Comentando la noticia:Peru - Frente conservero agradece a Ministro y Vice-Ministro

http://listas.rcp.net.pe/pipermail/oannes/20041012/016799.html

Autor: Francisco J. Miranda Avalos

lunes 18 de octubre de 2004

Si por algo la Lista Oannes ha crecido tanto a lo largo de estos años y ha llegado a tener la importancia que hoy tiene, es únicamente por que decimos lo que pensamos y escuchamos a todo el mundo, incluso sí esta en desacuerdo con nosotros. Hemos tratado durante todo este tiempo de ser respetuosos con la opinión ajena y hemos defendido las ideas con ideas, jamás con diatribas ni calificativos altisonantes. Quienes alguna vez lo hicieron, firmando o escondiéndose detrás de un seudónimo, no están mas en la lista y no tienen, ni tendrán jamás un lugar aquí.

Creo sinceramente que en todo este tema de la apertura de la pesquería del jurel y la caballa a la flota extranjera se esta confundiendo la solución política con una solución técnica, y los intereses personales con los intereses de todos los peruanos. Además pareciera que algunas personas se están engañando a sí mismas o son conscientes del engaño y engañan a su vez a los demás.

El hecho concreto de los problemas que enfrenta la pesquería de jurel y caballa, es técnico. La flota nacional con permisos para esta pesquería, no puede mantener una pesca estable de ambos recursos, por dos razones: La primera por que sus artes de pesca son limitadas y solo pueden capturar el recurso cuando este esta en grandes cardumenes y a poca profundidad, si existe un cambio de comportamiento y el recurso se profundiza o dispersa, no existe embarcacion nacional capaz de capturarlo. La segunda razón, es que
estas embarcaciones no solo tienen permiso para pescar jurel y caballa, sino que también lo tienen para anchoveta, así que cuando la temporada de pesca de anchoveta se abre, todos se olvidan del jurel y la caballa y se van a la pesca de anchoveta desabasteciendo los mercados de ambos recursos con la consiguiente alza del precio por efecto de la ley de la oferta y la demanda.

La Ley General de Pesca, faculta al estado a enfrentar estas contingencias. Así que cuando un recurso subexplotado no es capturado plenamente por la flota nacional, el estado puede invitar la participación de flotas extranjeras a la explotación del mismo. Pero para convencer a un armador extranjero serio de que venga al Perú, se requiere una norma realmente promocional, donde el armador vea atractivo un potencial negocio. Mas si tiene en sus manos bienes de capital que exceden en muchos casos los 6 millones de Dólares a flote, que además deberá movilizarlos al Perú implicando costos de tropicalizacion y travesía, que rodean el medio millón de Dólares por barco.

Es por eso que el estado debe ver a un armador extranjero como un inversionista, no como un aventurero y debe por tanto crear normas promociónales que a su vez seleccionen y atraigan precisamente ese tipo de inversión seria, que a su vez permita una transferencia de tecnología que oriente a la pesquería hacia una modernización.

El objetivo debe ser capturar jurel y caballa de manera responsable (respetando las cuotas que establezca el IMARPE), pero también de forma estable a lo largo del año, para así lograr que los precios del mercado se regulen de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda, permitiendo que en determinados momentos del año, el recurso tenga capturas abundantes que pongan el precio del recurso a precios muy bajos, momento en el cual la
industria conservera y congeladora pueden hacer sus stocks, que luego puede utilizar para abastecer el mercado nacional o de exportación.

Para lograr esto y muchas cosas mas en la pesquería del consumo humano directo en el Perú, tal vez deberíamos comenzar por declarar en emergencia el sector pesca de consumo humano directo, para dentro de ese marco crear una real transformación legal y tributaria; coherente, moderna, con amplia proyección social y alimenticia que permita asegurar un abastecimiento permanente de los mercados, la industria conservera, congeladora y de curados, cuyo destino sea la elaboración exclusiva de productos de consumo humano directo, destinados al mercado local y de exportación. Si estas
medidas no se logran, seguiremos poniendo parches y más parches a una legislación que no puede ser mas caótica, llena de satánicos dogmas y absolutamente retrograda.

Sin duda se impone como el primer paso organizar una pesca exploratoria de los recursos jurel, caballa y sardina, con el propósito de estimar los stocks disponibles para la extracción, determinar el ciclo biológico y las tallas mínimas de captura, con la colaboración de la flota nacional y extranjera dotada de aparejos y equipos de pesca modernos.

Hoy sabemos que incluso con la información actualizada que ahora maneja el IMARPE respecto a estos recursos, el estudio y cuantificación de los mismos resulta primordial para la toma de decisiones.

Un marco regulatorio promocional debe incluir también el rescate y puesta en operación de la pequeña flota arrastera nacional para faenas de pesca a media agua orientada a las capturas de los recursos Jurel, Caballa y Sardina.

No solo se trata de traer barcos de afuera, cuando dos o tres de nuestros barcos están anclados en nuestros puertos, convirtiéndose en chatarra, por diferentes problemas, relacionados con la ignorancia de las fuentes de financiamiento y falta de apoyo del estado, que siempre se olvida de ellos cuando da sus normas.

Para promocionar la pesquería de jurel y de caballa en el Perú, es fundamental y absolutamente necesario permitir el ingreso de barcos multipropósito cerco-arrastre y arrastreros a media agua, fresqueros o factoría congeladores, ya sea de propiedad de armadores extranjeros o mejor aun, si los hubiera, propiedad de inversionistas nacionales.

Limitarse solo a los fresqueros multipropósito cerco-arrastre es cerrar los ojos a la realidad de la flota pesquera que existe alrededor del mundo. Por si muchos no saben, el barco multipropósito representa la ultima tecnología en pesca, por lo que son las construcciones más modernas y consecuentemente son los barcos mas cotizados por los armadores por su eficiencia de pesca, que actualmente operan sin problemas en algunos selectos caladeros del mundo, con cuotas garantizadas. Una convocatoria para solo este tipo de barco, no soluciona el problema del abastecimiento del jurel y la caballa, por que es muy difícil encontrar armadores interesados en venir al Perú, mas en las condiciones actuales.

Promocionar la pesquería del jurel y la caballa, significa permitir que el inversionista extranjero pueda exportar por lo menos un 60% del producto de su pesca, para obtener beneficios y compensar su inversión.

Las normas actuales impiden esto, obligando al armador extranjero a firmar convenios de abastecimiento que de ninguna manera invitan al inversionista a arriesgar sus bienes de capital tan valiosos. Ningún inversionista con sentido común firmara un acuerdo que le obligue a vender el producto de su pesca a una planta nacional que solo le ofrece US$ 120 - US$ 180 por TM, cuando en el mercado local del fresco nada mas, los precios fluctúan entre US$ 370 y US$ 550 por TM. Debemos recordar que en la época de los
convenios con la ex Unión Soviética, existía una regalía de 17.5% del producto de la pesca que debía ser dejada en el Perú y esta cantidad sumada a las capturas de la entonces flota nacional FLOPESCA atiborraban los mercados, bajando los precios a su mínima expresión, y por ese entonces FLOPESCA estaba ligada a EPSEP que actuaba como su distribuidor exclusivo, que además tenia grandes problemas de índole técnico legal para exportar el excedente de pescado que el mercado nacional no podía absorber. En una
situación de abundancia de pescado, los precios tenderían a bajar, poniéndose al alcance de muchos en el país, incluso del sector conservero que paga los menores precios del mercado, quedando como la única alternativa de refugio para un inversionista extranjero la exportación a otros mercados donde los precios históricamente se mantienen entre US$ 350 y US$ 600 por TM FOB.

Una actitud promotora de la actividad pesquera, debe considerar una justa regalía, por que es lógico que un estado cobre por los derechos de pesca de un recurso que administra y que será pescado por una flota extranjera. Pero obviamente esta regalía o derecho de pesca debe ser atractiva para el inversionista extranjero.

En el Perú el inversionista extranjero que quiera traer sus barcos a pescar en aguas peruanas en las condiciones actuales, si bien no pagara derecho de pesca, tendrá que pagar por el permiso de navegación que controla el Ministerio de Defensa, que es muy superior a cualquier derecho de pesca anteriormente impuesto por el Ministerio de pesquería, hoy Produce. Lo razonable y promotor seria que la suma del derecho de pesca y del permiso de navegación sean realmente atractivas para que un armador extranjero se anime a venir al Perú. Pero por ningún motivo el derecho de pesca debe ser cero, no solo por cuestión de principios, sino por que sin reducir el permiso de navegación del Ministerio de Defensa, ante la posible venida de barcos extranjeros, el único beneficiado de su ingreso a nuestras aguas seria el Ministerio de Defensa y no el de Producción, que podría generar recursos propios para reinvertir en el desarrollo de actividades tan importantes como la pesca artesanal, como lo hizo antes con los recursos que obtenía de la flota calamarera extranjera, que le permitieron hacer tantas obras vía FONDEPES.

Ser promotor del desarrollo del consumo humano directo en el Perú, significa también permitir que la flota extranjera cuente con sus técnicos extranjeros a bordo, por que al traer nuevas tecnologías de pesca, obviamente no se puede prescindir de personal calificado.

Pero eso no quita que el estado peruano pueda imponer que un porcentaje de las tripulaciones sea nacional, eso no solo brinda fuentes de trabajo, sino que además permite la transferencia de tecnología de pesca a los nacionales, que paulatinamente podrían copar íntegramente el manejo de un barco extranjero, reduciendo los costos de personal del armador extranjero. Las tripulaciones peruanas son cotizadas en todo el mundo, tenemos muy buenos oficiales y tripulantes que correctamente capacitados paulatinamente podrían hacerse cargo de esas naves.

La promoción de la pesquería del jurel y la caballa, permitiendo el ingreso de una flota extranjera, debe permitir la libre comercialización del producto de la pesca en el mercado nacional, así como debe evitar la doble tributación.

Es un hecho que hoy en día, todo producto pescado por un barco de bandera
extranjera y desembarcado en puerto peruano es considerado como una importación, y por tanto gravado con los correspondientes aranceles e impuestos. Si esto no se corrige, obviamente se encarecerá el producto o se propiciara diversas formas de evasión. También bajo el esquema actual un armador extranjero esta sometido a una doble tributación, que de ninguna manera es promocional y genera otro sobre costo.

También es promocional, dar facilidades para que la flota que venga al Perú a pescar, tenga beneficios interesantes si es que luego de un periodo perentorio, deciden nacionalizar sus embarcaciones y embanderarlas, constituyendo empresas nacionales.

Pero ese tratamiento especial solo existe en la Ley del Atún, mas no en ninguna normativa relacionada con una pesquería tan importante como la del Jurel y la Caballa.

No solo se trata de ser promociónales, también de ser audaces e innovadores, y eso podría significar crear un sistema de cuotas individuales, asignadas a las plantas o a los buques, de tal forma que iniciemos un proceso de modernización de la pesquería que nos lleve a la eficiencia, que han logrado países vecinos como Chile.

No puede ser promocional una norma que considere un solo sistema de preservacion de pescado como el RSW, existiendo otros tan simples como la conservacion en cajas o contenedores con cremolada, etc. En fin.

Amigos de Oannes, creo que podría seguir hablando de esto mucho y muchísimo más. Tantos años tratando de hacer entender a las autoridades la importancia de esta pesquería y los graves errores que se han cometido y se siguen cometiendo con ella, que algún día me convertiré en una autoridad en la materia, que no les quepa la menor duda.

Reconozco que tal vez algunos hayan considerado muy agresivas mis expresiones con respecto a la bendita "Fe de Erratas" que Produce publico después del Decreto Supremo N° 021-2004-PRODUCE, ciertamente no es mi estilo alterarme, pero es que no era para menos poner un poco de bilis, cuando se aprecia que el gobierno finalmente da una norma que aunque imperfecta, representaba un significativo paso hacia la solución de un problema de años. Y solo días después, por una presión política cargada de dogmas retrógrados autodestructivos, basados en la ignorancia sobre barcos y tecnologías de pesca, le tiembla la mano y da diez pasos atrás con un infeliz instrumento legal como puede ser una "Fe de Erratas".

Resulta realmente triste que solo algunas horas después de la publicación de la "Fe de Erratas", algunos armadores extranjeros amigos me llamaran por teléfono desde sus países, no solo sorprendidos por la corrección, sino además expresando su desagrado por la forma "chicha" de enmendar un Decreto Supremo recientemente firmado por el presidente. Aunque también resulta anecdótico, que al recibir sus llamadas, yo ni siquiera hubiera leído la bendita "Fe de Erratas", en una prueba mas de cuan atentos e informados
están algunos armadores extranjeros de nuestros actos en materia pesquera, siendo yo mismo un hombre que se jacta de estar muy bien informado por el lugar que ustedes me han dado.

Es un hecho que no podemos sacar a un ministro, viceministro o al presidente con una "Fe de Erratas", pero tal vez si estemos a tiempo de hacerles comprender que su medida no soluciona absolutamente nada, solo favorece los intereses políticos de algunos falsos dirigentes que quizás en su enorme ignorancia, se engañan a sí mismos y también a sus seguidores, por creer que la norma publicada y corregida en la ultima semana ha sido beneficiosa para el país y para la industria de consumo humano que genera miles puestos de trabajo. Amigos de Oannes, para mí, todo esto no es mas que una argucia demagógica y una verdadera bomba de tiempo que pronto estallara en la cara del Ministro y Viceministro de pesquería, cuando los barcos no vengan o cuando nuestro jurel y caballa finalmente no estén presentes en el mercado, como algunos triunfalistas creen que sucederá.

Nosotros desde aquí, queremos ser honestos con nosotros mismos y poner los pies en tierra muy firmemente, así que desde nuestro punto de vista la única solución para lograr un pescado barato, es crear abundancia dentro de un marco de cuotas permisibles de captura (individuales o totales) establecidas por el IMARPE / PRODUCE, y esa abundancia solo se lograra creando un marco legal y tributario realmente promocional como atractivo, para quien tiene la tecnología y los bienes de capital.