La anchoveta para consumo humano como objetivo nacional

Autor: Francisco J. Miranda Avalos

martes 14 de febrero de 2006

Hace tiempo vengo leyendo en diferentes artículos, interpretaciones bastante antojadizas respecto al criterio "verde" sobre el uso de la anchoveta.

El factor común de todos estos artículos es mas o menos el mismo. "Los verdes o ecologistas, pretenden que transformemos una industria que consume aproximadamente 8 millones de toneladas de captura anual de anchoveta, en conservas, en vez de harina de pescado y aceite, y eso es imposible por que no existe el mercado ni capacidad instalada para producir tanta conserva".

Alfonso Miranda E., cuando fue presidente del Instituto Tecnológico Pesquero (ITP), planteo un reto muy claro, el estimaba que podía lograrse en un periodo no mayor de 10 años el llegar a producir y consumir diversos productos de anchoveta usando 400,000 Tm. de materia prima, ya sea orientándose al mercado interno, o al mercado exterior, pero obviamente habría que desarrollar esos mercados. El objetivo es perfectamente valido como un primer paso para darle el verdadero valor agregado que este pequeño pez merece. Un pez que debería ser parte de nuestro emblema nacional como ya dije alguna vez, y que sin lugar a duda debe ser parte de nuestros productos de bandera.

Hablamos de un primer paso a darse en un periodo de 10 años, un objetivo sensato, que significa, desarrollar un mercado local y exterior, introduciendo al consumidor diversos productos con un sustancial uso de anchoveta como materia prima, eso significa, salchichas, salpresos, conservas, surimi, etc. Con solo el 5% del total de la captura promedio anual del recurso.

Mucha gente confunde un criterio de preservación ecologista, como el criterio del que preserva por preservar, y sin duda esta muy equivocado. La ecología es una ciencia que estudia la interacción de los seres vivos con su medio ambiente y entre ellos mismos, pero tiene fines que pueden ser muy prácticos en cuanto a la administración de los recursos. Entender estas interacciones de los recursos entre si y con el medio, nos permite una visión mas avanzada de las potencialidades del recurso a administrarse, viendo el panorama de manera integral. Algunos llaman a esto criterios eco sistémicos de administración pesquera.

Lo cierto es que aunque la industria de harina y aceite de pescado, genera mas de 1,000 millones de dólares de divisas al país y ha creado a algunos grupos poderosos económicamente hablando, su visión de futuro es por cierto bien limitada "eco sistemicamente" hablando. Comenzando por que no tiene ninguna lógica reducir 4 Tm de pescado para producir 1 Tm de harina, que se incluirá en el pienso de la crianza de peces, langostinos, pollos, cerdos o conejos, en proporciones que varían del 2 al 50%, para luego terminar comiéndose el cerdo, el conejo o el pez, llevando la proteína por el camino mas largo a la alimentación humana. Y terminando por que no se hace un real esfuerzo por no botar al mar, nada que no sea agua potable. Y las plantas pesqueras solo en la bahía de Chimbote, son responsables de una escandalosa contaminación que ahora los estudios consideran podría ser reversible con una inversión de US$ 600 millones. Pero quizás lo mas importante no es quien pagara la cuenta, sino que la cortoplacista visión del industrial pesquero, no le permite darse cuenta que en el Perú podría desarrollarse una acuicultura marina de peces nativos de gran potencialidad, cuyo desarrollo depende principalmente de aguas marinas limpias y del insumo que ellos mismos producen: harina y aceite de pescado.

El error de concepción de la industria pesquera peruana de reducción, nace de un mito, un mito sembrado en la mente de muchos peruanos, con quien sabe que intenciones, o tal vez, admitiendo siempre esa posibilidad, por la ignorancia. El mito es simple: Siempre se creyó en el Perú, que la anchoveta no servia para el consumo humano directo, por que su contenido de grasa era muy alto y por tanto su consumo podría producir alergias. Ante esa premisa era perfectamente razonable romper una cadena de producción pesquera y saltar varios procesos, para meter la anchoveta entera a la producción de harina y aceite de pescado. Cuando siempre la harina y aceite de pescado fueron sub-productos de la cadena pesquera y se hacia, como en muchos lugares en el mundo, con los residuos de la industria de conservería, de congelación o seco salado, que son industrias cuyo objetivo es y fue siempre el consumo humano directo. De pronto convertimos una industria reductora de residuos, en una gran consumidora de pescado entero. Que incluso consumió sacrílegamente en algunos momentos de su historia, merluza, pejerrey, sardina, jurel y caballa.

La naturaleza, usa la anchoveta como pienso de otros animales mayores (el pez grande se come al pez chico), de ella dependen muchas especies de alto valor para el consumo humano. Reservar de la biomasa anchoveta determinada anualmente, un porcentaje no solo para la reproducción de la especie misma, sino para el consumo de las especies mayores, podría resultar mejor negocio, que criar peces en estanques. Por que generaría una pesca de consumo humano eco sistemicamente administrada y autosustentable. Pero siempre me he hecho esta pregunta: ¿Considera el IMARPE en la determinación de la cuota anual de captura permisible, un porcentaje importante para el pienso de los peces mayores de nuestro ecosistema marino peruano? ¿Cómo lo determina?.

Es fácil para una industria que genera mas de mil millones de dólares al año, crear lobbyes para defenderse, tergiversando conceptos de los que considera sus enemigos potenciales. Pero tal vez, esos "enemigos potenciales" tengan razón en muchas cosas. Valdría la pena oírlos con la mente abierta. Por que resulta que una administración eco sistémica del medio ambiente marino peruano, podría ser un excelente negocio para todos los peruanos.

Javier Tantalean Vanini, ya difunto, y preclaro enemigo de la industria pesquera, como muchos dicen, en su libro "Yo respondo", hace comentarios, que ya he citado antes sobre la anchoveta: Él explica que una de las principales razones para fundar la Planta de Conservas de Ilo para el procesamiento de anchoveta, era fundamentalmente evitar que toda esta especie fuese destinada a la harina y aceite de pescado, y dice mas adelante a la letra:

"Planta de conservas de anchovetas en Ilo: En 1975 llega al Perú la maquinaria para dicha planta. Después de años de experimentación y estudios, se determina la inversión de cuatrocientos millones de soles para producir 280,000 cajas de 100 latas cada una. Fue un proceso laborioso y difícil el llegar a fabricar en Noruega la maquinaria especial que se necesitaba así como experimentar las embarcaciones respectivas. Cinco bolicheras fueron transferidas de Pesca-Perú a EPSEP para ser transformadas y tener agua de mar refrigerada en la bodega. Creo que este proyecto constituía el paso más importante hacia la adecuada utilización de la anchoveta por el hombre.
Recuerdo que en mi visita a Noruega en 1974 fuimos a Stavanger con el Ing.
Enrique Bruce Cáceres, de Cerper, y probamos todas las conservas de Trio Makindustrias que era la encargada de hacer la maquinaria y los experimentos. Definitivamente, la anchoveta peruana que se les había enviado era la más agradable. La producción a nivel experimental en el Perú la estábamos haciendo conocer desde 1974. Todavía quedan conservas de esa fecha que tienen el mismo gusto. Este proyecto era uno de nuestros mayores sueños y habíamos conversado con miras a lograr una inversión masiva en el Perú de organizaciones mundiales de asistencia a la alimentación con el fin de proveer al mundo hambriento de las proteínas que el Perú tiene en su mar.
Incluso pretendí que este llamado se hiciera en las Naciones Unidas, entendiéndose que no era una inversión directa de compañías extranjeras sino que, en lugar de emplear el dinero no reembolsable en comprar alimentos en una zona para vender en otra, se dirigiera al Perú para aprovechar la anchoveta y que esta no solo fuera convertida en harina. Espero que esa planta este funcionando en el puerto de Ilo."

30 años después de dejar esa planta de conservas de Ilo en el olvido, sabemos hoy de la enorme potencialidad de anchoveta como producto capaz de dotar de proteínas a un mundo hambriento y la forma de hacerlo, no es precisamente la harina y aceite de pescado, que siempre debió ser una industria reductora de residuales.

Hace un mes no mas probé un excelente grated de anchoveta, un producto de una extraordinaria calidad, que seguramente muy pronto dará que hablar, desarrollado por industriales privados, que ahora intentan sacarle provecho al recurso de la manera correcta. Las exportaciones de anchoveta en conserva crecen día a día, lentamente, pero crecen. Así que aquellos argumentos de que había que hacer harina de pescado con la anchoveta, por que no servia para el consumo humano directo. No solo eran falsos, sino además tendenciosos, eran sin duda turbias manipulaciones de intereses económicos que pretendían dejarnos en la mas oscura ignorancia. Y toda una generación vivió dentro de esa creencia.

Por supuesto que no podremos convertir 8 millones de toneladas de anchoveta en conservas de la noche a la mañana, eso es imposible, además es muy probable que el mercado no solo pida conservas, sino también otros productos de valor agregado, como las salchichas o surimi.

Pero debemos tener claro cual es el norte, y que pasos hay que dar para llegar a el, en el corto, mediano y largo plazo, el primero sin duda debe ser la difusión de la existencia de esta nueva tecnología alimentaría desarrollada por el ITP para la anchoveta, en todo el mundo, en ello una gran labor de Prompex se hace necesaria, pero para ello se necesita intencionalidad política.

Hagamos números solo por el placer morboso del ejercicio: 8 millones de toneladas de anchoveta, con un factor de reducción de 4:1, son 2 millones de toneladas de harina de pescado. Aun precio promedio de US$ 600 la TM, representan US$ 1,200 millones en divisas. Y esos mismos 8 millones de toneladas, convertidas en conservas 1/4 club, con un factor de conversión de 30 Kg de materia prima por caja, a US$40 x caja, equivalen a US$ 10,473 millones en divisas. Es decir 8.7 veces mas.

Tal vez me equivoque con los números, puesto que soy muy malo para ellos, aunque me he basado en un informe del ITP, pero lo realmente importante, tanto para quien pretende preservar un recurso muy valioso por su potencial futuro como fuente de proteínas, como para el hombre de negocios que puede hacer industria con el, generando además gran cantidad de mano de obra, es que los peruanos si algo sabemos hacer bien, es perder dinero, por que no sabemos lo que tenemos ni lo que valen nuestros recursos. La ecología nos enseña a valorar lo que tenemos y a que nuestra interacción armónica con el medio es fundamental para una buena administración de los recursos.

El cuidado y protección de la anchoveta debe estar siempre por encima de cualquier interés, no solo por que es un importantísimo eslabón de la cadena alimentaría de nuestro mar, sino además por que es el futuro alimento de miles de seres humanos que lo necesitan. Comenzando por los pobladores de nuestro querido país, que además tiene un hábito ancestral de consumo que debe ser incrementado. Y esto debería estar claramente contemplado en los planes de gobierno de los diferentes candidatos.