Un nuevo enfoque sobre la Merluza Peruana

Autor: Juan Fosca / Marcos Kisner

miércoles 4 de junio de 2008

Un nuevo enfoque sobre la Merluza Peruana


La industria de extracción y procesamiento de merluza fue afectada hace algunos años por la drástica suspensión de sus operaciones motivada por la larga veda que impuso la autoridad de Pesquería.

Esta crisis se generó, como lo reconoció en su momento el Imarpe, debido a que la data con la cual el órgano científico trabajaba estaba errada y arrojó cifras sobreestimadas en cuanto a la biomasa de merluza. Por tanto se había incurrido en sobreexplotación ya que se asignó cuotas de captura anuales calculadas sobre una biomasa total que al decir de Imarpe estuvo equivocada. En su momento se habló de un stock de 700 a 500 mil toneladas, por lo cual se asignaron cuotas anuales de 80 a 100 mil toneladas; pero de pronto cayeron en la cuenta de solo había 200 mil toneladas.
El Imarpe esperaba que la veda larga, la reducción de la TAC y la aplicación de CITs producirían la recuperación del recurso y un aumento de las tallas.

Lo concreto es que al año 2008, el recurso no se ha recuperado, y las tallas se mantienen por debajo de la mínima.
Estos dos hechos son suficientes para crear una duda razonable sobre la metodología que usa Imarpe para la evaluación de la biomasa así como sobre otros conceptos técnicos.

No se puede descartar el tema de sobrepesca. Se sobrepescó debido a una estimación errada  y además se sobrepesca porque hay embarcaciones ilegales que realizan esfuerzo pesquero ilegal y a las cuales, además, pretenden legalizarlas por ley.

Hay años en que no se llega a cumplir la cuota total, argumento que algunos pretenden esgrimir para pretender incorporar más embarcaciones a la extracción de merluza.
Sin embargo lo que ello indica es que la cuota total no es susceptible de ser extraída por razones de costo y rentabilidad.
Hay plantas procesadoras sin flota que exportan grandes volúmenes de merluza proveniente de capturas ilegales que no se contabilizan dentro de la extracción anual.

Le falta comida a la merluza y con lo que hay en el ecosistema no es suficiente para todas las especies que requieren a la anchoveta como especie presa principal. Es necesario el manejo ecosistémico y que se deje un mayor volumen para las otras especies. Sin comida suficiente el ecosistema pierde resiliencia y productividad.

Es importante sincerar el comportamiento de las capturas, considerar y reconocer el exceso de capturas de la flota merlucera ilegal y sus impactos en una población ya en estado bastante crítico.

Por esa razón se presenta una hipótesis sobre los hábitos alimenticios de la merluza que pretende explicar porqué esta no crece.
Esta hipótesis, merece ser evaluada e investigada y no descartada a priori.
Se propone un manejo por caladeros que merece ser estudiada y convertida en una norma.

Debe destacarse que el hecho de mencionar la posibilidad de pedir una mayor investigación específica sobre la merluza a investigadores independientes, no es una muestra de desconfianza hacia el Imarpe, sino que se genera por la necesidad de contrastar diagnósticos tal como haría un enfermo de cáncer al pedir una segunda opinión.

La industria deberá asumir que en el corto plazo no se podrá volver a los niveles de captura de merluza anteriores y que esta deberá dejar de constituir un elemento importante en sus flujos de caja debiendo buscar alternativas de procesamiento de otras especies, así como dar el mayor valor agregado posible a la merluza que puedan extraer mientras dure el período de su recuperación.

El control de la pesca ilegal es vital para asegurar que la cuota anual no sea burlada.

Antecedentes

Tras casi una década de gestión en procura de la recuperación de la pesquería de merluza en el Perú no se observan signos de mejoría en la porción susceptible de ser explotada.

Es el caso, que la talla y el factor de condición de los individuos que conforman la biomasa de merluza no manifiesta progreso alguno.

Objetivamente se aprecia que la merluza adulta en promedio no crece más allá de 26 cms cuando debiera superar largamente los 35 cms de largo.
La industria pesquera y procesadora de la merluza, el personal que labora en dicho sector y sus proveedores y los consumidores observan hoy que la metodología de evaluación y gestión pesquera aplicada no ha producido los resultados pronosticados.

El tremendo sacrificio y esfuerzo desplegado por años por todos los integrantes de la comunidad pesquera dependientes de la merluza, deviene por ello en infructuoso.

Qué se esperaba

Además de una biomasa de magnitud aceptable se esperaba percibir una tendencia de acercamiento gradual a una talla de moda 35 cms, signo inequívoco de recuperación. Dicha tendencia no se manifiesta hasta ahora.

Metodología de evaluación del recurso merluza

El desempeño de la merluza es analizado en forma aislada e independiente del resto de recursos hidrobiológicos que forman parte de su ecosistema.

La información que se recolecta del propio recurso se analiza e interpreta mediante modelos matemático-estadísticos. Sobre la base de las estimaciones resultantes se definen los parámetros y mecanismos reguladores de la extracción que se suponen adecuados para su recuperación y sustentabilidad.

Dichos mecanismos reguladores consisten esencialmente en establecer medidas restrictivas de la extracción en diversos grados y formas.

Al margen de ser cuestionables el modelo matemático-estadístico aplicado, las desviaciones en la apreciación de los resultados, la validez y precisión de la data recolectada y empleada en las estimaciones, lo único evidente y objetivamente demostrado es que el pez merluza no crece como se espera.

La omisión

La comunidad pesquera de la merluza ha omitido prestar atención a la investigación respecto a la debida alimentación de la merluza.
La ingesta adecuada es regla fundamental de vida y determinante del crecimiento de los seres vivos.

La hipótesis de un deficiente crecimiento por malnutrición

Resulta impostergable que se atienda e investigue la hipótesis de un deficiente crecimiento por malnutrición provocado por externalidades de otras pesquerías y que se formule recomendación para adoptar medidas cautelares precautorias.

Consideraciones preliminares

En la evaluación de dicha hipótesis debe tenerse presente que la merluza es una especie bento pelágica que en su estadío de crecimiento a adulto es carnívora por excelencia y que se desplaza desde los fondos donde se refugia hasta cerca de la superficie en procura de alimento.

Asimismo, el gran tamaño, forma y equipamiento de la boca, el intestino corto, la vejiga natatoria significativamente desarrollada que -modificando su factor de boyansa- la faculta a trasladarse verticalmente sin esfuerzo muscular, las limitadas reservas de grasa (energía), la musculatura laxa, baja movilidad, nado lento y sedentarismo son características que evidencian las opciones y preferencias alimenticias de la merluza.

La merluza busca alimentarse de presas altamente nutritivas, pertenecientes a cardúmenes de alta densidad ubicados en área y estrato de alta productividad. Su presa objetivo pertenece necesariamente al segmento de peces pelágicos.

De la magnitud de la ingesta requerida

La merluza requiere de especies presa para una ingesta en el orden de magnitud equivalente a 10 a 20 veces su peso corporal al año, dependiendo el factor del valor energético y nutricional del alimento a su alcance y de su digestibilidad.

La magnitud de la biomasa presa necesaria para atender la demanda de ingesta de una biomasa (predadora) de 100,000 toneladas de merluza en estadío de crecimiento esta en el rango de 1'000,000 a 2'000,000 de toneladas por año.

Si dichas magnitudes no estuvieran disponibles y a su alcance, por cualquiera que sea la razón, es de esperar que su crecimiento se retarde en concordancia y se manifiesten además indicios de canibalismo.

Estructura de la hipótesis

La hipótesis plantea:

1.    Que el valor nutritivo de la ingesta actual de la merluza en proceso de crecimiento no corresponde al valor nutritivo de la ingesta natural histórica anterior a la instauración de las pesquerías intensivas; en tanto éstas habrían removido del entorno su alimento fundamental.

2.    Que ciertas pesquerías intensivas retiran del ecosistema de la merluza sus presas preferidas resultando de ello que la calidad y cantidad de alimento sustituto sea insuficiente para los requerimientos y desempeño normal de la merluza en crecimiento.

3.    Que, como consecuencia de lo antes mencionado, los especimenes de merluza subalimentados priorizan el destino de la proteína y energía ingerida en atender

(i)    su demanda funcional,
(ii) su supervivencia
(iii) la reproducción quedando postergados o reducidos:
(iv) la tasa de crecimiento y
(v)  el factor de condición.

Corolario de la hipótesis:

Queda desvirtuado y resulta inaceptable fundamentar la investigación estadística sobre el desempeño del recurso en la existencia de concordancia o correlato entre la talla y la edad en la merluza durante el estadío de crecimiento.

El establecimiento de medidas radicales de reducción del esfuerzo pesquero e incluso la veda absoluta de la pesquería no conducirá a la recuperación o mejoramiento de las tallas ni del factor de condición de la merluza.

La recuperación ansiada de la merluza será consecuencia de un manejo de la pesquería con criterio ecosistémico que priorice el concepto de interdependencia de los recursos y regule la extracción de la merluza y de las diversas especies que coexisten con ella, en porciones alícuotas a su participación en la estructura trófica de su hábitat.  

En general, no se puede ni debe consentir la extracción de determinados recursos naturales en volúmenes al límite de privar a otros recursos naturales de su alimento convencional indispensable, más aún siendo estos de mayor interés de la comunidad.
La ecuación de equilibrio presa-predador de la merluza debe ser reestablecida en función de los intereses y beneficio de la comunidad.

Antes y Ahora: punto de partida de la investigación

Se hace necesario establecer términos de referencia del 'antes' para evaluar las desviaciones nutricionales del 'ahora'.

El 'antes' es un escenario equilibrado cuasi ideal compuesto por biomasas de diversas especies interdependientes, auto-regulada por la ecuación presa predador que ha forjado y adaptado a lo largo de miles de años las características morfológicas y habilidades de sus integrantes para desenvolverse en el entorno que comparten y del que dependen.

Para los efectos se hace indispensable comparar la estructura trófica asociada a la merluza anterior y posterior al impacto antropogénico intensivo de su entorno para lo cual se debe emprender lo siguiente:

1.    Identificar, cuantificar y valorar las diversas biomasas propias y preexistentes en el ecosistema de la merluza adulta antes de los impactos pesqueros intensivos.

2.    Identificar las preferencias naturales de la merluza en crecimiento por diversas presas considerando criterios como alcance, costo-beneficio, eficiencia, balance energético y convertibilidad.

3.    Identificar, cuantificar y valorar las diversas biomasas al alcance de la merluza en estadío de crecimiento a la fecha.

4.    Elaborar un balance comparativo antes/ahora de las biomasas objetivo de la merluza en crecimiento considerando factores como volumen disponible y potencial proteico y energético.

Propuesta de ajuste a la política pesquera en general

Innovar elaborando un modelo de gestión pesquera que (i) valore comercialmente las biomasas de los diversos recursos pesqueros disponibles y recuperables, (ii) que valore individualmente el impacto socioeconómico de su recuperación y explotación sustentable y (iii)  que establezca criterios de prioridad y preferencia de cara a las externalidades negativas que pudieran sobrevenir de la explotación de cada uno de ellos.

Estudiar fuentes alternativas de financiamiento para soportar los costos de una investigación científica adecuada.

Para efectos de control de la pesca ilegal, y a fin de hacer este control menos costoso, se intensifique el control sobre las plantas de procesamiento y sobre el mercado de pescado fresco nacional. El control debiera ejercerse de forma tal que aquella planta que procese pesca que no provenga de embarcaciones pesqueras con cuota asignada y/o debidamente identificada si se tratase de artesanales sea drásticamente sancionada. Sería conveniente incorporar medidas de sanción más drásticas como la pérdida de licencia o cierre de la planta.

De alguna manera  introducir el concepto de trazabilidad a la extracción de la merluza mejoraría su control.

El empleo generado por la merluza y la cuestión social

Respecto al empleo, cada Embarcación Arrastrero Costera en condiciones normales pesca un promedio de 10 toneladas por zarpe y ocupa a 9 tripulantes y 2 abastecedores y descargadores en el muelle: total 11 jornales cada 10 TM
En consecuencia, cada tonelada de merluza en la extracción y hasta el desembarque ocupa a un trabajador por un día.
Incorporar más flota no mejora el número de jornales puesto que estos están en relación directa a la cantidad de merluza que se pesca.
Si, por ejemplo, se tienen 10 pollos que sirven para alimentar a 20 personas a razón de medio pollo por persona, incrementar 10 personas más solo permitirá que cada persona en lugar de comer 500 gramos de pollo consuma tan solo 333 gramos. Por tanto es el recurso el que define la cantidad de trabajadores y no estos últimos.

Respecto a la transferibilidad, no recorta la capacidad de empleo: los armadores contratan a la mejor gente y los emplean para sacar su cuota rotándolos en las diversas embarcaciones por su capacidad personal, son expertos y experimentados. Obligar a que el armador no pueda transferir su cuota no significa que este realizará una faena de pesca. Solamente la realizará si le es rentable hacerlo, y con la tripulación que estime más eficiente.

La pesca de arrastre no califica de artesanal. Consentirlo impulsa que empresarios se disfracen de artesanales para incluirse como nuevos participes.
La pesca ilegal debe ser combatida y confiscados los aparejos (la red y el winche en caso de arrastre en el caso de la flota de madera de Paita p.e.)

La asignación de las cuotas individuales transferibles es la mejor opción de manejo porque para muchos armadores no será rentable operar sus embarcaciones en una operación de pesca que puede resultar muy costosa. Por tanto es lógico que prefieran vender o transferir su cuota a aquellos armadores que por la naturaleza de sus embarcaciones y/o experiencia de sus patrones puedan asumir el riesgo de una faena de pesca en mejores condiciones.

Asignar las cuotas individuales  deviene en una necesidad a fin de que el sector se regule por sí mismo permitiendo salir a pescar a las embarcaciones más eficientes.

Asumir como necesaria la una mayor investigación por parte del Imarpe y también, si fuese posible, por científicos investigadores independientes que permitan llegar a las mejores conclusiones en los temas que tendrán impacto en las decisiones de ordenamiento que deberán adoptarse en el futuro cercano.

Una novedosa forma de democratizar el acceso al recurso y generar simultáneamente fondos para la investigación es que del total de la cuota anual a repartir, el Estado se reserve el 10% de la misma, la cual sería subastada al mejor precio. A esta subasta podría acceder cualquier armador o persona con cuota o sin ella, lo que le daría un libre acceso limitado y generaría un fondo proveniente del mismo sector, no del Estado, que puede asignarse a actividades de investigación más profunda del mismo recurso merluza.

La propuesta técnica

Es posible innovar en la extracción mediante la administración dinámica de caladeros o zonas de pesca de tal forma que el cada caladero se cierre si la moda del cardumen presente en éste fuera menor de 26 cms.  

La Administración no debe rehabilitar permisos de pesca incursos en caducidad por causales económico-financieras. Hacerlo impulsa la negociación de intangibles en desmedro de los participes activos (reduce los índices de participación individual y penaliza a aquellos que se sometieron a las restricciones del esfuerzo por la recuperación del recurso.)

Debe entenderse que la pesca industrial y la pesca artesanal son actividades humanas que provocan mortalidad y por tanto afectan la estructura poblacional de los recursos hidrobiológicos. La tendencia de la población costera por apostar por la extracción debe ser revertida. La percepción es errada y debido a desinformación.

La Administración debiera impulsar una corriente de opinión al respecto.
En los últimos 30 años el escenario pesquero ha cambiado radicalmente. Los indicadores lo evidencian:  
-    Menores volúmenes y menores tallas en las capturas,
-    Los pescadores costeros se han convertido en pescadores de altura o proveedores de la industria harinera.
-    Los botes y aparejos artesanales tradicionales se han reconvertido y mecanizado
-    La capacidad de bodega y el esfuerzo pesquero se multiplica
-    El número de partícipes aumenta.- Las temporadas de pesca exitosa de acortan
-    Persiste la ilusión del pescador de tomar riqueza del mar y aumenta su frustración.

El recurso pesquero no aumenta en función de la demanda.  La Ley de Pesca tiene carácter promocional y ello debe cambiar; la Ley debe volverse regulatoria, limitativa y exclusivista. (Aún cuando aquello parezca impopular).  Pescar no podrá ser un derecho sino debe ser considerado un privilegio. El privilegio será de unos pocos que se obliguen a sacar la cantidad justa que garantice la sostenibilidad de las especies al menor costo en beneficio de la alimentación humana.  Resulta ineludible  motivar un giro en la investigación y en la política de recuperación de muchos recursos.

Sostenemos que un enfoque pragmático, que considere el efecto de la complejidad ecológica, y que al mismo tiempo evite la indiscriminada adición de detalles a modelos matemáticos de competencia (entre especies), es la mejor manera de proporcionar asesoramiento científico sobre cuestiones que requieren una acción urgente.

Ecosistema Paita Bayobar

Cuando todos los indicadores señalan que los recursos pesqueros en un área están en decadencia, cuando se han aplicado las propuestas formales sin éxito, es tiempo de innovar, de ser pragmático y reconocer que no hay verdad absoluta.
Es tiempo de intentar medidas preventivas relacionadas a las pesquerías de presas en el sistema Paita-Bayobar, sujetas a ajustes a la luz de la investigación futura.

La debida alimentación

La hipótesis de que la mala alimentación de la merluza es factor importante responsable de que no alcance las tallas debidas, debe ser asumida por el órgano científico como una posibilidad que merece investigación.
 
El artículo publicado en el web site:
http://www.prensa.com/hoy/vivir/1364439.html

explica como las hipótesis de la relación predador-presa tienen aceptación por parte de algunos miembros de la comunidad científica.
 
MEDIO AMBIENTE. BALANCE DEL ECOSISTEMA.

El valor del depredador

Alejandro Balaguer
Especial para La Prensa
vivir+@prensa.com

"Hace más de una hora, voy escoltado de varias siluetas gigantes de tiburones oceánicos que duplican el largo de mi kayak. A 500 kilómetros del continente, en aguas territoriales de Costa Rica, la remota isla del Coco –una suerte de laboratorio viviente para el estudio de la evolución de muchas especies de escualos y de otras especies migratorias– luce extremadamente salvaje.

He dejado la seguridad de la cubierta del buque de investigación que me hospeda para explorar el universo acuático, que se extiende alrededor de los 24 kilómetros cuadrados de bosques vírgenes que cubren la isla del Coco, conocida también como "la isla de los tiburones", fama que compruebo a cada golpe de remo.

Tal es la riqueza marina de este sistema insular, que es muy fácil observar la abundancia de tiburones desde la misma superficie del mar. "Aquí llegan los grandes depredadores a abastecerse, buscando también peces limpiadores que eliminen sus parásitos y otros organismos polizontes que suelen adherirse a la piel. Y como todo ser viviente forma parte aquí de una compleja cadena alimenticia, los parásitos de los tiburones son un buen bocado para los abundantes peces mariposa y los peces ángel rey", me explica el buzo Kevan Mantell.

Mantell prepara su cámara submarina para otra inmersión, desaparece bajo las aguas con otros expedicionarios y yo prosigo la travesía hacia nuestra casa flotante.

Ante mi tenaz escolta de escualos, compruebo que el verdadero tesoro no es fábula y que la fama de "la isla de los tiburones" es cierta, hecho que registran los colegas camarógrafos a 30 metros de profundidad. Allí, donde reina el silencio, cientos de tiburones martillo y punta blanca, rodeados de cardúmenes de peces limpiadores, rayas águila e inmensos tiburones tigre, se dan un banquete en la bien abastecida despensa natural de las profundidades oceánicas del archipiélago.

Sin embargo, esa abundancia es inusual y la realidad es dramática para las poblaciones de tiburones de los mares del mundo.

Aunque muchos especialistas piensan que las cifras que se dan hoy van a estar por debajo de la realidad en un porcentaje bastante alto cuando se obtengan mayores datos, se estima que entre 50 y 100 millones de tiburones son sacrificados al año por las pesquerías, lo que supone un holocausto marino si se considera que alrededor del 90% de las poblaciones de grandes especies comerciales ya se han extinguido.

Es que los tiburones, como depredadores, están diseñados evolutivamente para jugar un papel importante de control sobre las poblaciones de otros organismos que son presa de ellos y, sobre todo, los que están en la parte superior de la cadena alimenticia o trófica.

Además, se sabe que tienen una influencia muy grande sobre la abundancia de estos recursos porque son los que mantienen el nivel de las otras poblaciones reguladas.

Interesado por la crisis de los tiburones, de retorno de la isla del Coco visito la Universidad Javeriana de Bogotá, donde se realiza un encuentro de expertos de América Latina para exponer sus estudios recientes acerca de los tiburones.

Andrés Domingo, biólogo encargado del área recursos pelágicos del Instituto de Pesca de Uruguay y miembro de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, expone entre un nutrido auditorio: "Los tiburones mayoritariamente son los que regulan la situación de los que vienen por debajo, pero no estamos hablando de un único predador tope que está siendo eliminado. No hablamos solamente de los tiburones, podemos hablar también de mamíferos que están siendo eliminados, por ejemplo, estamos hablando de tortugas, estamos hablando de aves marinas, lo cual complica mucho más la situación de colapso".

Otro de los invitados es Ramón Bonfil, Phd en biología marina y experto mundial en escualos, un mexicano tenaz que los ha seguido por los mares de la región.

Bonfil complementa la intervención de Andrés Domingo: "Si tú quitas a los tiburones y los quitamos a través de la pesca de ese puesto tan importante, entonces hay un desbalance en el ecosistema, y las presas que antes estaban reguladas por los tiburones, ya no tienen ningún control y empiezan a crecer de una manera fuera del control natural; puede haber unos efectos ecológicos muy complejos, que pueden resultar incluso en problemas económicos, haciendo que el recurso pesquero desaparezca, ya que si tú quitas al tiburón o depredador tope, algunos de los otros tiburones que son depredadores medios en los océanos, pueden llegar a colapsar".

En Lima, bajo la influencia de la fría corriente de Humboldt, las instalaciones de la Universidad Cayetano Heredia, a escasos metros de la costa, se impregnan de una humedad persistente y salobre propia del litoral peruano. Desde allí, la prestigiosa doctora Patricia Majluf lidera campañas para la sostenibilidad de los recursos pesqueros. La visito y le pregunto: ¿cuántos tiburones tienen que desaparecer para que se afecte realmente el funcionamiento del mar? "Yo he encontrado una metáfora muy interesante para esto, o sea, si tú tienes un carro y le sacas una tuerca no pasa nada, sacas dos y no pasa nada, sacas tres y no pasa nada, hasta que sacas 100 y se te cae el carro; entonces, aplicado a los tiburones, lo que tenemos que ver a nivel general es qué está pasando cuando estamos desapareciendo todas esas especies, porque realmente no entendemos la complejidad de las interacciones de los ecosistemas. Pero sabemos que si sacamos suficientes especies eventualmente todo va a colapsar, sobre todo cuando sacas las especies críticas, como son los depredadores topes", me cuenta Majluf.

Para Bonfil, existen muchos casos que indican claramente que con la eliminación de un depredador tope, se puede desencadenar un efecto negativo en los ecosistemas marinos".

Comentario: ¿no podríamos asumir que el retiro de grandes volúmenes de anchoveta en el área Paita- Bayobar tiene influencia sobre la merluza, la cual a falta de alimento necesario no crece lo suficiente?

Entre 2002 y 2003 se han retirado cerca de dos millones de toneladas de anchoveta de un zona rica en merluza. ¿Podría ser ello  una causa de que la merluza no crezca por falta de alimento?