Einsten y la Merluza Peruana

Autor: Pedro Trillo

miércoles 4 de julio de 2012

EINSTEIN Y LA MERLUZA PERUANA
Por: Pedro Trillo
Experto del Sector Pesquero

En el último crucero de evaluación de la merluza, IMARPE habría establecido una biomasa cercana a las 200 mil toneladas, lo que justifica un aumento prudente de la cuota anual a 25,800 TM, una tasa de explotación que no superará el 12%.

Esta precaución se suma al sistema de cuotas individuales controlado a bordo por inspectores del IMARPE, que también impide el descarte de otras especies y permite una rápida reacción de la administración cuando aumenta la incidencia de juveniles en las capturas.

La situación de la merluza ha venido siendo explicada reiteradamente desde hace más de 10 años por el Dr. Marco Espino, actual Director Ejecutivo del IMARPE, quién sostuvo la teoría del desplazamiento hacia el norte del hábitat de la merluza en concordancia con variaciones en el Índice de Oscilación Decadal del Pacífico (PDO). Esta tesis es recientemente compartida por un prestigiado científico, el Dr. Cheung del Fisheries Centre. Sin embargo, la diferencia entre los dos planteamientos estriba en que, en el caso de la merluza del Atlántico norte el Dr. Cheung habla de colapso o extinción y en el caso peruano el Dr. Espino de migración, que es más exacto a lo acontecido. El Dr. Espino ha tenido que soportar comentarios impertinentes de todo tipo, sin embargo, hoy en día sus colegas coinciden que las evidencias científicas a su favor son concluyentes.

Parafraseando a Einstein -en un homenaje a Max Planck en 1918-, decimos como él; que en el templo de la ciencia existen tres tipos de personas, las que buscan el poder intelectual superior como un deporte que satisface la ambición personal, otra clase que trafica con ella y se dedica a la ciencia para conseguir fines exclusivamente utilitarios, y la tercera. Si el ángel del señor viniera y sacara del templo a todas las personas que pertenecen a estas dos categorías anteriores (los eco-narcisistas), quedarían unas pocas y entre ellas Marco Espino Sánchez, por lo qué merece nuestro respeto y apoyo, pues ciertamente tenía razón.

Lima, 4 de julio, 2012