Oannes; Personaje enigmatico e inspirador. Aqui la historia:
» Hace algunos años, tuve noticias de una leyenda que cumple mas, algunos de nuestros criterios del mito del contacto genuino.
Es de interés especial porque relata el origen de la civilización sumeria. Sumeria fue una antigua civilización – quizá la primera – en el sentido contemporáneo en el planeta Tierra. Se fundo 4000 años antes de Jesucristo o antes. No sabemos de donde procedían los sumerios.
Su lengua era extraña; no tenia semejanza con ninguna lengua indoeuropea conocida ni semítica ni ninguna otra y se conoce únicamente porque un pueblo posterior, el fundado por Sargon de Accad (N. del T. La unificación de Mesopotamia hacia el año 2370 A.C.) recopilo extensos diccionarios sumerio – accadio. Los sucesores de los sumerios y los accadios, fueron los babilonios, los asirios y los persas. Así pues, en muchos aspectos, la civilización sumeria es la progenitora de la nuestra. Yo creo que si la civilización sumería se describe por sus descendientes como de origen no humano deben examinarse con cuidado las leyendas que hablan del asunto.
No pretendo que lo siguiente sea forzosamente un ejemplo de contacto extraterrestre, pero es el tipo de leyenda que merece un estudio mas cuidadoso. Tomada al pie de la letra, la leyenda sugiere que hubo un contacto entre seres humanos y una civilización no humana de inmenso poder, a orillas del Golfo Pérsico, quizá cerca del emplazamiento de la antigua ciudad sumeria de Eridu (N. del T. Actual ciudad de Abu Sarayn) hacia el cuarto milenio antes de Jesucristo o antes. Hay tres narraciones diferentes pero con referencias de unas a otras del APKALLU, que se datan de la época antigua. Todas se remontan a Beroso, un sacerdote del Bel Marduk, en Babilonia, en la época de Alejandro Magno. Beroso a su vez, tenia acceso a los informes cuneiformes y pictográficos que se remontaban a varios miles de años anteriores a el.
Es importante citar la mayor parte del cuerpo de la leyenda en la forma que se dispone hoy. La forma de presentación es tan chocante como el contenido. Las traducciones citadas del griego y del latín están tomadas del Ancient Fragments, de Cory, de la edición revisada de 1876.
Narración de Alejandro Polyhistor:
«Beroso, en su libro primero sobre la historia de Babilonia, nos informa que vivió en la época de Alejandro, el hijo de Filipo y cita que se conservaban con el mayor cuidado en Babilonia documentos escritos, que abarcaban un periodo de quince miriadas de años. estos escritos contenían la historia de los cielos y del mar: del nacimiento de la humanidad; también la de aquellos que tenían regla soberana y de las acciones alcanzadas por ellos. Y en primer lugar, describe a Babilonia como un país situado entre el Tigris y el Eufrates. Menciona que abundaba en el trigo, la cebada, el ocrus y el sésamo y en los lagos se encontraban las raíces llamadas gongae, que eran buenas para comerlas y eran, respecto a nutrición, como la cebada. Tambien había palmeras y manzanos y muchas clases de frutas; peces y también aves; tanto de paso como acuáticas.
La parte de Babilonia que limitaba con Arabia era árida y no tenia agua pero la que daba al otro lado, tenia colinas y era fructífera. En Babilonia había (en aquellos tiempos) gran variedad de personas de distintas naciones, que habitaban Caldea y vivían sin orden ni concierto, como las bestias del campo.
En el primer año hizo su aparición, de la parte del Golfo pérsico que bordea a Babilonia, un animal dotado de razón, que se llamaba Oannes. Todo el cuerpo del animal era como el de un pez, y tenia debajo de una cabeza de pez otra cabeza y también pies abajo, como los de hombre, sub-unidos a la cola de pez. Su voz y también su lenguaje era articulado y humano (su representación se conserva incluso hoy en sellos cilíndricos Asirios del siglo IX a J.C., que se encuentran el el departamento de Asia antigua del Museo de Berlin).
Este ser, durante el día solía conversar con los hombres; pero no tomaba ningún alimento en ese tiempo y les enseñaba letras y ciencias y toda clase de artes. Les enseño a construir casas, fundar templos, a recopilar leyes y les explico los principios de la geometría. Les enseño a distinguir las semillas de la tierra y a recoger frutos. En poco tiempo les instruyo en todo cuanto pudiera tender a suavizar los modales y humanizar al hombre.
Desde aquel entonces, tan universales fueron sus enseñanzas, que nada se añadido para mejorarlas. Cuando se ponía el sol, este ser tenia la costumbre de sumergirse de nuevo en el mar y permanecer toda la noche en su profundidad, pues era anfibio…»
De la narración de Alejandro Polyhistor:
«A la muerte de Ardates, le sucedió su hijo Xisuthr us y reino dieciocho saros. En su tiempo sucedió el Diluvio Universal, cuya historia se da de esta manera. A la deidad Kronus se le apareció una visión y le aviso que el décimo quinto día del mes Daesia habría una inundación que destruiría a la humanidad y le mando poner por escrito una historia del principio, progreso y conclusión final de todas las cosas hasta el momento presente y de guardar esas narraciones a buen seguro en la Ciudad del del Sol en Sippara y de construir un barco y llevar consigo en el a sus amigos y parentela y de meter a bordo todo lo necesario para sustentar la vida y llevar también toda clase de animales que volaran o que corretearan por el suelo y que se confiara a la profundidad. Habiéndole preguntado a la deidad adonde tenia que ir, recibio esta contestacion: A los Dioses».
La narración de Abydenus:
«Cuanto concierne a la sabiduría de los caldeos. Se dice que el primer rey de este país fue Alorus, que promulgo un informe diciendo que estaba designado por Dios para ser el pastor del pueblo: reino diez saros. Se estima ahora que un saro tiene mil seiscientos años; un neros, seicientos y un sossus, sesenta. Después de el, Alaparus reino tres saros; le sucedió Amillarus, de la ciudad de Pantibiblion, que reino trece saros; en este tiempo, un semidemonio llamado Annedotus, muy parecido a Oannes, apareció del mar por segunda vez.
Después de el, reinó Ammenon doce saros que era de la ciudad de Pantibiblon: luego Megalarus, del mismo lugar, dieciocho saros; luego Daos, el pastor, gobernó por espacio de diez saros – era de Pantibiblon – en su tiempo pasaron del mar al suelo cuatro personajes de doble forma, cuyos nombres fueron Euedocus, Eneugamus, Eneuboulos y Anementus. Después de estas cosas estuvo Anodaphus, en el tiempo de Euedoreschus. Hubo luego otros reyes y el ultimo de todos Sisithrus (Xisuthrus). De modo que en total el numero ascendio a diez reyes y la duracion de sus reinados a 120 saros» ( 120 saros = fabulosa cifra de 192,000 a ños).»
La narración de Apollodorus:
«Esta es la historia que Beroso nos ha transmitido: Nos dice que el primer rey fue Alorus de Babilonia, un caldeo: reino diez saros y despues Alaparus y Amelon que vino de Pantibiblon; luego Ammenon el Caldeo, en cuyo tiempo apareció el Musarus Oannes, el Annedotus del Golfo Pérsico. (Pero Alejandro Polyhistor anticipando el acontecimiento ha dicho que apareció en el primer año y Apollodorus dice que fue después de cuarenta saros; Abydenus, sin embargo, hace aparecer el segundo Annedotus después de ventiseis saros).
Luego sucedió Megalarus, de la ciudad de Pantibiblon y reino dieciocho saros y tras el Daonus, el pastor, de Pantibiblon y reino diez saros; en su tiempo (dice el) aparecio de nuevo en el Golfo Pérsico, un cuarto Annedotus, que tenia la misma forma que los anteriores, la de un pez mezclada con la de un hombre.
Luego Euedoreschus reino desde la ciudad de Pantibiblon por un periodo de dieciocho saros. En su época apareció otro personaje cuyo nombre era Oadacon, del Golfo Pérsico, como el anterior, con la misma forma complicada, entre pez y hombre. (Todos estos, dice Apollodorus, relacionados particular y circunstancialmente con cualquier Oannes del que se hubiera informado. Respecto a estas apariciones, Abydenus no las cita). Luego reino Amenpdinus, un caldeo de Laranchae y el, siendo el octavo en el orden goberno diez saros.
Luego reino Otiertes, un caldeo de Laranchae y goberno durante ocho saros. A la muerte de Otiartes, su hijo Xisuthrus, reino dieciocho saros. En su época sucedió el Diluvio Universal..»
Algunos detalles adicionales:
«Los cuatro fragmentos precedentes de escritores de la antigüedad dan cuenta de una secuencia notable de acontecimientos. La civilización sumeria se describe por los propios descendientes de los sumerios, como de origen no humano. Aparece una sucesion de criaturas extra ñas en el curso de varias generaciones. Su único propósito aparente es enseñar a la humanidad. Cada uno sabe de la misión y logros de sus predecesores. Cuando una gran inundación pone en peligro la supervivencia del saber recién dado a conocer a los hombres, se toman medidas para preservarlo. Es por esto que se explica formalmente el acceso de Beroso a los archivos antediluvianos. Es notable la espontaneidad de esta narración del contacto con seres superiores. Oannes y los otros Apkallu se describen variadamente como animales dotados de razón, como seres, como semi-demonios y como personajes; nunca como dioses. La descripcion de Alejandro Polyhistor de la transicion repentina del caos a la civilizacion tras la aparicion de Oannes esta de acuerdo con las impresiones de muchos arqueologos, aunque de ningun modo con la de todos…»
«Algunas ideas astronómicas y de otra índole de las civilizaciones sumerias y sucesoras están representadas en sellos cilíndricos, cilindros pequeños que al arrollarlos con arcilla u otro material plástico, dejan en el el negativo de su impresión. Por desgracia, las notaciones cuneiformes en cada sello cilíndrico están solo en raras ocasiones relacionadas con el contenido pictórico del sellos. Lo mas corriente es que la inscripcion cuneiforme diga algo asi como el equivalente sumerio de «Juan Rodriguez; su sello». Es por esta razon, que por lo general han fracasado los intentos para comprender los con detalle. Se refieren a temas mitologicos que por lo demas estan perdidos»
La historia pertenece al libro «La vida inteligente en el universo», escrito por Carl Sagan quien fuera miembro de la Smithsonian Astrophysical Observatory y por el Científico ruso I.S. Shklovskii miembro de la Ex Academia Soviética de Ciencias. El libro, editado por Editorial Reverte S.A. en España en 1981, muy aparte de ser muy bueno, interesante y completo, es un extraordinario ejemplo de colaboración científica entre dos mundos, en ese entonces separados por la guerra fría.