Sobredimensión de la flota. Que hacer?

Autor: Pesca Responsable, Año X Nro. 40, Mayo – Junio 2006.

martes 25 de julio de 2006

Sobredimensión de la flota. Que hacer?

Mediante la discusión con otros representantes del sector, la SNP continúa buscando soluciones consensuadas para la administración inteligente y competitiva del recurso pesquero, siempre en el marco de la pesca responsable.

El presidente de la Sociedad Nacional de Pesquería, Almirante Raúl Sánchez Sotomayor, convoco a una mesa redonda sobre el tema de la sobredimensión de la flota para la presente edición de Pesca Responsable, pero en esta oportunidad no solo plantear el problema, sino también para recoger propuestas de otros representantes del sector y ver las alternativas que puede haber.

El cuidado del recurso pesquero, la rentabilidad del sector y la protección de los derechos sociales de los trabajadores, deben ser argumentos que animen a todos los agentes del sector a buscar consensos.

Unidades pesqueras.

La flota pesquera peruana esta clasificada en flota de mayor escala o industrial, y de menor escala o artesanal. Se calcula que la flota industrial de fierro esta constituida por unas 700 embarcaciones con un rango individual de capacidad de bodega entre 34 a 870 M3, de las cuales el 87% esta autorizado a pescar anchoveta, sardina, jurel y caballa. Por otro lado, en un cálculo modesto se estima que hay unas 600 embarcaciones pesqueras de cerco construidas de madera y con capacidad de bodega de hasta 110M3, denominadas "vikingas", autorizadas para la extracción de anchoveta y sardina.
Por su parte, la flota de pequeña escala o artesanal esta compuesta por una cantidad estimada en 6300 embarcaciones.
 
En opinión de Kai Krogh, la reducción de flota o de bodega es una opción posible, "la reducción seria en forma proporcional a nuestra capacidad". Esta alternativa se aplicaría por etapas y contaría con apoyo satelital para su control y, principalmente, se evitaría la desocupación masiva y repentina de pescadores. En teoría, la competitividad no se afectaría, ya que los más eficientes seguirían siéndolo.

Desde su punto de vista, esta es una alternativa a las cuotas individuales de pesca porque evitaría que en dicho sistema las fábricas se abstengan de comprar la pesca o la subvalúen. "Yo creo que seguiríamos iguales con muy pocas variaciones. En ese sentido, yo pienso que todos reduciríamos equitativamente", afirma el señor Krogh.

Santiago Freund, por su parte, afirma: "Yo creo que hay que ser un poco mas específicos sobre que es lo que nos motiva a pedir reducción de flota o de bodega. Me parece que el objetivo de la protección del recurso no esta claro para el armador y por eso tenemos que partir de cosas en las que coincidamos, e inicialmente sean obvias y en la que no haya forma de dar marcha atrás".

Para Santos Alvarado, de la Federación de Pescadores, se enfatiza más en querer aumentar la rentabilidad de la empresa, que en ver la situación laboral de los trabajadores. El plantea que "la reducción de bodega, debe ir de la mano de una mejor calidad de refrigeración de las mismas", ya que esto ayudaría en la optimización de la recolección del recurso desde el inicio, evitando la putrefacción, o el deterioro por mal transporte, y la sobrepresca a consecuencia de esto.

Sobre esto Freundt dice que esto exigiría una sobre inversión muy grande ya que de las 1250 embarcaciones, apenas 90 tienen algún sistema de refrigeración. Alvarado descarta la idea de crear turnos. "Turnos de pesca como en la década de los 80, crean situaciones de privilegios y desventajas para los trabajadores". En experiencia de Santos Alvarado, esto provocaría desde abusos hasta robos. Producto de la ansiedad por conseguir suficiente pesca para cubrir una cuota. En la práctica se estaría afectando un universo de cinco mil pescadores. "Cualquier reducción ya sea de flota o de bodega debe contar con la participación del Estado para que se reconozca el perjuicio a los trabajadores y se busquen mecanismos de compensación tanto para los trabajadores como para los empresarios", sentencia Santos Alvarado.

Con otro nivel de complejidad, Alberto Luque plantea que la solución pasa por la aplicación estricta de la Ley. "Se puede reducir la flota y sobre pesca exigiendo que aquellas embarcaciones que fueron destinadas para el jurel y la caballa sean sancionadas por pescar anchoveta ilegalmente". "Es increíble –señala indignado Luque- que para que un "vikingo" se formalice deba "acreditar" que ha trabajado informalmente haciendo pesca ilegal".

Vikingos.
Las naves vikingas son embarcaciones de madera de hasta 110M3 de capacidad de bodega que se están dedicando a la pesca de anchoveta, aunque originalmente no fueron construidas para ese efecto. En el año 1998, el entonces Ministerio de Pesquería, busco formalizar a un aproximado de 100 embarcaciones de madera de las que se tenia conocimiento, pero las diferentes prorrogas que se dieron a los plazos de regularización originaron que "aparecieran" muchas mas llegando a la actualidad a mas de 600 embarcaciones con permiso de pesca. El poco control que antes había propicio ese crecimiento, pues era mas rentable dedicarlas a la anchoveta que al consumo humano directo, también origino que traspasaran las cinco millas, aunque en la actualidad al ya contar obligatoriamente con sistema satelital, se les complica ese indebido accionar; empresarialmente evadían los tributos de la SUNAT y no respetaban los derechos de los trabajadores, situación que supone una competencia desleal.

Para solucionar el problema mencionado arriba, Krogh propone: "Se podría crear un fondo, de unos 4 dólares por tonelada descargada, con ese dinero se podría adquirir las embarcaciones vikingas, aprovechando que ellos quieren evadir a la SUNAT". Que hacer con las naves compradas?, "desmantelarlas" responde Krogh. En teoría el cálculo de 4 dólares por cada una de las 8 millones de toneladas crearía un fondo de 32 millones de dólares, dinero suficiente para eliminar a la flota vikinga íntegramente en unos 5 años.

Para Santiago Freundt, el tema de la reducción de flota o bodega esta claro, pasa por las cuotas individuales, el problema es quien asigna la cuota que debe pescar cada uno y cual es el criterio de dicha asignación. "Además –dice- debemos tener que evaluar si la presión que tiene el recurso es la misma si pescamos 70 días con alta tecnología y pesca intensiva o si lo hacemos en 200 días con los métodos tradicionales y sin cuotas. En mi opinión parece que no es igual, eso es importante para mí. Esta claro que la condición sine qua non es que tiene que haber un cambio".

"Los vikingos, están en una dinámica empresarial muy intensa, tiene plata y compran mejores naves e inclusive fabricas", señala Freundt. "Cuando escucho hablar que vamos a sacar de juego a las embarcaciones de madera comprándolas no lo creo, si no, por que las siguen construyendo", afirma.

Así si la idea es establecer cuotas individuales de pesca seria en opinión de Freundt una solución ideal, en todo caso, como el mismo se encarga de señalar, por ahora se trata de "una venta de ideas en las que todos tratamos de presentar los mejores argumentos para informar los beneficios de lo que proponemos"

Mientras se buscan formulas de consenso, la industria formal compite en forma desigual con empresarios informales, poniendo en riesgo la estabilidad del sector y la situación de los trabajadores. Queda como colofón las opiniones de:

Santiago Freundt: "Yo creo que las formula es aplicar cuotas individuales de pesca y aplicar los mismos criterios de control que a todos"

Kaig Krogh: "En la practica nadie quiere achicar de verdad su barco ni reducir su capacidad de bodega, apenas se hablo de cuotas individuales muchos empresarios salieron a comprar licencias".