general ha sido buena. He aprendido mucho en estas tierras. La merluza, que viene con un estricto Régimen Provisional de Recuperación desde el año 2002 (post Fenómeno El Niño 97-98) a la fecha, ha dado frutos palpables con incrementos lentos, pero constantes en tamaños y biomasas. De hecho, somos la única pesquería en Perú que cuenta, desde el inicio del régimen, con inspectores del Imarpe todo el tiempo a bordo de nuestras embarcaciones. Además, estamos desde hace un año con la implementación de la certificación del Marine Stewardship Council (MSC) y hemos eliminado los trenes de arrastre por consenso de todos los armadores para que, de una vez, dejemos de dañar el fondo marino. Asimismo, disponemos de dos vedas anuales de desove; una en otoño y otra extensa en primavera. Son casi cuatro meses al año en que cuidamos los peaks de desove y nadie sale al mar. De igual forma, tenemos cero descarte, ya que estamos controlados in situ por el Imarpe, y hemos generado productos, formatos y mercados específicos para todas las tallas. Otro tema que hemos trabajado a conciencia ha sido buscar caladeros con el más alto nivel de pesca objetivo. El año pasado alcanzamos un 90% de pesca objetivo de merluza con tan solo un 10% de by-catch. Todos estos datos son oficiales del Imarpe. Por último, tenemos instalado en un barco de nuestro gremio merlucero un equipo científico para testear on line la temperatura, salinidad y oxigeno disuelto. Este aparato fue adquirido en convenio con el Imarpe hace dos años. Como conclusión, podemos decir que nos hemos focalizado en operar con un arte de pesca correcto, concentrando nuestros esfuerzos en cuánto pescamos y cuándo pescamos. En estos dos puntos marcamos una diferencia sustantiva con el resto de las pesquerías en el mundo. Lo que nos falta es mayor presupuesto para el Imarpe, para que se pueda hacer investigación permanente, ya que la parte norte de Perú es la más dinámica del mundo en cambios e influencias de corrientes marinas: lo que ves hoy, nunca se repite mañana, tanto en fauna como en condiciones oceanográficas. Actualmente, hay una polémica en Perú en cuanto al estado de la merluza. Los organismos gubernamentales expresan que ésta se encuentra en deterioradas condiciones, mientras que el sector pesquero privado defiende la idea de que la pesquería se encuentra en un estado saludable. ¿Podría explicar el origen de este debate? El tema es muy sencillo; cambiaron a toda la plana ejecutiva de Imarpe, del Instituto Tecnológico Pesquero y del Servicio Nacional de Sanidad Pesquera, entre otras intuiciones, y la gente nueva que hoy ocupa altos cargos no quiere el arte de arrastre y desean eliminar a los que capturamos los recursos. Así de sencillo. Mi familia lleva en la pesca más de cien años. Hemos visto y trabajado de todo, con todos los artes de pesca y puedo decir con conocimiento que no existen artes mejores ni peores para acabar con los stocks de recursos pesqueros. Para terminar con los recursos se requiere de ignorancia y politiquería. Un ejemplo de ello es que yo fui capitán de cerco por más de doce años y pescaba más de 60 mil toneladas anuales de jurel en Chile. Toda la captura se destinaba a la quema para harina de pescado. Eso fue un crimen y con un arte de pesca supuestamente "amigable", pero la realidad de los stocks actuales de jurel en el Pacifico Sur hablan por sí solos. ¿Qué antecedentes, manejados por los pesqueros peruanos, demuestran que la pesquería de la merluza se encuentra en niveles aceptables? Después de cinco meses en que nos han tenido en paralización artificial, hemos logrado generar una pesca exploratoria y los resultados fueron los lógicos, pues se encontraron todas las tallas y en grandes volúmenes. Las zonas de pesca de merluza se extienden por más de 400 millas náuticas. Solo en 80 millas, y a una hora del puerto de Paita, las estimaciones científicas arrojaron más de 200 mil toneladas. Tengo el informe científico para certificar lo expuesto. ¿Cuántos pescadores y empresarios pesqueros peruanos han sido afectados por la situación de la merluza en los últimos meses? Entre pescadores, descargadores, comerciantes, mecánicos, choferes, fileteros, envasadoras, empleados de fábricas de insumos, seguros y empresarios, sumamos más de 8.000 personas afectadas directamente por la política pesquera actual. ¿Qué acciones piensan tomar de aquí en adelante para defender los intereses del sector privado que captura merluza? Hasta el momento, hemos agotado todas las instancias de dialogo y fuimos sorprendidos, una vez más la semana pasada, con promesas de solución de la actual vice ministra, Patricia Majluf, que no se respetaron y que evidenciaron que la voluntad es eliminarnos sin ningún criterio técnico y científico. Por toda esta incongruencia, nuestra consigna hoy es defender la posibilidad de que en mí querido Perú sigan comiendo merluza legal y sustentablemente capturada y, así, seguir apoyando con nuestro grano de arena con la seguridad alimentaria que tanta falta nos hace. ¿A qué cree que se debe toda esta polémica de la merluza en Perú? Según su opinión, ¿qué intereses hay detrás? Pueden ser muchos los intereses; siempre los hay y en especial al ver cómo se ha manejado nuestra problemática y cómo nos han mentido en la cara, induciendo con estos engaños al ministro de la Producción y a muchos otros personeros de Gobierno. Lo cierto es que hoy, lamentablemente, la situación en todo lo relacionado con la pesca en Perú está sin rumbo, sobre todo en lo que es consumo humano directo. Lo peor es que si no se dan cuenta de que el camino está errado, terminarán ahuyentado la inversión nacional y foránea y éstas buscarán mejores horizontes en otros mares. De todas maneras, ¿cómo ha sido su experiencia, en términos generales, en la pesca peruana? ¿Cuáles son las proyecciones a futuro de Pesquera Terranova? Mi experiencia en Perú hasta ahora había sido magnífica, pues había logrado aprender y crecer profesionalmente y estábamos con un segundo aire, ya que habíamos terminado de pagar nuestras primeras inversiones y generando iniciativas innovadoras para desarrollos de nuevos artes de pesca y, así, evolucionar como empresa. Hoy, en cambio, la proyección es nula. Estamos estancados con las nuevas caras que dirigen la pesquería. Los armadores no podemos traer tecnología, porque la autoridad no nos autoriza a nada nuevo, por más "amigable" que sea el arte de pesca. Esta involución me tiene en un estado de incertidumbre, ya que si no quebramos esta inercia negativa generalizada, tendré, forzosamente, que buscar alternativas para desarrollarme en otros mares, al igual que muchos otros emprendedores pesqueros de los que acá hay muchos. Lo que más me molesta es que, por un lado, estamos dejando de alimentar al pueblo del Perú con pescado natural (lo que es importante en términos de seguridad alimentaria), ya que un 35% del total de las capturas de merluza va a las mesas populares.

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