Fuente: Revista Pesca, Lima
Perú - Pesca Artesanal y el Coronavirus, un cambio de la historia Peruana
lunes 13 de abril de 2020
MARTES, 7 DE ABRIL DE 2020
Pesca Artesanal y el Coronavirus, un cambio de la historia Peruana
Quería expresarme desde hace varias semanas, pero no lo hacía porque estaba esperando el apoyo del Gobierno para la Pesca Artesanal, pero a la hora q escribí esta nota aun no salía nada.
La pesca artesanal es una actividad muy riesgosa, dura y llena de incertidumbre. La escasez, las necesidades humanas hace que prime el trabajar.
El día 15 de marzo el presidente de la República decretó el aislamiento social ante la presencia de 71 casos de coronavirus en el Perú.
En una rápida actitud del Ministerio de la Producción comunica que las actividades de pesca artesanal e industria no será paralizadas durante estado de emergencia social, indicando que: “..los pescadores podrán laborar si portan el documento que los habilite, siempre y cuando no encuentren dentro de la población de riesgo; en los Desembarcaderos deben establecer el personal mínimo necesario para su funcionamiento, y que las empresas que se dedican a la distribución de productos hidrobiológicos pueden continuar sus labores…”.
Y con el salvoconducto aparentemente estaría normal para el sector artesanal, pero no fue así. Los restaurantes y quioscos de comida se encuentran cerrados disminuyendo la demanda en los terminales, las especies finas como Chita, Lenguado, Corvina, Atún, Choros, Concha de Abanico, Pulpo, etc. no son solicitados, los consumidores actuales son las familias que compran para su consumo y esto hace que las especies populares y de temporada sean los mas solicitados como Bonito, Jurel y Perico, bajando los precios como el Bonito de 2.5 soles a 0.8 céntimos (muelle) y afectando los ingresos de los pescadores que capturan estas especies.
Triste. En una pandemia redujeron sus ingresos sin poder cubrir sus gastos de operación de pesca, ¿Y el resto de los pescadores que capturan las especies que no tienen demanda? ¿Que paso con ellos?
Pues les comento que: los buzos en Ilo no salen a pescar, no hay quien les compre; a los pescadores de Lurín no les permite pescar la policía; los pescadores de San Bartolo no tienen compradores para sus Chitas; los vecinos que les compran solo pueden hacerlo 1 o 2 veces por semana; los pescadores de Chincha no tienen movilidad que lo transporte para realizar sus faenas y los transportistas en San José no los dejan trabajar la policía.
Y otro factor que no ayuda a los pescadores artesanales es la condición del mar, marea alta y corrientes fuertes. Pero ellos están acostumbrados a enfrentarse cuando el Mar esta bajo esas condiciones.
SANIPES publica el 6 de abril, 22 días después de iniciada la cuarentena, la “Guía para el establecimiento, implementación y reforzamiento de medidas preventivas en infraestructuras pesqueras y acuícolas para hacer frente a la propagación del COVID-19”. El instrumento se publica cuando ya se tenía confirmado 4 infectados oficiales en Pisco, 1 en Marcona, desembarcaderos cerrados ante la presencia de los infectados en la zona o cierres preventivos como Ilo, San Andrés, Marcona, etc y ahora un fallecido, pescador artesanal de la Caleta de San José, el 7 de abril en la zona de norte.
¿Entonces ese documento creado por los funcionarios de SANIPES es eficiente?. Poco probable. Es lamentable pues las autoridades locales han tenido que tomar las medidas más rápido para salvaguardar la vida de las personas de la localidad. El Terminal de Ventanilla desde el 8 estará cerrado hasta el 12 por el virus, como una medida preventiva por la salud de la población de Lima Metropolitana y así seguirán cerrando los desembarcaderos u otra infraestructura por prevención.
Sabemos que es una población vulnerable y con muchas necesidades. Ante estas características, ¿está bien dejarlos sin alguna guía?, ¿quién es responsable de la muerte del pescador de San José?, ¿o de los muertos que vengan en esta epidemia del sector pesquero artesanal?
TODOS. No somos capaces de poner orden, por no decir las cosas como deben ser, de apoyarlos, de no dar soluciones a sus problemas y porque el dinero prima, ante todo.
Estamos ante una gran oportunidad de cambio, para hacer las cosas como deben ser, de respetar la autoridad y ser solidarios. El pescador ya se dio cuenta que debe cambiar, sabe que debe ser ordenado y aseado en el manipuleo del pescado. La autoridad debe tomar esta oportunidad que la historia le da para realizar los cambios que deben hacer, involucrando a todos los integrantes de la cadena de valor de la Pesca Artesanal, desde el Pescador hasta el vendedor de pescado de los mercados.
El 16 de marzo de 2020 se inició el cambio de la Pesca en el Perú y no nos hemos dado cuenta aún porque seguimos dominados por el poder, la envidia y la ambición. Necesitamos más acciones efectivas, menos discursos, menos reuniones y más pero mucho más compromiso genuino de todo en el sector.
Jesica Pino Shibata