Fuente: Expreso, Lima

Perú - Paita: morir de sed, teniendo tanta agua

lunes 14 de marzo de 2022

Perú - Paita: morir de sed, teniendo tanta agua

Alfonso Miranda Eyzaguirre
12 Mar 2022

Paita, la más pequeña de las 8 provincias de Piura, tiene una población de casi 150 mil habitantes. Siete de cada diez de sus niños padecen de anemia y el 65% de su población sufre de desnutrición. Por otra parte, es el segundo puerto peruano, después del Callao, en cuanto a movimiento de contenedores, y el primer puerto en la industria del congelado de productos hidrobiológicos. Podemos apreciar que, a pesar de la riqueza que se genera en la región, el Estado que recauda ingentes recursos económicos, no es capaz de resolver sus grandes males.

El suministro de agua en Paita, para los que gozan de este servicio, dura menos de 4 horas diarias, y el costo para uso domestico es 1.87 soles por m3 y para la industria es 6.73 soles por m3. Los pobres deben pagar 23 soles por m3, a las cisternas que abastecen a las poblaciones que no son atendidas por la red de agua potable. La industria pierde competitividad, pues la provisión de este líquido indispensable es bastante incierta y, en muchos casos, se pasan días completos sin el recurso. Entre enero y febrero de 2022, el consumo por compra a cisternas, ya ha superado todo lo adquirido el año pasado.

Uno de los principales problemas que enfrenta es el déficit de la Planta de “El Arenal”, la principal fuente de abasto de la provincia, que actualmente tiene una capacidad de 680 litros por segundo. Éstos, resultan insuficientes para las necesidades de los pobladores, que solo reciben 374 litros, ya que los otros 306 se destinan a Talara. Por otra parte, diferencias políticas han afectado la gestión del Proyecto Chira, que podría haber contribuido a cubrir parte de las necesidades hoy insatisfechas.

La EPS Grau reconoce que sus redes de alcantarillado son antiguas, y que ya cumplieron su “vida útil de operatividad”. Asimismo, según señalan, carecen de un drenaje pluvial y su sistema no está preparado para cargas adicionales producidas por las lluvias. Lo cierto es que los atoros diarios de redes y conexiones domésticas, tanto como los colapsos constantes de los colectores, hacen de Paita una ciudad insalubre, de olores fétidos y de entorno sanitario inseguro. La EPS Grau es la única encargada de la captación, almacenamiento, tratamiento y distribución del líquido elemento, así como de la evacuación y mejor disposición de las aguas residuales. Esta empresa municipal fue declarada insolvente en 2001 y desde entonces viene operando bajo un régimen de reestructuración patrimonial.

Algunos expertos han propuesto invertir en la explotación de aguas subterráneas o del subálveo de la cuenca del río Chira identificadas en las zonas cercanas, reducir el índice de agua no contabilizada y no facturada que alcanzaría al 50% y, como es de esperar, que se mejore la administración de la empresa la cual debería prestar el servicio adecuadamente. Hay decenas de propuestas de consultores, ONGs y especialistas, pero la desidia y la indolencia prevalecen. Mientras, hay sed para muchos.

Según el dirigente local Edwin Houghton, la Planta de El Arenal fue construida hace más de 40 años y no ha sido modernizada, porque “La EPS Grau no apuesta por el progreso y la autoridad municipal no es capaz de coger ese fierro caliente, ya que políticamente no le conviene. Seguimos abandonados por nuestros representantes y no hay cuando sacar adelante a este puerto deprimido”. Como dice esa inmortal canción de los Pasteles Verdes, también difundida por Marc Anthony; Paita puede morir de sed, teniendo tanta agua.