Panga, Basa o Swai, saludemos al nuevo rey de la acuicultura mundial

Autor: Francisco J. Miranda Avalos

miércoles 17 de noviembre de 2010

Entre el año 2004 y el 2006 la firma Sterling Seafood Corporation de EE.UU, importo y vendió más de 11 millones de libras de bagre o pez gato del rio Mekong (Pangasius hypophthalmus) más conocido como Panga, Basa o Swai. Los hermosos filetes blancos sin espinas se vendieron por toda la costa Este norteamericana, en casi todos los supermercados y restaurantes como mero o lenguado.

La práctica de pasar de pescado barato como uno más caro es muy común en el comercio de pescados y mariscos alrededor del mundo, de hecho el Rockfish a veces se vende como Pargo rojo, el Tiburón pasa como pez espada, el Halibut como lenguado de Dover. Aquí en el Perú también hay cientos de ejemplos, la Reineta como Chita y los tentáculos de la Pota, con el gracioso nombre de “pulpo ruso”, etc.

Pero resulta que a partir del 2003, los Estados Unidos impusieron un arancel a las importaciones de bagre vietnamita como parte de un esfuerzo para evitar que muchas empresas subvaloraran los precios de la producción del bagre estadounidense. Pero esa tarifa no se aplicaba al mero o al lenguado.

Ese mismo año, Sterling Seafood Corporation comenzó a trabajar con una empresa de distribución de pescados y mariscos en Vietnam para importar Panga a los EE. UU. bajo otros nombres. Establecieron órdenes de compra, certificados de salud, listas de empaque y otros documentos. Pero no contaron con que el gobierno norteamericano comenzaria en el 2004 una seria investigación sobre el etiquetado de algunos de los peces y por supuesto, se dio cuenta que el Panga no era Mero, ni Lenguado.

La empresa sobrevivió, pero convirtió en responsable al ex-director general de la misma: George Thomas, que como parte de un esfuerzo para evitar el pago de más de US$ 63 millones en impuestos al gobierno de EE.UU. dijo ante el juez, que compro un gran lote de bagre vietnamita y que estaban mal etiquetados. Pero el juez no le creyó y el 30 de julio de este año, Thomas fue sentenciado a 22 meses de prisión, además, el juez lo sentencio a un año de libertad vigilada y le ordenó la restitución de US$ 64,173,839.16 defraudados al fisco norteamericano. Thomas también pagara US$ 50 mil a la National Fish and Wildlife Foundation para ser destinados a la investigación en la identificación de peces y otros organismos marinos. La sentencia no le impide enfrentar penas civiles adicionales.

Nadie contaba con la crisis económica, ni con las consecuencias que habría en el mercado con este fallo. De hecho el Panga es un pez de muy buen sabor, que era poco conocido en el mercado norteamericano, entonces el público norteamericano descubrió que el pescado que comía, pensando que era mero o lenguado, era Panga y entonces comenzó a demandar Panga en una de las olas más interesantes del mercado de peces y mariscos en Norteamérica, claro, ahora si correctamente etiquetado y con sus precios reales.

La crisis económica golpeo con fuerza el bolsillo del consumidor norteamericano, que estaba acostumbrado a gastar US$50 en un restaurante o a pagar US$20 o US$25 por libra por un filete de un buen pescado de carnes blancas y paso a comprar filete de Panga por US$3 o US$4 la libra. Una libra de de filete de Panga proporciona una suculenta ración de filete a una familia de tres personas, sin tener llegar al extremo de comprar una bolsa de 5 libras de filetes de Tilapia por US$7 o US$8, que no tiene un sabor tan agradable como el Panga.

Hoy el mercado mundial está inundado de Panga. La pasión por el Panga ha hecho que Tesco, una de las principales cadenas de supermercados del Reino Unido, garantice incluso que el pescado que llega a las mesas de los británicos ha sido sido sacrificado en forma humanitaria antes de su procesamiento.
La iniciativa, es tal vez la primera de esta naturaleza en el mercado de peces y mariscos, y comenzó en el 2007 tratando de encontrar una manera humanitaria de aturdir al panga antes de su proceso. El mercado del Panga creció de forma increíble en el Gran Bretaña en los últimos años, convirtiéndose en una industria que mueve 1,5 millones de toneladas. Su carne blanca, sin espinas, fácil de preparar y su precio, han disparado la popularidad del filete de Panga en la mesa de los británicos.
El consumo del panga también ha crecido más de un 230% desde 2004 en España, un mercado tradicionalmente consumidor de pescado, y la tendencia va en aumento; sin embargo su éxito no está libre de polémica, se le acusa de poco nutritivo y de tener altos índices de contaminación.
Los ejemplares que proceden de granjas acuícolas asiáticas, principalmente vietnamitas, soportan tan bien la sobrepoblación en cultivo, que unido al bajo costo de la mano de obra en Vietnam, explican en parte su bajo precio y su popularidad.

España, sin embargo, está en guerra con este pez, ya que pescados tan populares como la trucha, ha sido perjudicado. Lo mismo que os pescados de mar de carne blanca, como la merluza. El Panga les hace dura competencia.

Los titulares periodísticos en los que los armadores pesqueros se quejan de competencia desleal o se sostiene que este pez no cumple los suficientes controles sanitarios son cada vez más frecuentes.

Hace poco nomas los armadores gallegos pedían a la Xunta de Galicia que no se sirviera panga en colegios, hospitales y centros públicos. Por lo que la Xunta anunció a mediados de febrero que establecerá una línea de investigación sobre la seguridad del pez Panga que se comercializa en Galicia y solicitará a las autoridades del Gobierno central que analicen el procedente de terceros países antes de su liberación al mercado gallego.

En julio, ante las repetidas denuncias de la Cooperativa de Armadores de Vigo y otras asociaciones del sector pesquero gallego, el periódico “El Correo Gallego” envió ocho muestras adquiridas en mercados de Vigo al laboratorio gallego Anfaco-Cecopesca. En seis se encontró la presencia del bacilo causante de la listeriosis y en una, restos de la bacteria portadora del cólera.

La Asociación Empresarial de Productores de Cultivos Marinos de España (APROMAR) sostiene entre otras cosa que este pescado “no contiene en cantidades significativas aceites Omega 3 ni otros nutrientes esenciales que sí están presentes en los pescados tradicionalmente comercializados en España, tanto de acuicultura como de captura”.

Y recientemente la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) revisó 23 muestras de Panga encontrando muestras de mercurio y pesticidas, pero dentro de los límites legales (los niveles más altos hallados estaban en la mitad de lo permitido: 0,5 mg/kg). Aún así recomendó que el consumo de este pescado debería limitarse a una vez por semana. Aunque la OCU también reconocía en el mismo informe que el resto de peces que se encuentran en los mercados no están necesariamente impolutos. El atún, la caballa o el pez espada suelen estar entre los pescados más contaminados por el mercurio.
Lo cierto es que el Panga sigue arribando a España. En septiembre del 2010 habían llegado 483 mil toneladas de Panga al mercado español, según datos del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino.

Desde 1997, la producción del Panga aumento 1 millón de TM, y eso sucedió en solo 10 años. Este 2010 Vietnam exportara mas de US$1,000 millones, y el Panga ya se está produciendo en otros países asiáticos y del Caribe.

El Panga no se reproduce naturalmente en cautiverio, su exitoso cultivo depende básicamente de la ovulación inducida por hormonas, y aunque puede ser reproducido varias veces durante su época de reproducción. Las hembras producen de 60 mil a 80 mil huevos por Kg. Y se siembra en larvas en estanques con una densidad de 300 a 600 larvas por M2. Su producción dura entre 45 y 60 días, lo que es un periodo relativamente corto, alimentándose de zooplancton y un alimento balanceado que contiene entre 22% y 28% de proteína, que además puede prepararse en el mismo centro acuicultor. El pangasius puede respirar aire y no depende solamente del oxigeno disuelto en el agua, pudiendo prescindirse de aireadores, por lo que las granjas parecieran tener más peces que agua, reportándose cosechas de hasta 1,000 TM en estanques profundos de hasta 7 TM.

El mercado para este bagre, está en franco crecimiento en todo el mundo, ya se distribuye congelado en filetes IQF en la Unión Europea, Rusia, Ucrania, China, EE.UU, México, Brasil, Colombia, y países del Caribe, y ya está afectando el mercado de los peces locales con su bajo precio y excelente presentación. Aquí en el Perú, su popularidad aumenta día a día, en perjuicio de otros peces como el Perico (Mahi Mahi) que ha ganado su espacio en la mesa del peruano en los últimos años. Sin embargo le mercado nacional tradicionalmente consumidor de producto fresco, aun se resiste a comprar el Panga como Mero Basa o Swai en su presentación de filetes congelados a US$4.10 el paquete de 550 gramos. Es común ver en los supermercados la oferta de “seudo fresco” (descongelado) a precios US$0.10 o US$0.15 más bajo.

El Panga puede ser cultivado en el Perú, básicamente en sus zonas tropicales con buena disponibilidad de recursos hídricos, ya que no tolera temperaturas por debajo de los 20 grados centígrados. Y aunque no es una especie nativa, está claro que ante la cada vez mayor escasez de peces de consumo, el público se verá obligado a aceptarlo poco a poco, convirtiéndolo en el nuevo líder de la acuicultura mundial, por encima del salmón, la trucha o la tilapia.