PESCA Y GOBERNABILIDAD

Autor: Marcos Kisner Bueno

miércoles 1 de marzo de 2006

"no se puede decir que la verdad cambia como la dirección del viento; lo importante es saber la magnitud del viento y sus posibilidades de volver a cambiar de dirección"
Tse Ma


En nuestro futuro inmediato enfrentamos la responsabilidad de decidir quien dirigirá los destinos del país, y por ende, de la pesquería nacional en su conjunto.

La dirección de un país supone no solamente el conocimiento profundo de la realidad nacional, de los cambios que requiere, del valor para enfrentarlos y de la capacidad para hacerlo; sino también de la existencia de un plan de gobierno sólidamente estructurado, y de un equipo humano idóneo para llevarlo a cabo.

Un plan de gobierno requiere que sea integral y coherente. Debe basarse en la integración de toda la problemática nacional.

No existen sectores más o menos importantes que otros. Todos en su conjunto forman la realidad nacional. Cada persona considera la actividad de la cual vive la más importante, lo cual es lícito desde su punto de vista, pero el gobernante tiene que tener la capacidad de visualizar el país en forma integral, lo que presupone gran conocimiento y/o un equipo de trabajo lo suficientemente capacitado para hacerlo.

En el caso actual, a la pesquería se le ha concedido una mínima atención, y aún en ésta, no se han abordado varios temas fundamentales. Tan es así que en los discursos poco o nada se dice de la pesquería, de los problemas de la pesca artesanal, de la situación laboral del sector, de la situación tributaria, de la necesidad de reducir el esfuerzo pesquero, etc. etc. Algo de ello se ha escrito en algunos planes, pero no se aprecia énfasis en tocarlos en público, ni en foros gremiales ni en las caletas o centros de producción pesquera.

No se puede pretender acceder a la dirección del país con un plan de gobierno improvisado en pocas semanas para encandilar a una masa de votantes.

Un plan de gobierno es la resultante de gran experiencia, capacidad de visión de futuro, de personas con la suficiente experiencia y capacidad para aportar lo suyo en cada sector de la vida nacional.

Llenar espacios por el simple hecho de cumplir con un formulismo es sencillamente pretender deslumbrar a la gran mayoría de votantes, ansiosos de un nuevo liderazgo y de cambios.

El sector pesquero nacional parece ser el que menos importancia tiene en los planes de gobierno, por lo menos de los 3 principales, basándonos en las proyecciones de las encuestas, que a la fecha muestran solamente a 3 partidos en competencia real.

Uno de ellos no aporta ninguna idea para el sector, y los otros dos esbozan tímidamente algunas acciones concretas, buenas por cierto ambas, pero insuficientes para enfrentar la realidad de la pesquería y su urgente necesidad de un reordenamiento.

Como quiera que el tiempo y las circunstancias no permitirán profundizar en un plan de acción más amplio para el sector pesquero, solo queda, a falta de este, evaluar otro tipo de condiciones en los postulantes que nos permitan tener cierta esperanza de que un cambio en el sector será posible.

Estas condiciones serían básicamente la capacidad de dirección y de liderazgo.

LIDERAZGO Y VALORES REQUERIDOS:

La Presidencia: Fundamenta su posición en la autoridad, la que es concedida por la Nación través del voto popular. En otras palabras, Nación le concede al Presidente autoridad para que ejerza mando sobre el país y sobre quienes trabajan con él. En consecuencia, se entiende por autoridad la capacidad de mando por parte del Presidente y la obligación de acatamiento por parte de quien es mandado.

El Liderazgo: Se basa en los seguidores voluntarios y se gana mediante la contribución para lograr el bienestar de los demás. Tiene que ver con la capacidad del líder de “saber hacer” y “hacer hacer” a los demás por voluntad propia y no por imposición de autoridad.
NO ES LIDERAZGO....Cuando un jefe gira órdenes y obtiene el esfuerzo de sus subalternos con solamente en base al poder de su autoridad.

Dirigir el país es llevar a cabo los procesos direccionales y organizacionales en términos de:
Planificación: que es la elección de rumbos futuros de los objetivos que se desean alcanzar y de la forma como se intenta alcanzarlos.

Programación: que es la concreción de los planes de acción presentes, con indicación de quién hará qué cosas, de qué manera y cuándo.

Ejecución: que es la realización de las acciones planificadas y programadas.
Control: que es la comparación de lo obtenido y lo programado, y la toma de acciones correctivas.

Puede decirse que ser Presidente es contribuir para que las cosas se hagan correctamente, dando la dirección a la acción.

El Liderazgo tiene que ver con las relaciones entre las personas así como con los equipos de trabajo en cuanto a contribuir con la definición de sus objetivos y logros. Entre otros aspectos liderazgo es:

Desafiar procesos. Implica buscar oportunidades, innovación, asumir riesgos y aprender de los errores. Liderazgo es cambiar y romper paradigmas.

Inspirar una visión y compartirla. Ver el futuro, atraer a otros a compartir esa visión. Liderazgo es contagiar una actitud.

Permitir que los demás actúen. Fortalecer la colaboración y confianza. Es estimular y permitir el desempeño y desarrollo del personal.

Modelar el camino. Planificar pequeñas victorias. Centrar la atención y esfuerzos en los resultados a largo plazo, anticipar los efectos que los cambios del entorno puedan producir.

Atención y preocupación por lo que sucede en el entorno. Preparar al país para los desafíos.

Definir objetivos. Contribuir con la creación de una cultura organizacional apropiada.

Animar el espíritu y el corazón. Reconocer y compartir los logros de cada quien y del grupo.

Planificación, programación, ejecución y control.

Estos términos son fundamentales para esbozar una propuesta concreta para el sector pesquero.

Estos términos no están clara ni puntualmente estructurados en las propuestas de los candidatos.

Debemos asumir que después del triunfo electoral se formularán los planes de detalle correspondientes. Lo cual nos deja con un cierto sabor de frustración, puesto que nuevamente fundamentaremos nuestra esperanza en la calidad de los equipos que se constituyan para el efecto, existiendo el riesgo de que no se asuma la necesidad de establecer una política pesquera integral y que abarque el corto, el mediano y el largo plazo.

Enfrentamos una problemática compleja, importante y urgente en el sector, al parecer poco conocida por los aspirantes a la Presidencia.

De nuestra decisión dependerá lo que ocurra con el futuro de la pesca.