Sobre los maestros y el año que termina
Autor: Francisco J. Miranda Avalos.
miércoles 22 de diciembre de 2010
Estudie mecanografía durante todo un año, tarde tras tarde, en la esquina de Riobamba con Viamonte, en el viejo colegio La Salle de Buenos Aires. Mi padre tuvo el puesto de agregado militar en la Embajada Peruana entre 1970 y 1971. Si hoy Wiki leads hubiera publicado sus informes cifrados, que enviaba todos los sábados por valija diplomática al Perú; nos habríamos enterado de muchos chismes realmente interesantes, ya que no había una sola recepción diplomática a la que él no asistiera o reunión con altos oficiales argentinos que el no promoviera.
Por supuesto que la mecanografía no era una disciplina agradable, precisamente para aprenderla hay que ser repetitivo y es muy aburrido. Más aun para un niño de 10 años. Pero para mi padre, la mecanografía era tan importante como los 50 o 100 problemas de Baldor de Algebra que me dejaba para resolver el sábado en la mañana en su oficina en la embajada, mientras el tipiaba sin experticia tecla por tecla su informe semanal. Supongo que su frustración por el tecleo semanal lo impulsó a meterme a estudiar la dichosa técnica, pero el Baldor de Algebra me lo tenía que comer de todas maneras, Por que la matemática ayudaba al desarrollo del cerebro de los niños!…bueno, el mío quizá no se desarrollo, pero seguro se hinchaba de tanto cranear, hasta llegue a odiar el Baldor y hace solo algunos años cuando me entere que en la caratula estaba nada menos que Bin Laden, casi me convierto en un inquisidor quemador de libros. Hey Pancho! No es Bin Laden, solo se le parece! me calmo mi esposa.
En aquellos tiempos en Argentina, era un individuo “non grato” para muchos de mis compañeros, los goles de Cachito Ramirez hicieron muy poco por mí, así que herede el desprecio soterrado de muchos argentinos, solo porque no fueron al mundial…tan importante era? Debió serlo por que cada partido de Perú en México 70 paralizaba a todo Buenos Aires, ellos gritaron nuestros goles como suyos retumbando el edificio donde viviamos. Dentro de esa soledad, comencé a aficionarme a los veleros de juguete, ahora me fascinan los verdaderos, pero en aquel entonces, veía desde la ventana de la oficina de mi padre, la enorme piscina que aun existe, frente a la embajada de Perú en Buenos Aires, donde cientos de muchachos con sus padres llevaban y llevan aun hoy, unos hermosos veleros armados con infinita paciencia, verdaderos modelos de un maniático, algunos con control remoto, y los hacían navegar ante mi chorreante baba. Era fascinante, siempre quise tener uno, pero esa afición y esos juguetes no son muy conocidos por aquí en el Perú.
Pero mi atracción por la pesca, el mar y la navegación ya estaban sembrados en mi, leyendo historias de balleneros, de los descubrimientos del Ártico o la Antártida, en la iluminada biblioteca del viejo colegio de Riobamba, donde esperaba sin apuro a que comenzaran las clases de mecanografía de la tarde, y donde aprendí que la dieta de aquellos marineros, era chocolate, galletas de agua, aceite de foca, morsa o lobo, un buen ron para hacer “grog”, y algunas frutas para evitar el escorbuto de los largos viajes en aquellas incomodas y celosas naves de madera, que muchas veces terminaban atrapadas en los hielos y luego desarmadas para calentar a los marineros o transformadas en refugios de tierra, hasta que en la próxima expedición alguien llegara a rescatarlos. La mecanografía era para mí una aventura igual que la de esos exploradores, tediosa, solitaria y sin esperanza. A veces creo que mi afición a las letras viene de tanto apretar tecla por tecla, a, s, d, f, g. Bueno, de tanto repetirlas, me tenían que gustar. Por supuesto que evitaba las teclas numéricas, esas eran del dominio de tipo parecido a Bin Laden.
Fue a mi regreso de Buenos Aires, que la máquina de escribir se convirtió en mi compañera inseparable. Escribí mis primeras historias de fantasía, imaginando una perra que hablaba, o un mundo de proporciones ínfimas, donde la pulga era reina del planeta Sally, el nombre de mi pastor alemán. Cuentos destruidos por las llamas en un arranque piro maníaco.
No puedo negar que mi infancia fue conflictiva, mi padre era un militar dominante y gritón, que temía mimarme mucho, para no afeminarme. Sus cambios de puesto y movimientos con toda la familia, no dejaban mucho espacio para forjar amistades duraderas. Jamás olvidare el día en que la “Negra” Hilda lo enfrento con entereza. Me habían cambiado de profesora en el jardín de infantes y ya no quería ir más, por que la nueva profesora era vieja, fea y aburrida. Mi padre monto en cólera, pero Hilda grito mas fuerte…Yo le ensenaré a leer y a escribir! no jodas! Ella me enseño a leer, me enseño a escribir y por primera vez mi padre se armo de paciencia, enseñándome a sumar y a restar en la mesa del comedor, ese año, ellos me regalaron mi primer libro: “La isla misteriosa” de Julio Verne. Al año siguiente entre al colegio. Y mi padre pronto perdió la paciencia nuevamente.
Ellos creían en mí, de eso no me cabe duda, mas bien, el problema a lo largo de mi existencia, siempre fue si yo creía lo suficiente en mí mismo. Este año que termina, al cumplir el primer año después de los cincuenta, la vida me ha dado algunas lecciones de maestros memorables, que no podría dejar en el olvido, así que eche mano de mis viejos conocimientos de mecanografía, que uso todos los días y decidí relatárselos.
Este año que termina, el proyecto del Acuario se congelo, trabaje mucho en él y percibí que a mucha gente le entusiasmaba, pero a quien debe entusiasmar más que a nadie, es al que pone el dinero. No es fácil conseguir los 50 o 60 millones que se requieren para un acuario decente, ni mucho menos conciliar esfuerzos de todos los que deben estar involucrados. Asi que no puedo dejar de expresar mi respeto y admiración a Lucho Giampietri, de quien me consta puso todo de sí para que el proyecto camine. Quizá tengamos un acuario digno algún día, pero personas valiosas como el, son difíciles de encontrar.
Muchos personajes que llegan a la política son controvertidos, las opiniones sobre ellos difieren de persona a persona en función a sus experiencias: hay quien dice, ese es un “comechado” como todos los almirantes! La que es una frase muy repetida, ya casi un “cliché”. Pero los que reciben favores de hombres como el, nunca se atreven a defenderlos, tienen temor a verse asociados a un controvertido señor, que en realidad ni siquiera conocen. Pues a mí me consta, que incluso teniendo a su esposa gravemente enferma, Lucho me recibió en un cuarto en el hospital Naval, para tratar el tema del acuario. Eso por lo pronto, no sé si yo sería capaz de hacerlo y aprendí mi primera lección del año; la realidad solo la percibe quien la vive, así que aprende a ser consecuente con tus criterios e ideales, por sobre viento y marea. Ojala algún día, el estado o un privado se interese realmente por la construcción de un acuario, el proyecto existe y la necesidad también, por eso ahora la ONG Oannes, también sueña con un acuario y como gota de agua que labra la piedra lo seguirá promoviendo hasta descongelar el sueño.
La pesquería nacional de consumo humano, que tanto promovemos en la Lista Oannes, ha tenido un año dramático. Las aguas frías han predominado durante el año, no ha habido jurel ni caballa, y nuestro principal recurso de exportacion, el calamar gigante se alejo de las costas, hasta ponerse lejos del alcance del pescador artesanal, el principal extractor del recurso. Chile, México y California en los EE.UU. comenzaron a reportar fuertes presencias de la pota, en Chile nomas, el incremento de la pesca de la pota fue de casi el triple en los primeros 10 meses del año. Registrando descargas de 150 a 200 TM día, cosa nunca antes vista en ese pais. Pero con la alternancia de días de pobres capturas. Estos últimos meses del año la pota pre cocida alcanzo US$3500 x TM para los filetes cocidos y US$2500 x TM para las alas cocidas, precios inimaginables para cualquier comprador involucrado en el mercado de esta especie. Ahora mismo en el Perú, la pesca continúa siendo pobre: algunos días ingresa y otros no. La pesca del norte viene con 4 días de pesca, el calor y el poco hielo hacen que incluso el producto que se ha estado trayendo del sur, hasta Piura, desde más de 1800 Km. Llegue en mejores condiciones que el de norte que tiene plantas a solo 150 Km de la zona de descarga.
Los compradores dejaron de comprar y ahora esperan hasta los primeros días de febrero, especulando con una baja del orden del 15% para las nuevas órdenes, apostando a que la temporada arranque con capturas voluminosas. Pero otros compradores más cautos, están haciendo sus stocks de protección, asumiendo la posibilidad de que la escasez continúe el año próximo. De hecho la captura de otros calamares como el Tarodes, ha sido menor que la del año 2009, y la del Illex, resulto 21% mayor que durante el 2009. Pero aun así las capturas siguen siendo bajas comparadas con las de años anteriores, lo que permite suponer que la crisis del mercado de calamar continuara el año próximo. Y eso me ha enseñado mi segunda lección. Nadie puede hacer un pronóstico certero en el pesquería en el corto plazo, pero en el mediano y largo plazo, esto sí es posible. Hace años dijimos que el Perú necesita de una flota calamarera nacional capaz de mantener de manera fluida el abastecimiento de las plantas en tierra, eso significa tecnificación y mejores barcos, el calamar gigante es un recurso importantísimo para la industria congeladora nacional, tan importante como lo es y lo será la anchoveta en el próximo futuro, los peruanos debemos prepararnos al cambio y caminar decididamente hacia el pensando en los valores agregados para una industria que no cambia realmente hace 60 años. Este año que paso, mis respetos a Javier Tantalean, el mismo que en inolvidables conversaciones, me dijo que todo esto iba a suceder, que imaginaba mitigando el hambre del mundo con la anchoveta y la pota peruana. Un personaje polémico para muchos, pero un gran amigo y maestro para mí. Para él, yo era solo el joven pescador submarino en apnea, que estudiaba pesquería en una universidad nacional. Amigos en la orilla, hermanos en el mar, como buenos pescadores submarinos que somos. Este año Javier, me acorde mucho de ti. Te habrías reído mucho de saber que la pota ahora sirve para mitigar el hambre de los “cheleros” en Rusia, Corea, China y Japon, que la consumen como un “snack”.
El 2010 fue un año trágico para los pescadores submarinos, un trágico accidente de pesca submarina acabo con los 70 años de vida de Angel Mimbela. Tengo fotos que me dio Javier Tantalean donde aparece el joven Angel cargando meros. Angelito, era un sujeto querido por todos los pescadores submarinos del Perú, quien no había buceado con el alguna vez?. Nos alojaba en su casa, se bromeaba con nosotros, nos consolaba con su inolvidable sencillez y don de gente. Lo admirábamos en sus capacidades deportivas, y felizmente fue descubierto por Gaston Acurio, que lo grabo para la posteridad, en su primer capítulo de “El ceviche perfecto”. La historia trágica de su accidente, nos recordó lo peligroso de nuestro deporte, lo fugaz que es el brillo de una vida longeva y lo dramática que es la experiencia de sobrevivir para los que nos quedamos aquí en este mundo. En tu desgracia debimos aplicar la lección de tolerancia y comprensión que algún día nos enseñaste. Angel hermano, algún día te alcanzaremos por ahí, esperamos encontrarte entre nubes de fortunos y perelas, buceando y pescando como solo tú lo sabías hacer, por que tiene que haber un mar azul y transparente en el cielo, lleno de peces para capturar y degustar hasta los cachetes, relamiendo el espinazo y las aletas fritas, cual gato gordo de caleta de pescadores.
Este año también, se cumplieron 15 años de la Lista Oannes. Junto con los 15 años de la muerte de mi padre. Ya parece una escena nubosa, hace 15 años, se nos ocurrió esta idea genial por la que cientos de amantes del mar en el Perú y América Hispana aprendieron a conversar sobre la pesca, la acuicultura, los puertos, el turismo y el deporte marino, como un todo y no como actividades aisladas. Desmitificamos la información sobre el mar, abriéndola a cientos de estudiantes que hoy pueden beber de nosotros y de nuestras experiencias, como nunca antes fue posible y hoy lo es, gracias a la maravilla de la Internet. No tienen idea de las grandes satisfacciones que me ha dado la Lista Oannes.
La Lista Oannes, la loca idea de un mecanógrafo forzado y pescador submarino de corazón, ya no me pertenece. Desde hace mucho que es de todos ustedes, vive en las conciencias de miles de miembros del foro que están alrededor del mundo, algunos la leen desde lugares tan remotos como la Antártida, aquel lugar de las historias de exploradores que leía en la biblioteca del viejo La Salle, o desde alguna isla del Pacifico, por donde estaba la “Isla Misteriosa”, aquel recóndito escondrijo del “Nautilus” y tumba del Capitan Nemo.
Este año promocionamos con entusiasmo la primera regata de grandes veleros en Latino America, y pudimos visitar por primera vez, grandes veleros como el “Sagres” de Portugal, o la fragata “Libertad” de la Armada Argentina, viendo con tristeza que nuestros marinos peruanos, a diferencia de los del resto de América, no saben lo que es velear en esas naves. Pero tampoco olvidare a aquel marinero de guardia del “Sebastian El Cano” que al escuchar un pedido cariñoso de un souvenir por parte de una peruana entusiasta, respondiera parco e inclemente: Cuidao! Que no os queráis llevar algo de la barca, que aquí no hay “sovenirs”!. Un recuerdo desagradable de que para ellos siempre seremos “sudacas”…habría que reclamar algunos “sovenirs” que se llevaron Pizarro y sus esbirros! Pero han pasado muchos años ya, vivimos una nueva era. Los veleros de los sueños de mi infancia, como la vieja “Libertad” pasaron por el Callao en este año que termina, dejándonos una agridulce pero inolvidable experiencia.
Podría recordar muchas cosas más, pero el año ya termina, y este año, mi madre cumplió 90 años. Ella ya no recuerda cosas que yo espero no olvidar jamás, como su entereza y determinación en momentos decisivos en mi vida. Incluso mi padre, su esposo amado, pasa hoy por su mente como un recuerdo vago. Nadie nace sabiendo ser padre, eso se aprende con el tiempo y algunos jamás lo aprenden, pero su amor y esfuerzo, se refleja en nuestra vida de adultos. Odie por años el Baldor, pero el algebra que aprendí de él me sirvió para entender este mundo informático actual, tanto como la mecanografía que hoy me ayuda a relatarles tantas historias. Repudie a mi padre por muchos años, sin comprenderlo, y aprendí a amarlo cuando nació mi primera hija, descubrí entonces al hombre dentro de el, sus ambiciones, sus sueños, sus valores, sus principios. Bien dicen que nadie sabe lo que es ser padre hasta que te agarran esos dedos chiquititos de los infantes.
Amigos, este año que termina, tal vez sea solo uno más de nuestras vidas, pero nos deja la lección inolvidable sobre la fuerza que se logra con la unión, y que la consecuencia con nuestros valores y principios, siempre termina en el respeto de los demás hacia ti. Las nuevas generaciones aprenderán de nosotros y tal vez no nos entiendan en un principio, pero luego, el peso de la razón se afirmara contundentemente, hasta que generación tras generación, en nuestro pais, finalmente descubran que tienen en su mar el futuro.