Fuente: El Faro de Vigo, Vigo

España - El cultivo del pulpo

lunes 4 de abril de 2022

España - El cultivo del pulpo

01·04·22

Alberto González-Garcés*
*Instituto de Estudios Vigueses

Desde hace unos años tanto el Centro Oceanográfico de Vigo del Instituto Español de Oceanografía como el Instituto de Investigaciones Marinas de Vigo, actualmente ambos del CSIC, están llevando a cabo importantísimas y magnificas investigaciones sobre el cultivo del pulpo. De tal manera que dos empresas, Nueva Pescanova, con el primero, y el Grupo Pereira, con el segundo, están intentando poner a punto el cultivo industrial de esta demandada especie. Al parecer, al menos una de ellas tiene previsto comenzar la producción en 2023.

Sin embargo, leía estos días en el Faro de Vigo que la Comisión Europea está preocupada por el cultivo de este cefalópodo y que incluso no descartaba su prohibición basándose en criterios de bienestar animal. Según parece, a la Comisión Europea le preocupan dos cosas. El bienestar del pulpo y la presión adicional que se pueda ejercer sobre poblaciones de peces salvajes debido a que los pulpos son carnívoros.

Es evidente que en el cultivo del pulpo, o de cualquier animal, hay que tener en cuenta criterios de bienestar animal. Por ello, con el pulpo habrá que seguir criterios similares, adaptándolos a esta especie concreta, a los que se aplican al cultivo de otros animales, ya sean moluscos, peces o incluso a animales terrestres de cierto tamaño tales como cerdos, ovejas, cabras, vacas y similares. Se argumenta muchas veces que el pulpo es un animal inteligente, sensible y capaz de sentir placer, emoción, miedo y dolor. Seguro que sí. Todos los animales, sin excepción, aunque unos más que otros, son inteligentes, sensibles, capaces de sentir miedo y dolor. Esto es más evidente en los animales superiores. Al igual que con ellos, habrá que legislar normas y formas para que se lleve a cabo un cultivo de pulpo respetuoso y responsable.

Por otro lado, cualquier animal que se cultive, necesita alimento. El recelo con el pulpo se basa en que es carnívoro y, en consecuencia, hay que proporcionarle alimento de origen animal que tendría que ser obtenido mediante la capturas de especies marinas. Por lo que he leído, ya se están buscando fórmulas que tiendan a reducir el consumo de productos de origen animal sustituyéndolos, en parte, por proteínas de origen vegetal.

De esta manera, los aspectos científicos y técnicos del cultivo del pulpo se están solucionando. Al parecer ya están prácticamente resueltos. Ahora quedan por resolver los problemas éticos. Y ahí le toca participar positivamente a la Comisión Europea. La Comisión Europea no está para “prohibir” una iniciativa cuando aparece un problema. Todo lo contrario, aunque tenga que ser muy estricta, está para ayudar a solucionar los problemas cuando aparecen.

Por ello celebro que los comisarios de Salud y Seguridad Alimentaria y de Medio Ambiente, Océanos y Pesca hayan firmado una carta asegurando que en la nueva legislación sobre bienestar animal no se contempla la prohibición de la cría de cefalópodos en cautividad. Así pues, espero que en un futuro próximo, además del pulpo salvaje podamos encontrar en nuestros mercados pulpo de cultivo con todas las garantías éticas y de sostenibilidad medioambiental necesarias.